La sentencia de 14 billones

Columna de opinión

Por: Harold Mosquera

E

l pasado 21 de octubre de 2022, la Sección Tercera del Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca profirió la sentencia más onerosa en la historia de la judicatura colombiana. En ella condenó de manera solidaria al estado colombiano, es decir a todos los habitantes del país del sagrado corazón y a la corporación financiera Corficolombiana, del grupo Sarmiento Angulo a pagarle al señor Alejandro González Beltrán la suma de catorce punto cinco billones de pesos. Es decir, el equivalente a una reforma tributaria como la que está aprobando el congreso por estos días. El origen de la sentencia es un presunto error judicial, por cuanto el señor González compró 3 certificados de depósito a término en el año 1979 por valor de $58.500.000 cada uno, que se pagarían 10 años después, en 1999, con un interés del 31.3% anual, intereses que se capitalizarían cada año hasta el vencimiento del pagaré en el año 1999. Esos títulos fueron constituidos en una corporación financiera llamada Corfivalle, que luego se convierte en Corficolombiana. Ya en el año 1999, el señor González se presentó a reclamar a Corficolombiana el pago de los 3 certificados de depósito, cuyo capital inicial sumado era de $175.500.000. Corficolombiana consideró que los certificados eran falsos y además de negarse a pagarlos, denunció ante las autoridades penales al señor González por los delitos de falsedad en documento privado y estafa.  En primera instancia, en el año 2005, un juez penal del circuito condenó al señor González por los precitados delitos. Su defensor apeló y en segunda instancia, el Tribunal revocó la sentencia para absolver al señor González y ordenó la devolución de los certificados de depósito para lo que él estimara conveniente. Con los títulos en su poder el señor González inició un proceso ejecutivo civil que fue desestimado por los jueces competentes, es decir que, a pesar de la absolución en el proceso penal, no fue posible por la vía ejecutiva conseguir que le pagaran los certificados. Acudió luego sin éxito a la acción de tutela. Finalmente, decidió demandar al estado colombiano por el error judicial y en ese proceso, el Tribunal Contencioso de Cundinamarca declaró el pasado 21 de octubre de 2022, que había responsabilidad del estado, por cuanto la justicia no le permitió recuperar su dinero. Como los certificados tenían una tasa de interés que se convertiría en capital cada año, los $175.500.000, haciendo esta capitalización, serían dos mil seiscientos millones de pesos, pero al seguir haciendo la misma operación de capitalización de anual de intereses, para el año 2022, la suma debida sería de catorce y medio billones de pesos, la suma más alta jamás impuesta al estado colombiano en favor de una persona natural. Tan pronto se conoció la sentencia hubo un revuelo nacional y el Tribunal procedió a declarar que había un error aritmético y bajó la condena de 14 y medio  billones de pesos a 18 mil millones de pesos. Ahora Corficolombiana podrá demandar al estado por el error judicial cometido en este nuevo proceso, como en la canción de Celia Cruz, Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, al final, el que paga es usted.

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