Preparándonos para el regreso
Por RODRIGO SOLARTE
Las experiencias y saberes en contexto, conformarán las memorias individuales, grupales, familiares, vecinales, ciudadanas, locales, regionales, nacionales y universales, acercadas hoy, como nunca antes por el internet, las redes sociales y demás medios: telefónicos, escritos, televisivos, radiales.
La comunicación humana que se inicia desde el período fetal, hasta la expresión de todos los sentidos funcionando y demás manifestaciones: gestuales, afectivas, artísticas, musicales, literarias, poéticas, culinarias, solidarias, promeseras, de duelo, admiración, y tantas otras, ante los consejos de aislamiento para no facilitar el contagio y demás medidas indicadas para la prevención de enfermedades respiratorias, tienen, y seguirán teniendo máxima expresión, como recuerdo permanente, hábitos higiénicos protectores y la infinita creatividad que experiencias humanas y medioambientales como esta, estimulan a todas las edades.
La expresión que he utilizado, regreso, tiene la interpretación que cada lector le desee dar: regreso social progresivo, al irse flexibilizando el confinamiento con el retorno al trabajo, cumpliendo, responsable y solidariamente los cuidados de bioseguridad; el regreso para corregir hábitos poco saludables y valorar más el tiempo dedicado a las niñas, niños y adolescentes, valorando el juego y la actividad física, con los padres, hermanos, adultos significantes y acompañantes incluyendo a los abuelos, como ejemplo con quienes compartir; regreso a continuar el aprendizaje pertinente de la virtualidad, sin dejar de dar la importancia fundamental al afecto, amor, cooperación, solidaridad, amistad, dignidad, ejes fundamentales de la humanización y convivencia sin discriminaciones.
Cada profesión u oficio, con trabajo formal, informal, independiente, o varios, por el rebusque para la subsistencia, y también los empresarios y empleadores, irán regresando con muchas expectativas, ante la reapertura del trabajo intelectual y laboral, las perspectivas económicas, necesidades básicas familiares a satisfacer, y las indispensables relaciones humanas, que el diálogo sincero ha de facilitar para la toma de decisiones concertadas, viables con visión de futuro compartido, diferente a lo que venía, se ha conocido y vivido en esta experiencia que sigue desnudando las injusticias, violencias, corrupciones y malformaciones mentales o de conciencias con mínimo o nulo sentido de autocrítica y ética social en no pocos, tradicionales e insensibles dirigentes.
La cuarentena en familias tan diversas de nuestra sociedad: campesinas, urbanas, ambulatorias, desplazadas, víctimas de las violencias que contra defensores de los derechos humanos y de sus territorios, continúa despiadadamente, tendrán diferente historia de lo vivido y esperanzas a conquistar con organización, compromiso y decisión.
Dependiendo del estrato socioeconómico, composición, funcionalidad familiar, previsiones y ahorros, muy variadas serán las historias del regreso por estrato y ubicación geográfica donde hayan pasado la cuarentena, incluyendo las perspectivas de cambio que trasciendan lo personal y familiar.
Desde la sociedad civil a la cual pertenecemos, y como habitantes de un Departamento que consideramos síntesis del país con alternativas incluidas en procesos de larga data y contenidos, se retomaran, incluyendo la experiencia integral con sus aprendizajes en lo estructural, global y local, problemáticas como: economía campesina, propiedad de la tierra y soberanía alimentaria. Derechos humanos y de la naturaleza, organización, derivados de los fundamentales a la vida, la salud, la educación, la vivienda con los servicios fundamentales, y muchos más, como los organizativos, gremiales, financieros, cooperativos, y políticos por consiguiente.
Como trabajadores de la salud, unicaucanos, comprometidos con la Vida, justicia, la paz integral y los derechos, continuaremos cumpliendo los deberes que hemos asumido por vocación y sacrificio consciente en esta pandemia, exigiendo mucho mayor compromiso y aportes económicos, de quienes se enriquecieron corruptamente con la privatización de la salud, convirtiéndola en una mercancía, ofensiva del ser colombianos.
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