Los Petro-Misterios…
EDUARDO NATES LÓPEZ
Siento, como premisa fundamental que no le deseo mal a nadie. Por supuesto, a Gustavo Petro tampoco. Por eso no puedo desconocer que, humanamente, me impresionó la noticia que dieron profusamente los medios, informando que el controvertido líder de izquierda padecía un cáncer temprano en el esófago. Pero tampoco puedo ocultar que me parece que todo lo relacionado con él tiene un halo enigmático, un lado oculto imprecisable…
Comienzo por recordar un episodio anecdótico de 1991, cuando resultó ungido Representante a la Cámara, en lista de la AD-M19. En viaje que hizo al Cauca, pocos días después de elegido, “se perdió” el representante…. Pasaron más de dos días sin que se conociera su paradero y comenzaron los operativos. Inclusive se alcanzó a oír la especie de que “podría haber sido secuestrado…” o que se hubiese trasladado a celebrar su elección a las montañas nortecaucanas, su antigua zona de clandestinidad. Las autoridades nacionales y locales se preocuparon mucho, por la dicotomía de su nueva investidura y su sabida trayectoria anterior, y buscaron por todas partes… Por fin -si bien recuerdo- un taxista contó que lo había dejado en una casa de diversión (con bombillito rojo en la puerta…) en la salida sur de Popayán, de donde finalmente fue “rescatado” en buen estado… (de salud…)
Cuenta su biografía que, siendo concejal de Zipaquirá, (1984-1986), en una manifestación pública en esa ciudad, confesó que era militante guerrillero M-19. Estuvo detenido por porte ilegal de armas. En 1985, le adjudicó al coronel Alfonso Plazas Vega unas torturas que recibió estando preso, pero debió rectificar pues resultó ser que, para ese momento, el coronel Plazas no estaba en Colombia.
Siempre ha sido un misterio su participación en los hechos del Palacio de Justicia. Si bien es cierto que no pudo ser participante material de ellos, -en ese lapso estaba preso- tampoco se ha precisado su vinculación formal con ese exabrupto, a pesar de ser uno de los cerebros principales del M-19, movimiento insurgente que ejecutó la barbarie…
Recordemos su controvertida alcaldía de Bogotá, elegido para el período 2012-2016. Por grandes incógnitas contractuales inexplicables en el manejo de la inolvidable crisis de la recolección de basuras de la capital, y otros casos, terminó destituido por la Procuraduría General de la Nación, en 2015, con unas multas gigantescas, aún sin pagar.
En las por demás conocidas “tomas de la carretera panamericana” (que cada que ocurren significan una puñalada más profunda a la moribunda economía caucana) aparece, rodeado de besos, pero del lado de allá; Es decir, azuzando a los manifestantes e invitándolos a invadir tierras de los ingenios azucareros y otras más pequeñas en producción…
El misterio de estos días tiene que ver con la información que él mismo difundió, sobre un cáncer en su esófago, detectado en Cuba, pero desmentido en Bogotá en uno de los establecimientos científicos más destacados del país, a donde acudió: La Fundación Santa Fe. Mientras todos los colombianos estamos encerrados en nuestras casas, salvando la vida, -y acatando órdenes legales- con una angustia infinita por la tragedia que está asolando al mundo, el Senador, puede viajar a Cuba a realizarse pruebas clínicas, justo en el momento en que se realiza en la isla caribeña una reunión de estudiantes comunistas de países latinoamericanos. En el planeta, no están funcionando los vuelos comerciales, pero él sale de Colombia, va a Cuba, vuelve a Colombia, retorna a Cuba, no se sabe en que vehículo… Cuando todos los bogotanos están encerrados, él va y viene del aeropuerto con pasmosa desfachatez. Luego, unos minutos después de salir de la sala de cirugía en La Habana, pide prestado un computador y hace presencia virtual en la sesión del Senado colombiano de ese día… Y para completar la caricatura, los Petristas piden una “cadena de oración” por la salud de su idolatrado prohombre…
Si por ese “entre y salga” del país para “hacerse ecografías” de baja calidad (o “legrados” como diría su carnal senador Bolívar) nada dice el inefable Fiscal General, menos dirá sobre la, esa sí, falsedad del senador, si acaso resulta “negativo para Cáncer”, como esperamos, para volver a derrotarlo en las urnas, que es más noble que en el quirófano…
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