Fotoreportaje: Lo que pasa en el Parque Caldas
Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico
El Nuevo Liberal
La comodidad de una banca sirve para poder esperan mientras una fila de banco avanza, el sol debe ser lo que menos importa con la previsión de una sombrilla en mano.
El Parque Caldas siempre es un centro de acontecimientos en la ciudad. En el pasado sirvió como plaza de mercado; al pasar el tiempo se adecuó su perímetro con muros y jardines donde ya se restringía el comercio de productos agrícolas, y se fue convirtiendo en una plaza para el paseo y el esparcimiento de las familias de la ciudad.
En aquel entonces transitaban vehículos halados por caballo y luego los de motor, y así sucedió hasta principios de este siglo cuando se peatonalizó.
Pese a todas estas transformaciones, el Parque Caldas no deja de ser lugar de encuentro, sigue siendo la antesala de los centros administrativos y en el se encuentran las diversidades en las culturas con sus actitudes, emociones y necesidades.
Bajo una sombra y charlando en pareja se sobrelleva mejor la situación.
Hay quienes infringen un rato las normas para tomarse una foto, no importa el contexto, lo que importa es el momento.
Cada quien se acomoda como puede, y mientras se espera, se aprovecha el tiempo para dar un vistazo a lo que sucede en el móvil.
Las filas por la afluencia de personas son aprovechadas por vendedores recursivos a los que una que otra persona apoya con algo, pero manteniendo la distancia y el menor contacto posible.
Las mascotas ya son un miembro más de las familias, a veces no se concibe dejarlas en casa, por eso cualquier alternativa para transportarla no se debe descartar, más aún ahora donde protegerlas a ellas es proteger a sus dueños.
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