El derecho a la educación en tiempos del Covid 19

09:10 am 14-abril

Por: GERARDO SALAZAR SALAZAR

DOCENTE

Garantizar el derecho a la educación consagrado en el artículo 67 de la Constitución Política y desarrollado en la ley 115 de 1994, en momentos que por motivos de salud pública se han suspendido las clases en las Instituciones educativas públicas y privadas del país a nivel de educación preescolar, básica, media y superior, se constituye en uno de los pilares centrales en los cuales debe enfocar su acción el gobierno.

En la actual coyuntura de emergencia para salvaguardar la integridad y la salud de estudiantes, docentes y administrativos, la medida es apropiada; no obstante, estamos en una época donde la formación a distancia es un hecho real, sin embargo, en nuestro medio hay que mirar aspectos como la conectividad para todas las familias, la capacidad económica entre otras, para poder entrar a generar soluciones, ya que según datos de la Unesco (Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), 290 millones de estudiantes están sin clases en todo el mundo, para evitar la propagación de la epidemia.

Es necesario replantear todo lo que tradicionalmente se viene haciendo con el fin de garantizar que el año lectivo no se pierda y que los estudiantes de las universidades continúen el semestre. La pregunta a resolver hace referencia a si estamos preparados para abordar esta formación virtual, que cambios de paradigmas implican a nivel del magisterio y el estudiantado, que a pesar de ser una generación que usa casi veinticuatro horas las redes sociales, cuando se les habla de clases virtuales se colocan a la expectativa y otros a la defensiva y como se mencionó otros en zonas rurales y urbanas no cuentan con facilidad para conectarse a Internet.

Otro duda es que al iniciar las clases usando redes y plataformas como whatsapp, messenger, facebook, gmail, zoom, skipe, la mayoría aceptan el reto y desean continuar, pero una minoría coloca obstáculos porque prefieren las clases presenciales, lo cierto es que en las circunstancias actuales, es urgente garantizar que el sistema educativo siga funcionando, porque no sabemos cuánto tiempo vaya a permanecer latente la emergencia.

Acceder a la educación es una de las aspiraciones más preciadas, el punto de acuerdo general es: “que el progreso de las sociedades y las personas está ligado a la educación” y no solo se trata de proveer conocimientos, sino enriquecer los valores que nos dignifican como seres humanos, con la finalidad de lograr el bienestar y la calidad de vida, ya que esta garantiza la movilidad social, el emprendimiento, el acceder a mejores condiciones laborales y ampliar las oportunidades de la juventud.

Estamos despertando ante una realidad que nos exige, que nos oprime; nos levantamos y el mundo había cambiado: las clases presenciales había que suspenderlas inmediatamente. En ese panorama, la virtualidad es la única herramienta posible, para lograr una educación pertinente y de calidad, así que el llamado es para alcaldes, gobernadores, secretarias de educación, ministerio de educación, para que sigan fortaleciendo las herramientas tic, se generen espacios para que docentes y estudiantes del país se preparen y puedan brindar y acceder al proceso enseñanza-aprendizaje.

Aprovechar las nuevas tecnologías debe ser tarea de todos, los docentes jóvenes tendrán la posibilidad de adaptarse rápida a las herramientas, los docentes más antiguos al principio se inquietaran al adentrarse en este universo complejo, pero como buenos docentes, saben que deben actualizarse y lo harán de una forma efectiva y rápida, dado que conocen los fundamentos esenciales del proceso y tienen rigor suficiente para hacerlo.

Debemos tener en cuenta que la tecnología hoy hace parte de nuestra vida, no nos podemos quedar pensando que todo tiempo pasado fue mejor, porque como su nombre lo indica fue, hay que acoplarse a la nueva realidad y vivir en y para ella, convirtiendo en instrumentos eficaces para el proceso pedagógico la tecnología en todas las áreas.