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    Amazonas, dólar y Márquez

    FELIPE SOLARTE NATES

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    Cuando me alistaba a escribir sobre la candente situación del Amazonas afectado por el calentamiento global y la pirómana política promovida por presidentes como el brasileño Bolsonaro, haciéndoles el juego a los depredadores hacendados-ganaderos y multinacionales mineras y de la agroindustria; y de paso me iba a referir al desbocado ascenso del dólar propiciado por la guerra comercial que el impredecible Trump desató contra la China; al sintonizar las noticias de la madrugada, me encuentro con el video de Iván Márquez, acompañado de Santrich, Romaña y el Paisa, anunciando su retorno a las armas.

    Intentado desenredar el embrollo y para no perder el hilo inicial, encuentro que las tres noticias están relacionadas, pues si analizamos la política nacional con relación a la internacional, en el fondo la continuación del conflicto armado en Colombia les conviene a los sectores guerreristas del Centro Democrático y de las Fuerzas Armadas -que no están con los acuerdos de paz firmados con las mayorías desmovilizadas de las FARC-, coordinando acciones con John Bolton y los ‘halcones’ del Pentágono y del “Complejo Científico Industrial y Militar” que con la CIA y la NSA, tras bambalinas, gobiernan en los Estados Unidos, respaldados por socios como Bolsonaro en Brasil y Uribe y Duque, todos interesados en utilizar a Colombia como punta de lanza para derrocar a Maduro en Venezuela y favorecer la política internacional de Trump y los neoliberales, nacionalistas que en las elecciones de noviembre de 2020 buscan mantenerlo en la presidencia.




    Pero, que en Colombia continúe el conflicto, también les conviene a los rivales de los Estados Unidos encarnados en la Rusia del ajedrecista y zorro de Putin (quien por algo ayudó a elegir a Trump), a la China, Irán, Turquía, Nicaragua, Cuba y especialmente al régimen de Venezuela que alberga a dirigentes del ELN y a los rearmados jefes de las disidencias de las FARC, y a otros países alineados en la tormenta geopolítica que sacude al planeta y que por lo pronto se manifiesta en la guerra comercial que anárquicamente abrió el peliamarillo de Trump contra el gigante asiático, preocupado por el ascenso que en su economía, desarrollo industrial, militar y científico desarrolló este gigante y poblado país de cultura milenaria que amenaza con desplazarlos como primera potencia mundial.

    Así, el mantener vivo el conflicto en Colombia le conviene tanto al furibismo que puede promover desde el gobierno medidas represivas y radicales contra sus opositores justificados en el “Estado de Conmoción Interior” (antiguo Estado de sitio), como al gobierno de Maduro, pues, con el ELN y las disidencias de las Farc unidas, tienen un aliado importante para implementar una guerra de guerrillas en su territorio, en caso de que sean invadidos al estallar un conflicto regional o mundial entre las superpotencias que actualmente se pelan los colmillos por medio de los aranceles a las importaciones y disputa de mercados, fuentes de petróleo, minerales estratégicos y otras materias primas.

    No hay que olvidar, que históricamente las guerras mundiales han explotado por rapiñas alrededor de territorios y sus riquezas y la hegemonía industrial, comercial. En el caso de la Tercera, tendría una versión apocalíptica, sí llegasen a detonar armas nucleares o al desplegar la “guerra de las galaxias”, librada en el espacio entre las potencias para destruirse mutuamente los satélites que controlan las comunicaciones, fuentes de energía, la industria y economía mundial.




    En el Cauca, donde en el nororiente y el suroccidente, las disidencias de las Farc, el Eln, los ‘pelusos’ del EPL, las Autodefensas Gaitanistas y otros grupos armados, desde antes del anuncio de Iván Márquez, han continuado disputándose el territorio y enfrentándose a comunidades indígenas y extorsionando a los comerciantes y empresarios de la región, lo nuevo sería que se concretara una unidad de las ‘disidencias’ con el Eln.

    Aunque anunciaron que no atacaran a policías, ni soldados y sólo harán “guerra defensiva”, lo cierto es que vastos territorios del Cauca que tuvieron meses de alivio, seguirán azotados por la acción de los grupos armados, enfrentados entre ellos, y a las fuerzas armadas del Estado, y también entrarán en conflicto con “la oligarquía corrupta y las multinacionales”, tal como lo pregonó Márquez en el video y pondrán en peligro a la población civil en medio del conflicto.

    Los guerrilleros que siguen a Timochenko, se desmovilizaron y continúan concentrados en las zonas veredales de Caldono, Buenos Aires y Miranda, esperan que el gobierno cumpla lo pactado.

    Sin embargo continuaremos como laboratorio de guerra.