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    Editorial: Los incendios forestales y la CRC

    La reciente oleada de incendios forestales, además de dejar en evidencia la poca actitud ciudadana para prevenirlos, puso en sobre la mesa el mínimo apoyo que prestan las entidades gubernamentales para combatirlos; y no hablamos solo de la acción para apagarlos, sino también de las acciones a mediano y largo plazo para preparar a los entes territoriales cuando la temporada seca aparece en el ambiente.

    En tal sentido, la semana anterior el comandante del Cuerpo de Bomberos de Popayán se fue lanza en ristre contra la Corporación Autónoma Regional del Cauca, CRC, al criticar las pocas acciones surgidas desde esta dependencia, a la que le ingresan millonarios recursos por la llamada sobretasa ambiental. Tras el elevado número de incidentes forestales en la capital caucana, el comandante fue enfático en señalar que la entidad debería estar ya actuando “pero no salen de la comodidad del edificio Negret y ni un balde de agua se agota en sus manos pero menos un análisis contextual se tiene de ese ente, ni una actuación real de respuesta, que menos de prevención o alerta para no ayudar más a la contaminación”.

    Infortunadamente, cuestionamientos de este tipo a entidades de control ambiental como las corporaciones autónomas, sobresalen cuando la naturaleza comienza a cobrar las graves afectaciones que día tras día le causamos los seres humanos.

    Por ejemplo, en 2011 y 2012, al evaluarse los desastres que causó el fuerte invierno que padeció el país, se señaló que si las CAR hubieran sido diligentes en su actividad de prevención, no habrían ocurrido muchos de los graves daños que se presentaron. Se cuestionó la composición de sus Concejos Directivos, se señaló que estaban carcomidas por la corrupción y el clientelismo, y que les faltó previsibilidad, eficacia y eficiencia en el cumplimiento de las labores a su cargo.




    Varios han sido los intentos de reformar estas dependencias, pero los intentos han fracasado ante el poco interés que le prestaron los congresistas encargados de impulsar dichos proyectos, muchos de los cuales terminan enfocados hacia asuntos de carácter clientelista y de politización sin tocar el fondo del problema.

    Si aterrizamos el tema en el Cauca, observamos que en la CRC los cuestionamientos son muchos y las críticas aún más, teniendo en cuenta la eficiencia de esta entidad en este vasto departamento agobiado por toda clase de amenazas ambientales, desde la tala indiscriminada de bosques hasta los efectos nefastos de la minería ilegal en nuestros ecosistemas y ahora, la preocupante oleada de incendios forestales que están destruyendo vegetación en varios puntos a lo largo y ancho de la geografía caucana.

    Ojalá desde la corporación regional caucana se tengan en cuenta todas estas críticas para que de una buena vez, la conviertan en un verdadero escudo para proteger nuestro medio ambiente, alejándola de la politiquería y el clientelismo, que son males que la mantienen en el ‘ojo’ de la opinión pública. Por estos días tienen toda la atención de la opinión pública.