La Otra cara de la Copa América Brasil 2019

El evento deportivo sirve de trampolín para el turismo. Ejemplo a seguir de las ciudades colombianas.

Por Ovidio Reinaldo Hoyos Mosquera

Alianza informativa diario El Nuevo Liberal-Radio Mil.40

Los colombianos aprovecharon la Copa América 2019 en Brasil para acompañar a su seleccionado pero también para conocer la riqueza turística y cultural de una de las potencias suramericanas. / Fotos Cortesía Conmebol.com – El Nuevo Liberal.

En Brasil, hay ejemplos palpables con el manejo de los centros históricos, con los vendedores ambulantes y con el tema de la movilidad.

Las calles de varias de las ciudades sedes de la Copa América donde hizo presencia el seleccionado de Colombia, se convirtieron en un verdadero carnaval gracias a la alegría y a que más de 20 mil personas de varios departamentos de nuestro país llegaron a Brasil para animar en todo momento al equipo que terminó invicto y sin goles en contra pero eliminado en los cuartos de final a cargo del seleccionado de Chile.

Salvador de Bahía y Sao Paulo, las dos ciudades donde Colombia disputó los cuatro partidos, vivieron la fiesta tanto del fútbol como del folclor nuestro.

Los colombianos aprovecharon la Copa América 2019 en Brasil para acompañar a su seleccionado pero también para conocer la riqueza turística y cultural de una de las potencias suramericanas.

Desde el comienzo de la Copa América, los colombianos despertaron el interés y la mayoría de los aficionados compraron sus boletas pensando siempre que nuestro combinado sería segundo de su grupo y en ese sentido se ubicaron luego de los partidos en Salvador de Había en Río de Janeiro donde se esperaba que jugara en el estadio Maracaná. No fue así debido a que el seleccionado nacional pasó de primero de su grupo y le correspondió enfrentar a Chile en Sao Paulo.

Los altos costos en el transporte no permitieron que buena parte de los colombianos que hicieron sus reservas hoteleras en Río de Janeiro viajaran a Sao Paulo y en ese sentido en restaurantes, bares y en casetas sobre la playa de Copacabana vivieron el partido contra Chile. No hubo tiempo para celebraciones por la derrota en los tiros desde los 12 pasos.

Los miembros de la selección Colombia retornaron de inmediato a nuestro país y los aficionados comenzaron el desfile hacia Bogotá y otras ciudades de destino.




La verdad es que la Copa América sin la presencia de Colombia como de Uruguay perdió la esencia de la alegría y del buen fútbol.

Muchos han cuestionado la falta de sentimiento de los jugadores durante el partido con Chile pero otros creen que apenas comienza la etapa del técnico Queiroz y que se hace necesario esperar que con el tiempo vendrán mejores noticias.

La verdad es que en Brasil, todo el mundo estaba con Colombia y creían que la gran final sería entre Brasil y nuestro combinado nacional pero no fue así.

Para nosotros como periodistas de la ciudad de Popayán que hemos estado en el cubrimiento de la Copa América ha sido sin lugar a dudas otra gran experiencia periodística y regresamos para continuar con nuestra misión de contribuir a construir ciudad y región.

Ejemplos a seguir

En Popayán como en el Cauca hay mucho por hacer y más cuando nos hemos encontrado que en Salvador de Bahía, en Sao Paulo y Río de Janeiro que nuestros dirigentes políticos y quienes tienen aspiraciones a cargos de elección popular deben salir a conocer otras experiencias para sacar lo bueno y aplicarlo tanto en nuestra ciudad como en el Departamento.

Hay ejemplos palpables con el manejo de los centros históricos, con los vendedores ambulantes y con el tema de la movilidad. Las salidas a otras ciudades del mundo ayudan a comprender que en Popayán estamos en pañales.

El intercambio de conocimientos con periodistas de otras regiones del mundo también nos permite tener la posibilidad de ayudar a construir una ciudad y una región para todos.

La Copa América que sigue su curso hasta este próximo domingo, deja grandes enseñanzas y se espera que quienes hacen parte del combinado colombiano las ayudan aprendido para emprender las eliminatorias al mundial de Qatar con los pies puestos sobre la tierra.