La canasta mágica de Mamá Rosa

Hoy en el Día de la Mujer, traemos la historia de una aguerrida caucana, que a base de trabajo y servicio ha sacado adelante su familia.

POR MARÍA CECILIA RODRIGUEZ

Practicante FUP

Actualmente Mama Rosa tiene su local comercial, pero sigue vendiendo su comida en la calle a un precio módico, con un sazón que gusta a todos. / Fotos Alexander Paloma – El Nuevo Liberal.

Doña Rosa es oriunda de San Lorenzo, (Bolívar – Cauca).

La primera vez que fui donde Mamá Rosa me fue suficiente tener $1.500 para cenar, incluso me dio de ‛ñapa‛ una albóndiga. Había estudiantes universitarios, trabajadores y habitantes de la calle, lo que no quería decir que su comida dejara de ser sabrosa, con buena sazón.

Muchos estudiantes han probado su plato; gracias a ella han tenido la posibilidad de alimentarse durante el transcurso de su carrera. Mamá Rosa los consciente hace ya 23 años. Respecto a sus clientes no tiene ningún tipo de discriminación, a todos los trata por igual: como a sus hijos.

“Ya quisiera que fuera mi mamá”, me dijo su auxiliar de trabajo, Sandra, cuando le pregunté que si Doña Rosa era su mamá. Arroz, huevo, albóndiga, chorizo, principio y un buen tinto; estas son las opciones que Mamá Rosa ofrece como plato fuerte, una cena entre la carrera sexta con calle sexta desde las siete de la noche. Hay platos de $1.000; $1.500; $2.000 y de ahí para arriba dependiendo de la cantidad.

“Si me piden de $500 se los doy, a mí lo que me interesa es servirle a las personas, eso es lo que realmente me satisface de mi trabajo; sé que Dios me bendice, me da en abundancia y mi canasta de comidas nunca está vacía”, me dice mamá Rosa, por eso es que le llaman la canasta mágica.




Doña Rosa, quien nació en San Lorenzo, (Bolívar – Cauca), inició su negocio con $500 y en la actualidad tiene un local en el que trabaja desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde; sin embargo sigue vendiendo en la calle porque le gusta, se considera una vendedora callejera y ha aprendido a convivir en esta.

Ella es una mujer fuerte y aguerrida; con paso firme, mirada fija, ojos amorosos pero con carácter fuerte. Desde que tenía 8 años empezó a trabajar y desde allí no ha parado, se ha inventado siempre su trabajo y así es como ha logrado sacar adelante sola a 5 niños.

A esta mujer de 64 años que la mantiene un espíritu emprendedor y mucha salud, le concedemos un reconocimiento por su valentía, generosidad y amor infinito, porque representa la madre de muchos, la mirada y la mano que sus clientes necesitan recibir para continuar con su deber.

Mamá Rosa simboliza la fuerza y el ímpetu que tiene la mujer en su interior, por eso El Nuevo Liberal ofrece unas felicitaciones por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora: porque Mamá Rosa más que comida, brinda amor, refugio y esperanza.