Comentarios recientes

    La decisión es nuestra

    ORIANA MENDOZA VIDAL

    Mg. Administración de Empresas

    El mundo empresarial nos presenta retos, desafíos y, depende de las características del emprendedor o empresario la decisión de seguir avanzando o desistir. En ocasiones nos sentimos agotados física y emocionalmente por las dificultades de la diaria vida empresarial, así seamos gerentes, colaboradores o emprendedores, en algún momento hemos pensado en renunciar a nuestros sueños dejando todo atrás para tomar otro camino, estas ideas pueden ser producto del llamado “síndrome de quemarse por el trabajo” o burnout.

    La capacidad de levantarse tras una caída o crisis es propia de una sociedad que tolera el fracaso, y estas son las verdaderas sociedades innovadoras y que marcan la diferencia en cuanto al mejoramiento de las condiciones de vida de sus ciudadanos. No obstante, un factor fundamental para lograr las metas es “de lo que está hecho” el líder de la empresa, emprendedor o empresario. Así como decían las abuelas: “mija, muestre de qué madera está hecha”. Pues bien, ¿cuántas personas se pierden lo mejor por conformarse con lo bueno?, ¿cuántas empresas con gran trayectoria y reconocimiento han caído por dejar de intentar, por no reinventarse, o por decisiones equivocadas de sus líderes? Casos tan conocidos como el de KODAK, Blockbuster, Blackberry, de reveses empresariales, las decisiones que llevaron a sobrepasarlos y la fuerza de “lo que este hecho” el empresario para salir adelante. No obstante, cuando el líder empresarial se deja llevar por el estrés crónico pierde su pasión por lo que hace, tomando decisiones radicales y nefastas para la empresa o emprendimiento.

    El Burnout no es sinónimo de estrés psicológico, sino más bien una respuesta a fuentes de estrés crónico (estresores) que se originan en la relación profesional-cliente, y en la relación profesional-organización. Prácticamente todos los estudios le consideran una respuesta al estrés laboral crónico “para el psiquiatra Herbert Freudenberg burnout es un conjunto de síntomas médico-biológicos y psicosociales inespecíficos, que se desarrollan en la actividad laboral, como resultado de una demanda excesiva de energía” (BOSQUED, 2008).

    Las personas tienden a confundir el burnout con el estrés laboral, pero éste es agotamiento emocional. ¿Qué dicen los psicólogos acerca de este síndrome? Se refiere a la sensación de haberse sobrepasado emocionalmente y haber agotado los recursos emocionales. Las siguientes actitudes pueden ser señales del burnout: el hecho de poner las culpas del fracaso en el otro refleja una respuesta negativa, insensible o excesivamente desprendida que afecta a las personas que reciben el servicio de la empresa; la sensación de una menor realización personal se refiere a una disminución en la sensación de competencia y logros en el trabajo. Lo anterior llevado al extremo, hará que abandonemos nuestro sueño empresarial, un buen trabajo o simplemente deterioremos el ambiente laboral impactando la vida personal negativamente.

    Es natural que experimentemos cansancio, agotamiento tanto físico como emocional, quienes lideramos equipos de trabajo tendemos a “esconder” nuestras emociones negativas, pues tenemos la responsabilidad de animar al equipo de trabajo, ser ejemplo de lucha constante y actitud positiva frente a los problemas, entender el universo emocional de cada colaborador exige de nosotros más dominio propio y capacidad de comprensión, sobre llevar el carácter de cada miembro de una Junta Directiva, es para el gerente un reto diario. Todo aquello sumado a las actividades diarias de la empresa y las dificultades del mercado hacen que llevemos al extremo nuestras capacidades físicas y emocionales, llegando en ocasiones al limite del burnout. De allí la importancia de trazarse el firme propósito de tener un balance en las prioridades de la vida, lo laboral no puede ser todo en el día a día, el tiempo dedicado a la familia nos ayuda a enfocarnos y visibilizar el verdadero propósito del trabajo para unos, para otros será una inversión, viajes, etc., es decir, que trabajamos para alcanzar un sueño personal, al que queremos llegar con salud y entusiasmo.

    En las relaciones laborales debemos convivir con diferentes personas con distintas formas de ser y de expresarse, por ello ante conflictos laborales debemos proteger nuestro corazón al no permitir que prevalezcan las emociones negativas y mucho menos tomar decisiones “en caliente”. Las palabras y actitudes se reciben de quien vienen y como dicen las abuelas “al bagazo poco caso”. Así que a disfrutar del esfuerzo en el trabajo dando espacio a desarrollar nuestros hobbies, pasar tiempo con los seres queridos, disfrutar de la naturaleza o con todo aquello que nos conecta con nosotros mismos, con nuestra esencia, recordar lo que somos, de donde venimos y para donde vamos, nos permite estar enfocados en nuestros propósitos y no dejarnos llevar al agotamiento emocional extremo. ¡la decisión es nuestra!