Oposición irracional
EDUARDO NATES LÓPEZ
El suceso “histórico” (como le llaman los admiradores…) del paro del pasado jueves 21 de noviembre (cuyo final trágico estaba más que visto -conociendo el origen político y las intenciones de fondo de sus reales convocantes -léase Petro y demás resentidos-) ocultó entre sus ramas, una decisión política trascendental que la víspera del paro se dio por la conocida jugada de ausentarse del recinto del congreso a la hora de votar una ponencia, para evitar su aprobación.
La cuestión es así: El gobierno estaba tramitando una reforma constitucional con la cual se pretendía excluir de cualquier beneficio de la justicia transicional, los delitos sexuales contra menores de edad que, en virtud de las desmedidas concesiones del acuerdo de paz adquirieron la característica de conexidad y quedaron recibiendo penas menores que las ordinarias. Pero, por falta de quórum, este acto legislativo no pudo superar su sexto debate y ya no hay tiempo para que salga adelante. Faltó un solo voto para conformar el quorum (que se salió, sin ser de la oposición. Es hijo de los ex senadores Piedad Zuccardi y Juancho García. De confianza el senador…) Con este, la iniciativa hubiera podido continuar su camino, pero la bancada de “oposición”: Las Farc, el Polo, los Verdes y otros congresistas de otros partidos se hicieron los locos, unos, y otros esgrimieron el argumento ridículo y falto de dignidad de que la reforma podría tener efectos retroactivos para perjudicar el acuerdo firmado por las Farc. La bancada de la Alianza Verde se salió de la sesión. El senador Iván Marulanda (que en política ha dado más vueltas que un desvelado: galanista, serpista y ahora verde?) dijo: “nos retiramos para sustraernos de la discusión y la votación del proyecto de reforma a la Constitución, porque consideramos que va en contravía de la construcción de paz y el cumplimiento de los acuerdos suscritos con las Farc”.
Cuando los argumentos de una “Paz estable y duradera” (como le dicen…) hay que sostenerlos adheridos a los delitos sexuales contra menores, es muy fácil deducir que el criterio para esgrimir este sustento lo tienen bastante lejos de la cabeza, un poco más abajo de la cintura…
Esa es la nunca bien ponderada “oposición irracional”… Cómo serán de brutos que creen que los ciudadanos no nos damos cuenta de los absurdos que llegan a proponer… Adquieren el “status de oposición” porque perdieron electoralmente y eso significa que hay que contradecir y declararse enemigo hasta del saludo del ganador o del gobierno… Y ese es el tipo de racionalidad con que están manejando al pueblo, a través de una herramienta infinitamente peligrosa como las redes sociales… Y eso es lo que está pasando en esta etapa “postparo”: estimulando los malos hígados que, al fin y al cabo, todos tenemos y, por supuesto, los más arriesgados y violentos salen a tirar piedras, papas-bombas y a destruir, enloquecidos, lo que encuentran a su paso, jugándose la vida…
Basados en esta rara lógica, no es de extrañar que hasta los medios de comunicación estén cayendo en el eufemismo -o mejor aún, en la distorsión de la realidad de forma tal que conduce a una extraña apología a los efectos violentos del paro, dentro de los cuales está la por demás lamentable muerte del muchacho Dilan Cruz, pero olvidando que en la misma batalla resultaron heridos alrededor de 350 o más policías y que en la misma guerra destruyeron un puesto de policía en Santander de Quilichao, con 3 ó 4 policías muertos y una niña mortalmente herida. Es la grave afectación de un valor fundamental de la personalidad llamado “Sindéresis”, que, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (página 2015) es: “la discreción o capacidad natural para juzgar rectamente”
No puedo terminar sin comentar que escribiendo esta columna me volvió a la memoria una vieja anécdota de un conocido concejal amigo mío, que siempre estuvo en la oposición y que, cuando llegaba al recinto y llamaban a lista, contestaba con gran entonación: “Presente, y anuncio mi voto negativo ante cualquier iniciativa o cualquier planteamiento que se haga en esta sesión…”.
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