Florece la vida en medio de la humildad

Carretillero ayudó a traer a una yegua para que esta diera a luz a su pequeña cría. La potrilla está a salvo, pero la yegua murió.




Este es el potro que Nelson García ayudó a traer al mundo. Foto suministrada.

El pasado viernes 25 de marzo se dio un particular caso en el barrio El Retiro. Una familia del sector tenía una yegua la cual estaba próxima a tener su cría, en un momento se percataron que la yegua no estaba bien, por lo tanto sus dueños y vecinos corrieron a auxiliarla, pero infortunadamente el servicio veterinario requerido para el procedimiento no estaba disponible por ser día festivo y el veterinario que debe estar dispuesto por la alcaldía para estos casos, no ha sido asignado y por ello no había quien la socorriera.

Nelson García un carretillero que ya ha presenciado este tipo de situaciones y quien tiene conocimientos para hacer la labor de partero en yeguas fue quien auxilió al animalito, ayudándole a traer sana y salva a su cría. Alrededor de Nelson y de la yegua permanecieron varias personas, quienes querían presenciar de primera mano el milagro de la vida.

Tristemente la yegua no corrió con tan buena suerte y el día domingo murió. “La potrilla nació bien, pero a la yegua no le pudieron sacar la placenta y por eso murió; vino Serviaseo y se la llevó, ahora nos toca alimentar a punta de leche este animalito para que sobreviva”, dijo Pedro Guevara, dueño de la yegua y su cría.

Según comentarios de algunas personas la yegua murió porque al día siguiente del parto, la llevaron a realizar trabajos de costumbre en la carretilla, pero ésta no sobrevivió. “Según algunas personas la yegua fue obligada a trabajar al día siguiente y el animalito no aguantó. Además que el nacimiento del potro fue asistido por un partero, pero también necesitaba de la asistencia de un veterinario y el que debería estar designado para estas situaciones es el veterinario dispuesto por la alcaldía, pero la alcaldía no cuenta con un profesional para estas urgencias”, dijo Mauricio Gutiérrez, subintendente de la Policía de Carabineros.

Don Pedro y su familia ahora serán los encargados de darle cuidado al potro mientras crece, y posteriormente trabajar con él, ya que la yegua era el sustento de esta familia. “Ahora nos toca rebuscarnos para conseguir lo de la casa, porque la yegua era con la que conseguíamos nuestro sustento diario, ahora debemos alimentar a la cría y buscar la forma de conseguir lo de los gastos del potro y de nuestra familia”, agregó Pedro.

Después de este hecho de alegría por el nacimiento de una nueva vida, pero la tristeza de la muerte hembra caballar que dio a luz, quedan inquietudes para las entidades competentes, sobre cuál es el trato que deben recibir estos animales y quiénes deben hacer vigilancia de estos animales, dado que en la ciudad hay muchas organizaciones animalistas, pero ninguna está en la capacidad de mantener a un animal de este tamaño con todos los gastos que requiere.