Payaneses con responsabilidad social corporativa

LUIS GUILLERMO SALAZAR SALAZAR

[email protected]

Los sesenta y ocho comerciantes afectados por el cierre de la manzana 99, llamado Centro Comercial Anarkos muy bien liderados por el señor Rodolfo Rivera Burgos se encuentran próximos a darle a Popayán la posibilidad de disfrutar de un edificio construido especialmente para sus actividades comerciales en un lugar ubicado en la fachada norte del Centro Comercial Campanario.

Muchísimos payaneses nos alegramos de saber que en nuestra ciudad existen personas como estos empresarios quienes con toda responsabilidad social corporativa tomaron la decisión de adelantarse a los tiempos por venir a Popayán.

Felicitaciones para el Señor Rivera Burgos, para todos y cada uno de lo sesenta y ocho socios, para los mecenas que les facilitaron la adquisición del lote de terreno, la financiación y construcción de este modelo de emprendimiento comercial.

Dicen ellos mismos que “Ahora que tienen una nueva opción de trabajo, los comerciantes pueden pensar mejor la situación actual del cierre del Centro Comercial Anarkos “.

Según expresa la Secretaria General de la Alcaldía de Popayán en el oficio GBS- 110 del once de enero del 2019: “el municipio de Popayán es propietario del 19.83 % del coeficiente de participación sobre la propiedad Horizontal del Centro Comercial Anarkos “.




La sugerencia que les presento a este ejemplar grupo de emprendedores sociales consiste en aprovechar la campaña política que ya empezó para comprometer a las nuevas autoridades de tal manera que a partir del próximo primero de enero les facilite la adquisición del porcentaje que le queda al Municipio, y de esta manera una vez dueños de toda la manzana,  previa elaboración de los diseños arquitectónicos,  de  ingeniería  y de  financieros construyan un edificio de parqueaderos de mínimo cinco niveles si rebasar la altura del actual edificio.




El Municipio de Popayán, debe cumplir con todos los decretos vigentes que prohíben el parqueo dentro del sector histórico y desarrollar los proyectos de ampliación de andenes, pero dejando el espacio suficiente para los desfiles sacros de la Semana Santa.

La recuperación de los Barrios de El Empedrado, El Chirimoyo y El Mascarón serían materia para que estos emprendedores de hoy y aquellos más que se unan a su ejemplo empiecen a pensar en proyectos de hotelería, vivienda, restaurantes y en fin de todo el conjunto social que necesitamos para ser la vieja ciudad del siglo veintiuno.