Retrospectiva y prospectiva del Covid-19
FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO
Informarse a través de los mass-media, especialmente por el cíclope catódico, deriva en estrés, desestabilización del sistema inmunológico y… ¡enfermedad! Las noticias engendran hastío por intrascendentes, unas, y monotemáticas, otras. Los noticiarios confunden, aterrorizan y alienan, sobre todo tratándose del Coronavirus.
Las pandemias han azotado a la especie humana desde que es sedentaria y construye ciudades. Refresquemos nuestra amnésica memoria: i- 165-80, Peste Antonina, 5 millones de muertos -mm. ii- 541-42, Plaga de Justiniano, 50 mm. iii735-37, Viruela Japonesa, 1 mm. iv- 1347-51, Peste Negra, 200 mm. Para ese entonces, ignoramos la existencia de bacterias y virus, vivimos en el Alto medioevo, reina el oscurantismo, la religión, la hoguera y el pesimismo determinista. ¡Ni Oraciones ni procesiones frenaron la expansión de las epidemias! v- 1520, marzo, llegan los conquistadores españoles a México, habitado por 22 millones de nativos; en diciembre del mismo año han muerto 8 millones, por causa de la viruela; gracias a la gripe, el sarampión y otras enfermedades infecciosas, en 1580 la población no suma 2 millones, mientras los ibéricos llenan sus alforjas con los productos del saqueo. vi- 1800, Fiebre Amarilla. vii- 1817-1923, Cólera. viii- 1889-90, Gripe Rusa, 1 mm. ix- 1918-19, Gripe española, 50 mm. x- 1957-58, Gripe Asiática, 1 mm. xi1968-70, Gripe de Hong Kong, 1mm. xii- 1981-actualidad, VIH – SIDA, 35 mm. xiiiSiglo XXI, 2002-03, SARS; 2009-10, Gripe Porcina; 2012, MERS; 2014-16, Ébola; 2019-20, COVID-19, sin cifras consolidadas de contaminados, recuperados y difuntos (Fuentes: OMS y Enciclopedia Británica). Hoy, en pleno modernismo, estamos en la era de la investigación, la medicina, la ciencia, la farmacología, los avances biotecnológicos, del optimismo realista. Los conocimientos acumulados factibilizan contener y controlar las pestes. Contamos con el saber y los dispositivos para vencerlas. Asombrémonos: La Revista NATURE publicó (2-04-2020) los resultados de un estudio realizado por las clínicas Charité -Berlín- y Schwabing -Múnich- y el Instituto de Microbiología del ejército alemán en el que revela “que el paciente deja de ser contagioso cuando las pruebas que se le extraen del área nasofaríngea y de los fluidos expulsados al toser presentan menos de 100.000 copias del genoma del virus”.
La HISTORIA se conduce por reglas flexibles. Su estudio deviene inútil para predecir su marcha. Su objeto indaga el pasado, no para eternizarlo, sino para emanciparnos de él. Su conocimiento manda adoptar comportamientos que se correspondan con las nuevas realidades. No es casual que hace pocos días (20 – 27/03/2020) tres personajes destacadísimos -Noah Harari (Filósofo-Historiador), Francisco (Papa católico) y Bill Gates (Fundador de Microsoft)-, desde perspectivas, intereses e ideologías disímiles, se refirieran al mismo problema -Coronavirus y Contracción Económica- y propusieran análoga solución -Solidaridad Mundial. El Covid-19 ha forzado a gobiernos y pueblos a adoptar decisiones planetarias en cuestiones económico-políticas, de salubridad y cultura. El nacionalismo es la antítesis de la cooperación mundial. Para vencer el virus y rebasar la crisis – fenómenos orbitales- se impone la cooperación global, la información compartida y los esfuerzos coordinados, condiciones sine qua non para que la humanidad salga avante.
¿Qué lecciones podríamos extraer del caos epidémico y económico que padecemos? a) ¿Propugnar por la colaboración médico-científica, financiera y tecnológica mundial, independientemente del signo social de cada Estado, intercambiando conocimientos, tecnologías y fármacos que ayudan a combatir y superar mancomunadamente problemas comunes? b) ¿Estimular las asimetrías socio-económicas, político-culturales y tecno-científicas existentes entre las naciones, al margen del beneficio recíproco que obtendrían mediante la cooperación solidaria? c) ¿Sentar las bases para construir un orden internacional más equitativo, menos injusto e infeliz, en el que dominen la responsabilidad compartida y la solidaridad global? De las reacciones asumidas frente a los anteriores cuestionamientos depende el sino del género humano.
El Covid-19 y la recesión económica han destapado, como nunca, la dimensión de la tragedia, las incontables NBI de las masas populares y la inadmisible concentración de la riqueza. De su tratamiento adecuado pende la resolución de los grandes retos de la humanidad. ¡En la COOPERACIÓN, la SOLIDARIDAD y la CORRESPONSABILIDAD PLANETARIAS está la respuesta! Si, como es previsible, los detentadores del poder orbital continúan pétreos ante la situación, corresponde a los pueblos del mundo su fortalecimiento organizativo, su movilización generalizada y consciente, y el enfrentamiento definitivo para arrebatarles su hegemonía.
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