Médicos cubanos

JORGE ELIÉCER ORTIZ FERNÁNDEZ

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Como era de suponer, le llovieron piedras y centellas al alcalde Quintero de la Ciudad de Medellín, solo porque se le ocurrió la idea de preparar sendas cartas a gobiernos amigos, para que estudien la posibilidad de apoyar la atención de los centros de salud paisa, para este caso en particular, con los profesionales de la medicina estudiados en la Habana. Lo que llama poderosamente la atención, son las apreciaciones que se escuchan del lado de profesionales, que de una u otra forma, por los cargos que han ocupado, diríamos, que conocen la realidad medica de nuestro país, pero no, simplemente se dejan llevar por los prejuicios politiqueros, y ante la seriedad y la inmediatez que se requiere para tomar decisiones, solo apuntan a aseverar, que se “maquina” una invasión cubana, en tierras colombianas y que mientras entuban a los pacientes, harán un trabajo de concientización socialista para que los colombianos quedemos definitivamente matriculados en el oscuro mundo del castro – chavismo. No hombre, volvámonos serios, por una sola vez en la vida y ante las circunstancias, por lo menos, consultemos la historia y el quehacer de la medicina cubana, frente a la triste realidad colombiana. Basta con evaluar, las cifras en materia de población médica y el cubrimiento a la población cubana, por allá, en el año 1959, cuando inicia la actuación del gobierno Castrista, para señalar, es válido recordar cómo andaban las cosas antes del Triunfo de la Revolución en Cuba; en total, existían 6.286 médicos (1 por cada 1076 habitantes), 256 estomatólogos, 46 farmacéuticos, 826 enfermeras y 157 técnicos medios y auxiliares. Además, el 65 % de los médicos radicaban en la capital, existía un hospital rural y solo 18.2 % de la población recibía atención gratuita; hoy día la fuerza calificada en la Salud es de 322.627 profesionales y técnicos, para una tasa de 28,9 por cada mil habitantes; en su composición se encuentran 76.836 médicos, 14.964 estomatólogos y 88.364 en el personal de enfermería, con tasas por mil habitantes de 6,9, 1,3 y 7,9 respectivamente. Contrastan estas cifras con las de nuestro país, que mucha atención, para el año 2020, está registrando, precisamente las de hace  61 años en Cuba: De acuerdo con el ranquin establecido por Organización para la Cooperación y el Desarrollo (Ocde), Colombia se ubica en los últimos lugares en cuanto a la contratación de personal médico por habitante. La proporción del país es de 1,8 médicos por cada 1.000 habitantes. Frente a esta cruenta realidad, que otro camino puede quedar: uno, que nuestros gobernantes locales, se queden impávidos viendo como las salas UCI se dotan de los equipos necesarios para atender a la población infectada con el Covid 19, pero sin el personal necesario para maniobrar los equipos o dos: ir al paso del gobierno nacional, que con sus más de 120 decretos expedidos por emergencia social y económica, no ha podido contrarrestar el mal endémico de nuestra salud, que al fin y al cabo, uno ya no sabe si “achacarle” la responsabilidad a la cacaraqueada ley 100, o a los colombianos habilitados para votar, que definitivamente, no hemos podido tomar las mejores decisiones a la hora de elegir a nuestros mandatarios, porque este es un problema milenario, por donde han pasado cirios y troyanos, y los resultados, nos llevan, a que mandatarios locales y regionales, tomen la batuta y asuman posiciones que sin duda los catapulta en el futuro para llegar a cargos de elección popular, incluido, el de dirigir a este país. Esquirlas: Que no se diga ahora que soy un liberal desteñido, de ninguna manera, el presente nos indica lo que pasara en el futuro.