Se levantan diálogos de paz con el Eln



Esa fue la respuesta desde la Casa de Nariño al Ejército de Liberación Nacional (Eln) tras confirmarse su autoría en el atentado que dejó 20 muertos y más de 60 heridos en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander en Bogotá. El Eln fungía como la segunda guerrilla más fuerte y numerosa cuando estaba las Farc. En Cauca hacen presencia algunos frentes en varios municipios. ¿Qué representa para los territorios la decisión de suspender los diálogos?

Redacción fin de semana

@elnuevoliberal

Gobierno Nacional suspendió diálogos con Eln. /Montaje Eduardo Cajas

Este sábado en la madrugada, tropas de la Brigada 29 del Ejército Nacional sostuvieron combates con estructuras del Eln en zona rural del municipio de El Patía, al sur del departamento del Cauca.

El secretario de Gobierno Departamental, Ricardo Cifuentes, explicó que las confrontaciones se presentaron en el sector de Las Tallas, donde posteriormente fueron detenidos los individuos que serán judicializados en la localidad de El Bordo.

Hoy se realizará en todo el país una marcha que ha sido convocada por diversos sectores, bajo el eslogan: ‘Marcha por nuestros héroes’, a la cual desde ya muchos ciudadanos han expresado su acompañamiento y se busca que sea a favor de la paz y en contra de los violentos, buscando la solidaridad hacia las víctimas.

Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación para ser presentados ante jueces de la República, realizar las respectivas audiencias de control de garantías, legalización y solicitud de medida de aseguramiento.

Estos combates son los primeros que se presentan en esta zona del país, luego que el presidente de la República, Iván Duque anunciara la suspensión de los diálogos de paz con esta guerrilla.

Contexto

Iván Duque, Presidente de la República, en alocución donde anunció la suspensión de los diálogos con el Eln. /Fotografías: Suministradas

En marzo de 2016 desde Venezuela se anunciaba el inicio de la fase pública de diálogos de paz entre Gobierno Nacional y la guerrilla del Eln, desde el 2014 ya venían los acercamientos exploratorios. El 1 de agosto de 2018 se suspendieron los diálogos por no haber cese al fuego unilateral, y en diciembre de ese año el Eln planteó una ‘tregua navideña’, que duraría hasta el 3 de enero.

Este viernes, el presidente Duque anunció que los diálogos con esta guerrilla se levantaban, luego del carrobomba que explotó en Bogotá.

Seis puntos estaban planteados en la agenda con el Eln: participación de la sociedad en la construcción de la paz, democracia para la paz, transformaciones para la paz, víctimas, fin el conflicto armado e implementación.

De acuerdo a la Fundación Ideas para la Paz (FIP), el Eln registró 23 ataques, 36 en Arauca, 15 en Chocó, 14 en Antioquia y 11 en Nariño después de que terminara el cese bilateral; pero de igual forma desde el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), ese cese al fuego no fue perfecto, y reportó 12 eventos en los que el Eln había cometido violaciones de la tregua.

Miguel Ceballos, Alto Comisionado para la Paz, la Legalidad y la Convivencia.

Así mismo, en la tarde de este viernes, el Alto Comisionado para la Paz, la Legalidad y la Convivencia, Miguel Ceballos, recordó que al posesionarse –el pasado 7 de agosto de 2018- el Presidente Duque dio un mes para la evaluación del proceso de paz que venía desarrollando el Gobierno anterior con el Eln, donde se encontró que:

“… el primer resultado de esa evaluación fue muy negativo, porque identificamos, junto con el Ministerio de Defensa y todos los organismos de seguridad y de justicia de este país, que se habían cometido más de 400 actos contra la ley, actos de terrorismo, actos de violación de todos los derechos de los colombianos, y que habían sido asesinados por parte del Eln más de 100 personas”, expuso Miguel Ceballos.

Así mismo, recordó que, posteriormente, el Presidente de la República estableció unas “líneas rojas” según las cuales no habría ningún espacio de diálogo con el Eln hasta que este grupo liberara a las personas secuestradas, renunciara a ese delito y suspendiera sus actividades criminales.

Además, fue enfático en señalar que el Eln no tiene voluntad de paz, “dieciséis personas secuestradas, sobre las cuales el Eln no ha tenido la dignidad y el respeto con las familias de dar información sobre lo que está pasando con ellos; por eso, ni Colombia ni el mundo pueden perdonar el secuestro, y el Eln tiene que entregar a todas estas personas inmediatamente”.

Pero la gravedad del incumplimiento y la no voluntad se exacerbó con el atentado que ocurrió el pasado jueves en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander en Bogotá, donde un carrobomba cargado con más de 80 kilos de explosivos fue activado dejando como saldo 20 muertos y más de 60 heridos; atentado que fue atribuido a esta guerrilla, y que desencadenó que luego de un Consejo de Seguridad, el Presidente tomara la decisión de levantar la mesa de diálogos de paz que se llevaba a cabo en Cuba.  

Cita“Con estos tristes eventos que hoy se confirman, el Gobierno Nacional sabe y entiende que el Eln no tiene voluntad de paz”, Alto Comisionado para la Paz, la Legalidad y la Convivencia, Miguel Ceballos.

“Para toda Colombia hoy es claro que el Eln no tiene ninguna genuina voluntad de paz. La paz se construye siguiendo el lema de nuestro escudo: el encuentro fraterno entre la Libertad y el Orden. Esta construcción, que es el objetivo de toda nuestra sociedad, florece en un marco de legalidad con Justicia y Seguridad, y es mi deber constitucional proteger la vida, la honra y los bienes de todos los colombianos. 

Ese marco de legalidad y ese deber constitucional guían nuestra política frente al Eln. Por eso, desde el primer día de nuestro gobierno le exigimos a este grupo criminal la entrega de todos los secuestrados en su poder y el cese de sus actividades delincuenciales para considerar cualquier espacio de conversación”, señaló el presidente en su alocución presidencial.

Pero como no hubo cumplimiento de dichas exigencias, y dado la gravedad del atentado, el Presidente, además, ordenó el levantamiento de la suspensión de las órdenes de captura a los 10 miembros del Eln que integraban la delegación de este grupo en Cuba y se revocó la resolución que creaba las condiciones que permitían su permanencia en ese país.

“Esto significa la terminación inmediata de todos los beneficios otorgados a ellos en el pasado  por el Estado y la activación de las circulares rojas de la Interpol”.

De igual forma se anunció la persecución contra dicho grupo, actuando en todo el marco de la justicia, “fortaleceremos la desmovilización individual para que los miembros del Eln que genuinamente le apuesten a dejar la violencia tengan una ruta de regreso a la civilidad y seguiremos siendo implacables para desmontar sus estructuras de narcotráfico, extorsión, minería ilegal y contrabando. Si el Eln realmente quiere la paz, necesita mostrarle al país hechos concretos como la liberación inmediata de todos los secuestrados y el fin de todas sus acciones delictivas”, puntualizó Duque.

¿Cómo afecta esta decisión al Cauca?

Ante este anuncio, quisimos conocerla postura de algunos analistas del Cauca, para conocer ¿qué creen que sucederá en los territorios de influencia del Eln si se rompe el diálogo? y ¿Qué consecuencias traería cerrar la negociación con el Eln?

Presencia del Eln en Cauca

Según información de inteligencia militar, en el Cauca hace presencia el frente ‘Manuel Vásquez Castaño’ con incidencia en municipios como: La Vega, Almaguer, Florencia, algunas zonas de Mercaderes, San Lorenzo (Bolívar) y parte de San Pablo y La Cruz (en Nariño).

También hace presencia el frente ‘José María Becerra’ con incidencia en El Tambo, Argelia, Balboa, parte baja de El Patía, y algunas zonas de Cajibío y Suárez.

Además se habla de la presunta reactivación de la ‘Miltón Hernández Ortiz’ para la zona de Caloto, parte alta de Corinto y Miranda, además del corredor estratégico de Toribío, Tacueyó y una parte de Silvia. Sobre el frente de guerra urbano, no se tiene conocimiento de que haya en el Cauca.

Para el sociólogo Juan Manuel Torres, oriundo de Argelia, históricamente el Eln ha hecho presencia en el municipio de El Tambo y sus fronteras con López de Micay, la Salvajina y Argelia, así como hacia el macizo y la bota caucana; además indica que esta guerrilla ha aumentado sus zonas de injerencia, aprovechando entre otros, la salida de las Farc de esos territorios.

“Al Eln hay que entenderlo en este momento como una guerrilla de expansión, pongamos el ejemplo del cañón del Micay donde ellos hacen un control inmediato del Plateado hacia abajo, de Huisitó hacia abajo hasta López de Micay, ellos están protegiendo esos corredores, y están listos para la guerra contra la coca; además hay que tener en cuenta que el Eln no es un ejército regular, no tiene un mando unitario, ellos no siempre actúan al unísono, ellos pueden tener un grado de autonomía, que es perverso porque eso ha generado alianzas con rastrojos, narcos, y demás”, explicó el sociólogo.

Por lo que él cree que la guerra se recrudecerá en esos territorios donde hace incidencia, incrementará el número de minas, de enfrentamientos, seguramente va a haber desplazados “porque el gobierno actual estaba que se hacía la guerra y harán la guerra contra la coca, esa será la excusa y el Eln va a responder, por eso volverán las bombas y los desplazados”.

De igual forma expresó la preocupación porque la guerra pueda volverse urbana, que ocurran más atentados, secuestros, que se recrudezcan los ataques de ese tipo, que haya una arremetida del Eln.

Por su parte el docente de la Unicauca, Especialista en Derecho Internacional Humanitario, Juan Carlos Varona indicó que con los actos vistos cometidos por esta guerrilla, es claro que no existe una estructura de mando unificada con las diferentes unidades en el territorio nacional, por lo que es evidente que cada unidad actúa independientemente tanto política como militarmente, y esto también se evidencia en que no hay una unificación para ingresar a un proceso de diálogo de paz, no hay voluntades.

De otro lado, sobre las consecuencias de acabar los diálogos, para el sociólogo Torres lo principal es la consecuencia de tristeza, de desesperanza de volver a algo que ya se había vivido.

“Si se cierra la negociación posiblemente estamos perdiendo una oportunidad. Otra consecuencia será a nivel internacional, el volver al estado anterior podría generar perdida de respaldo internacional porque el mundo no está para apoyar las guerras, además que habrá críticas por la violación de Derechos Humanos. Otra consecuencia que percibo es que al cerrar las negociaciones volveremos a las campañas armadas, el negocio en el que se convierte la guerra, y el favorecimiento a esos sectores que les conviene tener ‘un enemigo’; y finalmente lo más desesperanzador es cuándo vuelve a sentarse, porque ha sido muy difícil que ellos dialoguen. Tristemente la guerra volvió, hay gente de las Farc que volverá y yo creo que el Eln se fortalecerá. Para mí no hay vuelta atrás”, indicó Torres.

Para el docente, cerrar la negociación con el Eln, se verá reflejado en la intensificación del conflicto armado, y pues la labor del Estado es reestablecer el orden, la seguridad en el territorio nacional y su obligación al romper este proceso de paz o negociación es hacerlo y como han anunciado será a través del uso de la fuerza por parte del Estado, que es legítimo y legal, además que es un deber.

“Sabemos que el Eln tiene su accionar a nivel nacional, es una guerrilla con fines ideológicos o políticos estemos o no de acuerdo con ellos, pero es un grupo armado ilegal que el Estado tiene esa responsabilidad de confrontarlo y en consecuencia se va a recrudecer el conflicto armado. Sabemos que cuando se habló de paz o de posconflicto era con las Farc, pero es evidente que en Colombia aún hay un conflicto armado desde hace muchos años y es vigente en la medida que existe este grupo armado que no ha hecho verdaderas demostraciones de entablar un proceso de paz y una negociación que termine como terminó con las Farc”, puntualizó Varona.

Así las cosas, las comunidades y los territorios temen por lo que suceda de ahora en adelante, y habrá que ver cuáles serán las directrices del Gobierno para zonas como el Cauca, donde los retos en materia de sustitución, asesinato de líderes, y ahora “la guerra con el Eln” deja en medio a la población civil, a quienes nada tienen que ver con el conflicto.