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    Editorial: Sobre una nueva crisis por basuras

    De nuevo, la ciudad y otros 14 municipios del centro del departamento del Cauca entran en una inminente crisis de sanitaria debido al bloqueo de la vía que conduce al relleno regional de ‘Los Picachos’ por parte de manifestantes de la zona que aseguran que esta infraestructura manejada por la empresa Serviaseo está generando contaminación con lixiviados a las ya escasas quebradas que bañan este sector rural ubicado al occidente de la capital caucana.

    Esta protesta, la tercera desde que se puso en servicio el relleno sanitario de ‘Los Picachos’, ubicado en el corregimiento de La Yunga, provoca el acumulamiento de bolsas con desechos sólidos en muchas esquinas a lo largo y ancho de nuestra capital. Situación similar se produce en los municipios en los que opera la empresa Serviaseo.

    El primer golpe de vista de esta crisis comienza precisamente en esos montones de basura que de a poco, además del mal aspecto, se convierten en verdaderos focos de insalubridad, ya que a ellos, luego que perros callejeros rompen las bolsas plásticas en busca de comida, llegan ratas, cucarachas y toda clase de bichos que se convierten en vectores portadores de potenciales enfermedades. Después llegan los malos olores y la invasión de las zonas peatonales por las montañas que se forman de toda clase de residuos sólidos.

    Toda esta contingencia que esperamos no dure muchos días, es posiblemente, consecuencia de una serie de factores en los que cada actor tiene su parte.

    Primero, Serviaseo por no actuar de forma eficiente ante las denuncias de la comunidad sobre posible contaminación ambiental. Es claro que los llamados lixiviados que escurren de las cantidades gigantescas de residuos sólidos son una mezcla química peligrosa para el entorno y con más veras para las fuentes de agua, por tanto el manejo de ellos debe estar asegurado sin dejar duda alguna.

    Seguidamente de la Corporación Autónoma Regional del Cauca, CRC, entidad que debe velar por la protección del medio ambiente y estar vigilante para que la normatividad sea cumplida, en este caso por Serviaseo sin esperar que las denuncias o las medidas de hecho los presionen para actuar.

    Sobre la comunidad decir que las denuncias y la veeduría que ejercen sobre Serviaseo y la CRC deben ser continuas y a tiempo; para ello cuentan con los entes de control y con los medios de comunicación a fin de visibilizarlas. Causa mucha suspicacia que se ejecuten acciones de hecho en pleno año electoral.

    A las administraciones municipal y seccional les queda el revisar a fondo las actas de las reuniones cumplidas en las mesas de negociación de otras protestas. Es tiempo de cumplir de una buena vez y no a cuenta gotas, con todo lo pactado con las comunidades que se volvieron vecinas de esa infraestructura en la que van a parar más de 300 toneladas de basura diariamente.

    Se espera, en consecuencia, agilidad política de las dependencias oficial y privada que conlleve a terminar con esta nueva crisis por la acumulación de las basuras para no tener que volver a informar dentro de tres o cuatro meses sobre nuevos bloqueos que pongan en vilo la salubridad de los habitantes de nuestra capital y de los 14 municipios que depositan sus desechos en ‘Los Pichachos’.