Prædictionem, cuentos sobre ciencia y filosofía

10:17 am 30-mayo

Por Donaldo Mendoza

Especial para EL NUEVO LIBERAL

Así, con ese diptongo latino, el profesor y humanista Francisco Javier Martínez Gamboa, nos presenta su libro de cuentos. Un breve volumen de cincuenta páginas, de muy pulcra presentación, editado por Bubok (2020), Madrid (España). Desde la portada ya se anticipa material sobre lo que escribirá el autor. Alrededor de una mesa redonda, aparecen cinco sabios de distintas épocas, desde Platón hasta Einstein. En su entorno, en matizados azules, la biblioteca y tres curiosos jóvenes (los personajes), tras una ventana.

El autor contextualiza el tiempo de sus historias en la década del sesenta del siglo pasado, cuando él y dos condiscípulos (los del “círculo”) terminan el bachillerato en el Seminario Conciliar de Popayán. Vale decir aquí que, este claustro, en palabras del bibliotecólogo profesional José María Serrano Prada (q.e.p.d.), tiene una de las bibliotecas más interesantes que él había visitado; en su reorganización y clasificación encontró varios incunables. En ese ámbito de silencios transcurre la aventura, entre narrativa, filosofía y ciencias contada por el autor.

En el tiempo del discurso, el narrador dice que regresa a ese lugar cincuenta años después; para escribir desde la memoria del olvido, que es como se debe contar para que la historia resulte verosímil. El lugar de encuentro de los personajes, identificados como los del “círculo”, es la “biblioteca secreta”, a la que se llega a través de pasadizos de laberinto, que recuerdan El nombre de la rosa. En el lugar ocurren acontecimientos asombrosos, como la teletransportación de personas en cuerpo y mente, y otros eventos paranormales.

El elemento que une las cuatro historias es el misterioso libro, Prædictionem, objeto del deseo de los tres inquietos y curiosos jóvenes. El libro, un manuscrito apócrifo de cifrados versos latinos, parece que ya ha circulado clandestinamente. Y quienes lo han visto (que se atribuyen la virtud de “iniciados”) hablan maravillas; por ejemplo, de su formato transparente pero perceptible a través de un código expresado en rima latina. El interés central del libro es su profética concepción, su anticipación de inventos y descubrimientos realizados veinte siglos después.

Con lo que no contaban los tres temerarios del “círculo” es con el portentoso encuentro de los cinco sabios que conversan animadamente alrededor de la mesa redonda, de bruñido cedro. Ahora el interés del humanista narrador, apenas oculto en una ventana, es poder escuchar lo que platican Platón, Tomás de Aquino, Newton, Kant y Einstein. Aquí, el narrador se vale del recurso del ensayo para comunicar algunas pinceladas del erudito diálogo de los cinco sabios. Entre tanto, Santamaría y Herrera van tras la búsqueda del litro secreto por entre las umbrías estanterías.

Cuando vuelven a reunirse, después de un tortuoso regreso, debajo de un árbol de roble donde reposan algunas vacas del Seminario, el narrador hace un inventario de lo que les escuchó a los sabios. “El hombre sueña con la inmortalidad”, pero para ello necesita de Dios y su teología. “Las cosas no son como son, sino como pensamos que son”, esto lo dice con expresión interrogativa. “Si el alma fuese inmortal, ya habría existido antes de nuestro nacimiento”. Santamaría, tentado infructuosamente por el rector del Seminario para que siguiera la carrera del sacerdocio, cuestionó: “¿Por qué habría de estar relacionada con nosotros su existencia posterior?”…

Con las primeras sombras de la noche, los tres amigos se despidieron. Y se prometieron un encuentro en la semana siguiente, en un café de la ciudad, a fin de compartir las asombrosas anticipaciones descifradas entre los muchos misterios del libro.