Tradición entorno al Santo Ecce Homo de Belén

El próximo primero de mayo, el Santo será llevado por hombres desde la iglesia San Francisco hasta el Santuario de Belén. 

El amo de Belén es considerado como el patrono de Popayán y como la máxima expresión de fe y religiosidad de los payaneses. / Alexander Paloma– El Nuevo Liberal

Eliana Gómez Hurtado

Cada año es frecuente encontrar más feligreses en entorno a la procesión del Santo Ecce Homo de Belén, la imagen tallada en madera, de origen quiteño del siglo XVII, que simboliza a Jesucristo sentado en un trono de plata, flagelado y coronado de espinas.

De acuerdo con el abogado Álvaro Grijalba Gómez,  quien fuera integrante de la Junta Proculto al Santo Ecce Homo y ex presidente de la misma, la sagrada imagen fue traída desde Pasto sin policromía por Juan Antonio de Velasco, y doña Jerónima de Velasco y su esposo el capitán Joseph de Morales Fábrega, “la perfeccionó y la encarnó a su costa, y la mantuvieron venerándola en su oratorio privado”, comentó el abogado.

Según explica el decano de la Facultad de Derecho, Ciencias Sociales y Políticas de la Autónoma del Cauca, la imagen representa a nuestro Señor Jesucristo en momentos en que Poncio Pilatos, gobernador de Judea lo presenta ante el pueblo judío y le dice: “Ecce Homo” , “Éste es el hombre”…es la representación de Jesús cuando lo vapulearon, se burlaron de él, lo azotaron, le pusieron una corona de espinas, una caña como cetro y un manto de purpura, para que los judíos escogieran entre él o Barrabás; estos escogieron a Barrabás y crucificaron a Jesús”, agregó Grijalba.

En honor al Santo Ecce Homo, los payaneses celebran dos procesiones, una que es la bajada del Amo desde el Santuario de Belén hasta el templo de San Francisco en vísperas a la celebración de su fiesta tradicional, en la que solo alumbran las mujeres, y la otra que es la famosa procesión del Primero de Mayo día universal del Trabajo, en la que son los hombres los que  suben nuevamente a su santuario al Santo Patrono de Popayán, después de que es celebrada una solemne Eucaristía por el Arzobispo de la ciudad quien acompaña el multitudinario desfile procesional.

Para el ahora Síndico del Paso del Señor Caído, el Abogado Grijalba Gómez este acto de religiosidad del primero de mayo de los payaneses significa un fenómeno de masas, “y es prácticamente el único acto de fe que muchos hacen durante el año, pues es una tradición heredada ya que nuestros padres desde niños nos llevaban a alumbrar el primero de mayo al Amito”, puntualizó.

De acuerdo con Grijalba, la devoción de los payaneses al Amo, se debe a que es una imagen milagrosa, y es considerado como el Santo Patrono de Popayán, “venerado en la colina de Belén, con una tradición de más de 300 años, es la más grande expresión de fe y religiosidad verdadera del pueblo payanés” 

Por último, el  Decano Grijalba Gómez, dijo que en la imagen, “Jesús tiene una mirada bondadosa, una expresión serena de mucha clemencia y misericordia,  es una talla absolutamente preciosa que invita a la veneración  y convoca multitudes a su alrededor como se puede apreciar cada primero de mayo día de su tradicional fiesta”.