El Gobernador que requiere el Cauca

CARLOS E. CAÑAR SARRIA

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Cuando observamos algunos precandidatos a la gobernación del Cauca, buscando el respaldo de sus partidos para el asunto del aval y el apoyo de potenciales electores para las elecciones de octubre próximo, pensamos con rabia que no todos ameritan ser favorecidos con el voto, porque no tienen ganado prestigio. Algunos ya han tenido la posibilidad de regir los destinos del departamento con nefastos resultados, lo cual es más que evidente. Personajes que han comido y vivido del Estados desde distintas posiciones; sostenidos en la politiquería y el clientelismo, ajenos a los intereses de la región y del país. Mezquinos con el bien público a la hora de gobernar o legislar. Pertenecientes a la vieja clase política en decadencia, cuyos apetitos personales no les deja respirar tranquilos, pretenden reciclarse y oxigenarse porque les hace fala saborear las mieles del poder que implique satisfacer sus egos y apetitos, sin sensibilidad social. Pertenecen al museo de las antigüedades pero no lo quieren reconocer.

Necesitamos un gobernador capaz de sacar nuestro departamento del atraso y del olvido estatal, que lo ha llevado a ocupar los primeros lugares en subdesarrollo a nivel nacional. Que le caracterice capacidad de convocatoria para cohesionar a las denominadas fuerzas vivas de nuestra sociedad, para trabajar por el desarrollo y la convivencia pacífica. Partidos políticos, congresistas, alcaldes, gremios de la producción, Iglesia, universidades, entre otros actores sociales, que puedan actuar bajo su liderazgo, como un todo único para aportar mucho en beneficio de nuestra región.

Necesitamos un gobernador que no parcele el poder, que le caracterice el pluralismo en el momento de designar su equipo de gobierno y a la hora de gobernar. En un tiempo prudente hacer ajustes y cambios para dar opción a otras personas. Y no “gobernar” todo el periodo con los mismos con las mismas. Tener en cuenta que se gobierna para la gente y no para el beneficio de unos pocos. Que vea necesario recurrir a alguna opción meritocrática que permita seleccionar entre los colaboradores y asesores las mejores hojas de vida. Los más preparados, los más capaces, los más honestos. Recurrir también a la academia, que es donde se estudian, se analizan, se discuten y se plantean o proponen soluciones a los problemas más sentidos de nuestro país y de nuestra región en particular.

Necesitamos un gobernador dispuesto a la autocrítica que le permita reconocer con humildad sus errores y corregirlos con prontitud y acierto. Y a la crítica que le garantice a otros el derecho a disentir. La opinión pública es importante en el arte de la política. No disgustarse con los medios cuando cumplen con la sagrada misión de informar y de opinar. Y mucho menos retirar las pautas publicitarias cuando la información o la opinión, no les resultan favorables. A algunos gobernantes los quieren ayudar pero se ponen bravos.

Necesitamos un gobernador que tenga la entereza de darle continuidad a los proyectos y programas de sus antecesores, cuando éstos van en beneficio de las comunidades que representan. No asumir como suya la gestión y el esfuerzo de otros y valorar lo propio en sus justas proporciones. Hacer conocer periódicamente los límites y alcances de su gestión gubernamental. No gobernar echándoles la culpa a sus antecesores de sus imposibilidades y frustraciones, pues quien se atreve a gobernar debe conocer de antemano el barco a dirigir. Buscar chivos expiatorios es una muestra contundente de pérdida de legitimidad e inoperancia.

Necesitamos un gobernador que le caracterice la prudencia, especialmente en el manejo de los asuntos de la violencia que azota preocupantemente nuestra región y de cara al postconflicto. Que no dependa mucho de sus asesores y que tenga carácter particularmente en momentos de las decisiones y acciones. Que sea capaz, con soluciones evidentes, de producir la sensación de que en verdad tenemos gobernante.

Necesitamos un gobernador que se apersone en momentos oportunos y en los escenarios donde sucedan los conflictos sociales para contribuir a dirimirlos con éxito, para que sea innecesario que gobernadores de otras regiones le ganen el protagonismo.

Necesitamos un gobernador que llene las expectativas regionales, que al final de su mandato demuestre con cifras y hechos evidentes que entrega una región mucho mejor que la que recibió, con mejores índices de inclusión social gracias al diseño e implementación de políticas públicas capaces de atender las profundas desigualdades socioeconómicas que consuetudinariamente han azotado nuestra región. De no ser así, todo será un desperdicio.

Coletilla: Se cumplen 200 años del nacimiento de Carlos Marx, un genio de la filosofía, de la economía, de la historia y de la política. Sus fundamentos expresados en el Materialismo Dialéctico, el Materialismo Histórico y la Economía política, de invaluable legado a la historia contemporánea de la humanidad.