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    Lo que está en juego es la democracia

    WALTER ALDANA

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    La mal llamada ley ‘Andrés Felipe Arias’ es una afrenta al estado social de derecho, veamos por qué.

    Colombia es un estado social de derecho, quiere decir que los poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial son autónomos), bueno, eso dice la constitución política de Colombia, la diferencia de él con un estado de opinión es que la democracia representativa elige o delega a dirigentes y lideresas para que le represente.

    En el Estado de opinión es la concentración de decisiones en manos de un caudillo, este como diría Simón Bolívar es explicado en su célebre frase que dice así: (el poder corrompe, el poder total corrompe totalmente), se rodea de amigos y amigas de poca calidad argumentativa, con lunares en el ejercicio de vida pública y con una inmensa capacidad de adular que sobrepasa con creces su capacidad intelectual.



    En el estado social de derecho, se respetan las decisiones de cada poder y las cortes; Constitucional y la corte suprema de justicia son la reserva moral, la salvaguarda de la democracia.

    La doble instancia para juzgar al colombiano común y corriente se da porque es UN juez, con la acusación de un fiscal, quienes determinan la suerte de un acusado.

    En el caso de los aforados (Gobernadores, Parlamentarios, funcionarios de alto nivel y presidente) tienen una sola instancia por que no es una sola persona la que aplica justica, es una sala y por ultimo una plenaria de corporación de justicia la que evalúa las pruebas y falla a favor o en contra.

    No están en desventaja, todo lo contrario tienen decisiones colegiadas a sus requerimientos, es por ello que la de mal gusto llamada ley Arias es la defensa de un criminal condenado ya a 17 años por ese método.

    Sera la honorable corte constitucional la que declare improcedente este adefesio, ya que el congreso mayoritariamente y por la mermelada está entrando al estado de opinión dominado por el innombrable capataz del Ubérrimo.

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