DIEGO FERNANDO SÁNCHEZ VIVAS
El 2021 que se inicia, será el año del triunfo de la vida sobre la muerte.
La vacuna para detener los efectos nefastos de la propagación del coronavirus, abre una puerta de esperanza a la grave situación actual que se vive en el mundo, con la segunda ola de contagios y la aparición de una nueva cepa de virus más contagiosa. Europa, Estados Unidos, Latinoamérica y varios países del mundo han decidido volver a implementar las medidas más drásticas tales como confinamiento por sectores, toques de queda, limitación a la movilización, suspensión de las actividades cotidianas y algunos ya iniciaron confinamiento total.
Dicha vacunación ya se inició en algunos países y está avanzando vertiginosamente, el ejemplo de Israel es emblemático y debe ser así, ante la urgencia de contener de una forma radical la expansión del virus. La vacuna es un gran logro de la humanidad que se ha visto desbordada por esta emergencia, y tuvo que unir esfuerzos y voluntades de todos los rincones del mundo para simplificar y reducir los tiempos de las diferentes etapas que se requieren para la aprobación de las autoridades médicas. En nuestro país ya se inició el proceso previo a la vacunación y se habilitará un sitio web donde se indicará cómo se adelantará el procedimiento de la vacunación, los turnos que se han asignado según las condiciones de cada persona es decir si son mayores de 80 años, pertenecen al personal médico y de atención hospitalaria de la emergencia, si tienen comorbilidades, enfermedades de base o están en una situación de alta vulnerabilidad para que les sea suministrada la vacuna con carácter prioritario. Esperemos que todos esos esfuerzos puedan confluir finalmente en la terminación de la pandemia y en la mitigación de sus efectos, para que cesen las miles de muertes y contagios que se están generando en todo el mundo y podamos por fin retomar nuestra existencia de una manera más amable. Deberá ser el triunfo de la vida sobre la muerte.
Igualmente este debe ser el año en que Colombia le dirá no más a la violencia, deberán cesar las muertes de compatriotas que todos los días, como en un ritual macabro, se registran por diversas razones y caen sin que se pueda evitar o contener, es nuestra patria la que se está desangrando cuando un hijo suyo cae por el impacto de la violencia sin razón.
También deberá ser el año de la defensa del ambiente y los recursos naturales, nuestra Tierra es el lugar que habitamos y debemos preservar su vitalidad con su cuidado y evitar esas prácticas que lo deterioran como la contaminación ambiental, la minería ilegal, la tala y quema desmedida de bosques que genera la muerte de ecosistemas enteros.
Por estas razones y por muchas más, el 2021 deberá de ser el año del triunfo de la vida sobre la muerte. Volveremos a sonreír sin reparos, a amar sin temores, a abrazar sin prevenciones y a ser felices en esta Tierra que verá por fin y después de muchos días de sufrimiento y dolor, cómo la vida florecerá ante la muerte.