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    ‘El Anarkos’: un constante aplazamiento para su cierre e intervención

    El viernes, después de cinco días de reunirse, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Popayán tomó la decisión de cerrar provisionalmente la manzana 99. Desde hace más de 10 años se tiene conocimiento de las fallas e intervenciones en el lugar, en 2016 ya existía un ‘principio de precaución’, pero no se cumplió ¿Qué pasó?

    Por: Redacción Fin de Semana

    @elnuevoliberal

    Preocupación e incertidumbre hay en los comerciantes por saber cuánto tiempo tendrán cerrados sus negocios. Las pérdidas que calculan ya son millonarias. /Fotografía: Olga Portilla Dorado

    Se necesita un estudio que lo deben desarrollar los copropietarios, incluido el Municipio. Se les ha alertado, el sótano es la parte más delicada del edificio, porque allí se soporta toda la estructura que ha sido variada (…) el otro problema es la subestación eléctrica y el transformador que dicho por la CEO es sumamente antiguo y con un aceite radio activo, el Centro Comercial Anarkos necesita una intervención integral en todos los aspectos, (…) ya está el diagnostico desde el año 2007 por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, de los problemas contra incendios, el riesgo de incendio estructural, pero no se puede intervenir…”, señala el apartado de un acta de la plenaria del Concejo Municipal de Popayán, del 25 de junio de 2016.

    Ese día se desarrolló una sesión en la Corporación con presencia de la mayoría de concejales, y una de las copropietarias, con el fin de hacer un control político tanto a Secretaría de Gobierno como a Secretaría General del municipio sobre el centro comercial Anarkos; ahí se reveló que desde hace más de 10 años ya existía un documento señalando algunas problemáticas en ese centro comercial, también se refiere al “principio de precaución” y al concepto que da Gestión del riesgo, el cual no fue acatado por la administración municipal.

    El concepto, es el señalado por Jaime Varona, funcionario de la oficina de prevención y atención de desastres, de la época, quien  sobre el centro comercial Anarkos, dijo haberse hecho un trabajo investigativo de más o menos ocho años, y que desde el 2008 a la fecha, el Anarkos ha surtido un proceso de deterioro, “fenómeno bien delicado porque parte desde lo administrativo, de haber intervenido una manzana que fue identificada para otros menesteres, aumentando la carga viva y la carga muerta”.

    Incluso, el funcionario manifiesta que “a nivel de mitigación ha sido muy difícil hacer intervenciones sobre el problema administrativo, solamente los estudios de los daños que han hecho durante las administraciones que ha tenido el CCA han sido muy grandes, y a simple vista se puede mirar, pero no se pueden cuantificar porque se necesita un estudio”.

    Pero, ¿Por qué no se hicieron los estudios en esa época? ¿Por qué solo dos años después, y a raíz del levantamiento y afectación de la loza de la plazoleta del centro comercial, la administración pudo intervenir y cerrar provisionalmente el centro comercial?

    Ante estos interrogantes el silencio se expande por todo el centro comercial, la mayoría de comerciantes comentan en voz baja, y los administradores y copropietarios del Anarkos, prefieren callar.

    510 locales aproximadamente hay en el centro comercial Anarkos, actualmente. De esos, solo 211 están formalizados y de esos, solo 51 tienen uso del suelo.




    … “No se puede intervenir porque directamente ha habido amenazas de uno de los que fue administrador, lo que es sumamente delicado, incluso ha habido hasta atentados en ese sentido, y mientras eso no se resuelva, qué funcionario o administración le mete la uña a eso”, denunciaban en 2016, frente al Concejo, algunas personas.

    Con estos antecedentes y dado lo sucedido el pasado domingo cuando en horas de la tarde y sin que nadie directamente tocara la loza de la plazoleta principal del Anarkos, esta se empezó a partir, y las baldosas se empezaron a levantar (ver foto 1), la Administración municipal tomó las medidas preventivas, pero a la fecha sin respuestas concretas hacia los comerciantes, quienes trabajan en los 510 locales que hay, y que benefician a cerca de 2000 familias; solo se sabe que iniciarán el estudio de vulnerabilidad de la edificación en términos sísmicos, eléctricos, hidráulicos, geotécnicos, entre otros, un análisis más profundo que permita, más allá del cierre del centro comercial, dar una solución concreta y directa, especialmente a los comerciantes.

    Así se levantó la baldosa de la
    plazoleta del centro comercial
    Anarkos. Esto sucedió el pasado
    domingo. El centro comercial está
    cerrado, aún se desconoce cuándo
    abrirá sus puertas nuevamente.

    De acuerdo a un ingeniero estructural consultado, los estudios podrían tardar entre tres y cuatro meses, es decir que ese sería el mismo tiempo en el que el centro comercial estaría cerrado. Y es que entre las deficiencias encontradas se hallan: el sistema de evacuación, ventilación, sistema de seguridad y sistemas eléctricos y de emergencia, y la alta tasa de modificaciones indebidas que han alterado la funcionalidad de la edificación; panorama que no dista mucho de lo revelado en el Concejo hace dos años, y quizás tampoco sea muy diferente a lo que desde el 2007 se ha venido investigando en la ciudad, pero que por omisión o “condescendencia”, no se tomaron las acciones del caso.

    “Este edificio fue hecho con reglamentación vigente en el siglo pasado, donde todavía no existía la legislación de sismo resistencia que existe ahora, entonces si no se ha actualizado estructuralmente todo el conjunto y además se ha hecho cambios de uso, se entra en un alto riesgo de tragedia, se puede venir al suelo y el primer responsable, sea quien sea el dueño, es el municipio, porque por ley debe cerrar este tipo de edificaciones hasta tanto esté actualizada la estructura”, explicó el arquitecto de la Universidad del Valle, Carlos Botero.

    Pero si esta advertencia ya existía y desde el Concejo municipal se tenía conocimiento de ese “principio de precaución”, ¿Por qué no se actuó antes? ¿Cuál fue y sigue siendo el papel del Concejo en este tema del Anarkos?

    Ante estos interrogantes, la principal conclusión a la que llega el Concejal Diego Alegría, es que si bien el problema se presenta desde administraciones pasadas, en esta no puede seguir haciéndose omisión al tema, y que lo que se debe hacer es ponerle fin al problema, a fin de que se eviten más perjuicios. “No se está pensando en la parte social, en las más de 2.500 familias que dependen de estos negocios, hay que buscar soluciones reales y prontas”, dijo Alegría.

    De ser un moderno centro comercial a un ‘hacinamiento de locales’

    Lo que hoy conocemos como Centro Comercial Anarkos, fue en su momento (siglo pasado) la parte posterior del Claustro la Encarnación, ubicado en la carrera quinta con calle quinta. La historia de este lugar, señala que “en 1698 el rey de España dona el predio en la parte posterior del claustro, correspondiente al uso de la petición. Posteriormente este predio, fue expropiado para el traslado de la plaza de mercado o galería”.

    Según recuerda el Arquitecto Carlos Botero, docente de la Universidad del Valle, esta plaza de mercado duró por lo menos unos 60 años, fue creada por disposición de una Ley Nacional que no permitía que el mercado se hiciera en la plaza pública o en los parques, y posteriormente cuando se permitió que se construyeran ‘plazas satélites’, surgieron las galerías del barrio Bolívar, La Esmeralda, Alfonso López, y así se pudo demoler la estructura y construir un moderno centro comercial, único en su época.

    “Ese mercado ocupaba toda la manzana (la manzana 99) y por supuesto sus impactos con respecto a los alrededores se extendía por toda la calle séptima entre quinta y sexta, y prácticamente también hasta la carrera cuarta, los locales y actividades comerciales al frente por la carrera quinta, sexta y séptima también estaban bastante bajo la influencia de la galería, eso significaba que ahí proliferaban las cantinas, le daban al mercado esa connotación de un centro de cosas indeseables, prostitución, alcoholismo, un área de ‘mala muerte’”, recuerda el arquitecto Botero.

    “El alcalde tiene un arma poderosísima que es el uso del suelo, que así como se da se quita, si él ve que hay riesgo tiene que tomar las medidas. Además tiene que defender un patrimonio que hicieron los popayanejos hace 50 años. Lo han ido parcelando de una manera que uno no se explica y lo han ido permitiendo todos los alcaldes”, Santiago Zambrano.

    En su memoria aún están las imágenes de aquel centro comercial, el reconocimiento que tenía por ser una arquitectura novedosa del urbanismo, donde se realizaba algún tipo de actividades culturales, conciertos callejeros con chirimías, “la manzana cumplía bastante bien con los requisitos de reemplazar la galería por algo nuevo”.

    “Tenía unas características muy modernas en cuanto a la forma de combinar actividades muy diferentes, entre ellas la vivienda, incluía el teatro, la sala de cine que era una novedad, era el teatro moderno que podía tener Popayán en ese momento que se llamó ‘Anarkos’, parqueaderos subterráneos, que eso era un elemento nuevo para la ciudad, como parte del urbanismo moderno, era bastante importante en la historia del desarrollo urbano de Popayán, porque en la segunda mitad del siglo XX ese era un hito”, añade Botero.

    Y es que claro, muchos personajes de la época recuerdan lo llamativo de esta edificación, cómo resaltaba entre las modestas iglesias y casas del centro histórico de la ciudad.

    Se construyeron aproximadamente 17.000 m2 en una manzana. Estructuralmente se concibió en cinco bloques independientes comunicados con una losa de entrepiso de primer nivel, que a su vez sirve de plazoleta del centro comercial. Una obra moderna para ese entonces, algunos la criticaron pues era descontextualizada respecto a la arquitectura de Popayán, otros argumentaron que era una ‘modernización’ del ‘estilo Popayán’ pues era de ‘mucha piel’ y mantenía el patio central como eje de la edificación”, expresa el ingeniero Santiago Zambrano.

    Este es el protocolo a seguir para que los comerciantes del Anarko puedan sacar sus pertenencias.

    Para él, lo grave del asunto vino cuando se empezó a vender “por partes” el centro comercial, especialmente las partes esenciales como la subestación, la parte del acueducto, y desde ahí empezaron los permisos para cambiar el uso del suelo, los bloques de apartamentos se vendieron para hacer locales, estos se construyeron, pero muy pocos teniendo en cuenta la normatividad.

    “Cuando uno diseña, diseña con una carga teórica por metro cuadrado, es diferente cuando es residencial, que hay poca concentración de personas, a que cuando es un hospital o un centro comercial, la carga es diferente, haberle cambiado el uso del suelo y hoy ser 500 locales comerciales es complicado porque el edificio está sobrecargado, para eso hay que hacer un estudio de la patología estructural”, señaló Zambrano.

    Finalmente, ya confirmado por la Oficina Asesora de Planeación Municipal, que sí se ha construido, modificado y alterado la estructura, sin los licenciamientos que obliga la Ley, por ende han puesto en riesgo el derecho a la realización de construcciones, edificaciones y desarrollos urbanísticos, y a la espera del futuro sobre el futuro de los comerciantes, se indicó que al ser varios propietarios, la decisión se tomará en una asamblea general extraordinaria el próximo viernes 23 de marzo junto con la administración municipal.