La realidad electoral del Cauca

NELSON EDUARDO PAZ ANAYA

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La opinión electoral del Cauca, contrario al querer de algunos sectores, son la materialización de la realidad de estos territorios, no son asuntos coyunturales, son la respuesta de la población desesperada, aburrida, rebelde, contra el modelo económico imperante en el departamento como producto de una dirección política equivocada desde hace muchos años, que amparada en la tradición de los partidos tradicionales, no ha tenido capacidad de cambio.

Los resultados electorales, en donde una mayoría superior a trescientos veinte mil votos, dijo querer un cambio total en el Cauca, muy lejos del partido liberal y del partido conservador; indican con claridad meridiana, como se requiere una modificación en la política, para permitir el paso a nuevos modelos y otras percepciones que den paso al desarrollo del Cauca.




Los acomodos de los partidos tradicionales en las candidaturas a la gobernación, y su silencio frente a actitudes denigrantes como la del parlamentario Jhon Jairo Cárdenas, contra una mujer candidata a la alcaldía del municipio de El Patía, que ha conllevado silencio del partido liberal que avala dicha candidatura, causa en los ciudadanos y en sus afiliados total repudio.

Si los pueblos no tienen capacidad de hacer respetar al menos, sus culturas, sus mujeres, la dignidad no tendrá sentido para ninguna otra acción; menos cuando además del insulto, con posterioridad en lugar de una disculpa pública, se amenaza con la perdida de sectores de electores por no aceptar los condicionamientos de quien utiliza la grosería como argumento en una región como la del Patía, de tanto significado histórico, económico y cultural para el Cauca.




Como con seguridad no se dará un pronunciamiento del partido liberal, sobre este acto bochornoso, atendamos las estadísticas de atraso publicadas por el gobierno nacional, sobre el departamento, seguimos siendo con gran tristeza y pesar uno de los tres últimos clasificados del país, cada día mas familias se suman al grupo de las más pobres de Colombia y de América, los datos fríos deben entenderse, como aquellas que pasan el día, en el mejor de los casos, con un sorbo de agua de panela.

Aquí en Popayan y en el Cauca, en general, solo se dan las alianzas a partir de cómo se conjugan las conveniencias; razón por la cual, hay tanto interés en los partidos y movimientos nuevos, no es gratuito que aparezcan dos candidatos de las dos etnias, siempre marginadas del centro de las decisiones, porque son el rugir de la población dispuesta a recuperar el espacio de sus derechos.

La fuerza ciudadana, crea el impulso general indispensable para en el espacio de una clara mediación social, en donde la comunicación se de en el lenguaje de la justicia y la equidad, el emprendimiento por unas nuevas condiciones de vida, de desarrollo, de sostenibilidad, sean la base en la formación de estructuras integradas por todos los sectores, sin trampas y sin engaños, soportadas en el convencimiento de que el futuro solo será posible si beneficia a todos.

En el partido liberal, que fue fuente de inspiración y de ingreso a la acción política, en el cual, aun con las diferencias que se puedan presentar, se reconoce hay posiciones consecuentes con las salidas concertadas a la problemática del Cauca, no se entiende como se pretenda recurrir al silencio para ocultar violaciones al sagrado respeto a las mujeres, mientras poco o nada se dice sobre la grave situación de pobreza en la región.

No es la Colombia Humana, ni situaciones emocionales o de momento las que mueven la opinión del cauca, es la urgencia de pronunciamientos contundentes, claros y concisos los que demanda la crisis actual, en ocasiones no son tampoco los recursos económicos, son las posiciones erguidas y de dignidad de los pueblos los que indican el camino de las decisiones.




Cómo va la campaña, sin alinderamientos consecuentes, sin la debida toma de consciencias colectivas, sin el razonamiento prudente de cómo se representan de la mejor forma los diversos intereses, y sin miradas escrutadoras a los diversos comportamientos de los actores políticos en el Cauca, no será mucho lo que se podrá avanzar en este laberinto de mezquindades.

El Cauca demanda una acción integral, en donde participen todos los actores sociales, pero la practica siempre ha indicado, como ella, solo es posible, si la disponibilidad para hacerlo está impregnada de la voluntad de crecer todos en conjunto lo que demanda actitudes de respeto, claridad y de justicia para todos.