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    El coronavirus y el cambio climático

    La pandemia ha puesto en evidencia que existe relación entre las infecciones que se desarrollan y los fenómenos ambientales.

    Luis Hernando Rincón Bonilla

    Profesor jubilado de la Universidad del Cauca

    [email protected]

    El cómo enfrentamos esta pandemia, nos abre una ventana para reflexionar sobre las consecuencias que puede tener el cambio climático. / Suministrada – El Nuevo Liberal.

    Científicos aseguran que, en medio de la incertidumbre y la tragedia de la actual crisis que vive la humanidad, causada por la pandemia del coronavirus, nos está llamando la atención de una manera drástica, que no se debe perder la atención a la situación de enfermedad que actualmente padece el planeta tierra, como consecuencia del cambio climático el cual requiere de la participación y cooperación decidida de los gobiernos y habitantes del mundo.

    Pero también nos ha mostrado como nunca antes, los grandes desequilibrios que vive la humanidad en todas las esferas de la vida, en particular en los sistemas educativos donde al intentar poner en práctica las estrategias que diseñaron los organismos multinacionales y los gobiernos, ello no ha sido posible, especialmente en el acceso y uso de las nuevas tecnologías, donde las diferencias abismales han desnudado la posibilidad de su implementación en muchos contextos urbanos y rurales, poniendo de manifiesto la crisis del sistema neoliberal hegemónico.

    El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, en una reciente publicación sostiene que la cuarentena causada por la epidemia, es después de todo, una cuarentena dentro de otra. “Superaremos la cuarentena del capitalismo cuando seamos capaces de imaginar el planeta como nuestro hogar común y a la naturaleza como nuestra madre original a quien le debemos amor y respeto. No nos pertenece. Le pertenecemos a ella. Cuando superemos esa cuarentena, seremos más libres ante las cuarentenas provocadas por las pandemias”.

    La pandemia ha puesto en evidencia que existe relación entre las infecciones que se desarrollan y los fenómenos ambientales como la destrucción de ecosistemas ocasionados por acciones humanas como: la deforestación, la contaminación por los gases de efecto invernadero, el uso de combustibles fósiles, el consumo exagerado de plásticos y el desorden de la vida en la mayoría de las ciudades del planeta.

    “En el actual contexto de crisis sanitaria no nos debemos olvidar del cuidado del planeta. El mundo continúa experimentando fenómenos extremos en medio de la pandemia de la covid-19. El cambio climático no hace cuarentena y la pandemia solo ha venido a evidenciar la situación de un planeta que lleva demasiado tiempo enfermo”, aseguró Silvia Gómez, (2020) directora de Greenpeace Colombia.

    El virus y los efectos del cambio climático que se vienen sucediendo, nos han enseñado que no respetan fronteras y que sus impactos afectan a todos los habitantes de la tierra, sin ningún tipo de distinciones. Las vidas perdidas hasta hoy por el coronavirus, nos abren una ventana para reflexionar sobre las consecuencias que puede tener el cambio climático.

    Para Felipe Castro, director del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe, la ciencia ha encendido todas las alertas para demostrar que, si no se toman acciones, el cambio climático «va a generar dolor y sufrimiento humano parecido al que estamos viviendo ahora». Y añade que «es una profecía que está muy bien documentada por la mejor ciencia disponible en el mundo». (M. Carrere 2020).

    Hay que tener presente el impacto que tiene el tiempo para tomar conciencia de un fenómeno y decidir las acciones que es necesario realizar para enfrentarlo o mitigarlo: mientras el coronavirus se presentó de manera repentina, que llevó a que los estados y las comunidades tomaran acciones inmediatas, de días o meses; el cambio climático es un tema que lleva años analizándose y todavía no se han tomado las decisiones y acciones requeridas para contenerlo. Desde 1980, sistemáticamente se han venido posponiendo las medidas para enfrentarlo, parece ser que la mirada predominante que lo considera como una cuestión de largo plazo, ha generado actitudes y comportamientos de pasividad, y de prestarle poca atención.

    Educar para el medio ambiente

    En este sentido, la educación está llamada a liderar los cambios requeridos en la sociedad, para evitar las dolorosas consecuencias que se avecinan como lo han pronosticado los estudios científicos.

    Es necesario recordar el llamado que hizo el Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres el pasado 22 de abril de 2020, con motivo de la celebración del día de la Madre Tierra: “El impacto del coronavirus es inmediato y terrible. Pero hay otra profunda emergencia: la crisis ambiental que se está produciendo en el planeta. La biodiversidad está en pronunciado declive. Las perturbaciones del clima se están acercando a un punto de no retorno. Debemos actuar con decisión para proteger nuestro planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial de las perturbaciones climáticas.”

    Muchos científicos de diversas partes del mundo piensan que en medio de la incertidumbre y la pérdida de casi un millón de vidas que hasta el momento ha causado el coronavirus, es muy probable que este hecho abre una ventana a la humanidad para pensar y reflexionar sobre las consecuencias que puede traer el cambio climático.

    La ciencia ha encendido las alarmas, ante las cuales se necesita que el estado colombiano y la ciudadanía, asuman las responsabilidades y obligaciones que nuestro país se ha comprometido a llevar a cabo en los diversos eventos internacionales donde ha participado, el gran problema que tenemos es que una parte de la sociedad colombiana, todavía no tiene claro que el cambio climático es un problema que nos concierne a todos y que incide en la posibilidad de alcanzar mejores niveles de vida y bienestar para la población colombiana.

    Es necesario resaltar que en la medida que las actividades del país, se han suspendido, la población se ha confinado, la economía se contraído y las rutinas de gran parte de la ciudadanía se han suspendido, muchos de los ecosistemas muestran halagadoras señales de recuperación, lo que indica que el planeta va por una senda de mejoría, lo cual de cierta manera justifica la confinación y el aislamiento. Las principales fuentes de ingresos para el país no pueden seguir dependiendo de la exportación de petróleo, por sus efectos en la contaminación, lo que hace que los usuarios de este combustible como la industria, y los fabricantes de autos estén progresivamente cambiando a usar combustibles más amigables con el ambiente, igualmente, el país debe adoptar políticas más rigurosas para detener la creciente deforestación, el crecimiento de la frontera agrícola y la contaminación de los ríos y mares. En la medida que el estado adopte políticas económicas acordes con la sustentabilidad, estaremos dando pasos deseables para enfrentar el cambio climático con un horizonte esperanzador.

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    Si se logra alcanzar que la sociedad colombiana o gran parte de ella, pueda entender, que hay otra crisis que tarde o temprano vamos a tener que enfrentar, el cambio climático, que ya está teniendo efectos y demanda acción por parte de todos, entonces deberemos prepararnos para así evitar que las consecuencias no sean tan drásticas y las podamos enfrentar de una manera más sobre llevadera.

    La sociedad colombiana como la mayoría de la población mundial vive un momento crucial de su historia, en el cual la tarea prioritaria es detener el coronavirus, luego evaluar lo que hicimos y dejamos de hacer, para analizar con mucha responsabilidad y detenimiento lo que nos estamos jugando con el cambio climático, un espacio donde la educación para el cambio climático debe aportar orientaciones y propuestas para recuperar el tiempo perdido y obrar en consonancia.

    Finalmente, no debemos perder la gran oportunidad que nos ha brindado el coronavirus para cambiar muchos de nuestros comportamientos, actitudes, de valorar el bien común, de ser más solidarios, tejer entre toda una gran red, que nos ayude a enfrentar los impactos de todo tipo, especialmente, los relacionados con el cambio climático y superar el individualismo que nos impedido potenciar estrategias colectivas para enfrentar el cambio climático. De esta crisis tenemos que salir con un pacto social, que nos permita enfrentar con medidas sólidas y bien estructuradas los desafíos que nos depara el cambio climático.

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