Rueda Aparicio asumirá como Arzobispo de Bogotá

09:57 am 28-abril

Jazmín Muñoz Yela

La semana pasada fue notificado Monseñor José Luis Rueda Aparicio, arzobispo de Popayán, que a partir del mes de junio empezará a liderar el proceso religioso en la capital de nuestro país.

El nombramiento fue hecho por el Papa Francisco. Recordemos que Rueda Aparicio estuvo en Montelíbano es un municipio del sur del departamento de Córdoba, antes de ser arzobispo en Popayán.

“El Papa me trasladó de Montelíbano a Popayán y ahora me traslada a Bogotá. Es una misión en nombre del señor que la cumplo con mucha alegría y en comunión con toda la iglesia. Después de que me posesione el 11 de junio en Bogotá el papa nombrará un obispo administrador apostólico provisional mientras se hace la designación del nuevo arzobispo de Popayán”, indicó el prelado.

El traslado se da antes de que Monseñor Rueda Aparicio cumpliera dos años como arzobispo de la ciudad, tiempo en el que pudo vivir muchas experiencias que lo llenaron de satisfacción.

“Las experiencias en Popayán son positivas, porque todos los que son caminos con Dios son caminos de vida, de evangelio, de ser buena noticia con el reino de Dios. Llegué el 7 de julio del 2018, Monseñor Iván Antonio Marín López me entregó la arquidiócesis que él había conducido con tanto acierto y sabiduría durante casi 22 años” agregó Aparicio Rueda, agregando que hizo un trabajo de gran valía con el presbiterio arquidiocesano, construyendo un plan de pastoral, visitando cada una de las 92 parroquias que tiene la arquidiócesis, empezando por Puerto tejada pasando por El Plateado, llegando hasta la Bota Caucana, donde compartió con los sacerdotes, las religiosas y las comunidades, indígenas, afros, gobernantes, estudiantes y con toda la comunidad en el Cauca.

El religioso recaló igualmente que su paso por nuestro departamento fue una escuela de gran valor donde aprendido a entregarle vida y fe a una comunidad que pasa momentos muy difíciles por la violencia, la guerra, el narcotráfico y las catástrofes naturales como la que vivió en Rosas.

“Sin embargo he aprendido con todos a caminar en la esperanza y a ver la presencia de Dios acompañándonos en medio del dolor y llenándonos de vida”, anotó.

Proceso de paz

“He tenido la ocasión de encontrarme con los exguerrilleros en los campos donde ellos están ubicados para trabajar y para reinsertarse, he compartido con ellos la esperanza de un nuevo amanecer, pero he visto también con tristeza la oscuras acciones del narcotráfico y de la guerra que se ensaña contra ellos, contra los desmovilizados, contra aquellos que optaron por el proceso de paz y contra las regiones donde ellos viven, esos violentos que los amenazan son personas que no quieren la paz, que quieren la guerra, yo pido mucho al señor para que proteja mucho a todos aquellos hombres y mujeres que dejaron las armas para coger las herramientas, le pido al señor que continuemos en el Cauca y en toda Colombia trabajando, luchando y aportando con sabiduría, con alegría, y con fe por la reconciliación y la paz de nuestro país”, indicó Monseñor Rueda Aparicio.

El paso de Monseñor José Luis Rueda Aparicio por Popayán deja una huella invaluable para los fieles a quienes les da un mensaje lleno de sabiduría.

“A todos los caucanos niños, jóvenes y adultos los invito a ser hombres y mujeres de paz, que respetemos la vida, no somos dueños de la vida de nadie, que trabajemos sin descanso para que el Cauca que ha sufrido tantas heridas a causa de la guerra, de la violencia, del narcotráfico, de la minería ilegal, pueda construirse como un departamento que crece integralmente, un departamento donde haya más escuelas y más médicos que armas, de disfrutar la belleza de este campo, donde los indígenas, los afro, los campesinos y todos tengamos un espacio para vivir y para estar tranquilos. Los invito a continuar porque no están solos, la iglesia católica y la arquidiócesis de Popayán con todos los sacerdotes en las 92 parroquias, somos un signo de apoyo y una red de fraternidad para que la paz se siga construyendo. No es el momento de mirar atrás es un momento de esperanza, de mirar hacia adelante con la mirada puesta en Dios y en la paz que él nos ofrece”, concluyó José Luis Rueda Aparicio, Arzobispo de Popayán.