Economía ¿apta para la pandemia?
SIGIFREDO TURGA AVILA
Al comienzo de esta semana debí ir al banco en Popayán y allí tuve la bonita oportunidad de encontrarme con un profesional egresado de la Universidad del Cauca, con quien, en mi condición de profesor, hace algunos años tuve la fortuna de compartir y con muchos otros estudiantes, algunas reflexiones financieras que son parte del soporte de las escuelas económicas vigentes.
Al hacer alusión al tan importante tema de actualidad, el corona virus, me comentó que al encontrarse con algunos de sus anteriores compañeros de universidad, no era extraño llegar con ellos a recordar aquellas reflexiones financieras y de manera especial nuestra propuesta de que se pensara en una economía mucho más humanista que aquella establecida y dominante en Colombia, la economía del lucro.
Concluyó que el veía necesario, igual que algunos de sus compañeros de universidad, cambiar el derrotero del lucro económico, por el de la economía solidaria o cooperativa, que tuvo la oportunidad de identificar en la Universidad del Cauca. Él como muchos más habitantes del mundo, ante la realidad vivida con el corona-virus, insistió como algo indispensablemente de urgencia, la necesidad de dar un giro enérgico a la economía, para que se oriente hacia la estructura de la economía solidaria.
Tal economía se caracteriza, porque tanto el que sirve o trabaja como quien es beneficiado del producto o servicio, pueden ser dueños, sin que nadie sea más importante que los demás.
En este tipo de economía las decisiones administrativas se toman cumpliendo la equidad democrática, de un asociado un voto.
Los asociados contribuyen de manera equitativa al patrimonio de su organismo solidario y lo administran democráticamente. Por lo menos una parte del patrimonio es usualmente propiedad común en beneficio de todos, insistimos de manera equitativa y sin privilegios.
Los excedentes se destinan a cualquiera de los propósitos siguientes: desarrollo del organismo solidario, constitución de reservas, parte de las cuales por lo menos debe ser indivisible, beneficiar a los cooperados proporcionalmente a sus transacciones con la cooperativa y mantener otras actividades aprobadas por los asociados.
Es una economía compuesta por organizaciones autónomas, de autoayuda, controladas por sus asociados. Si llegan a tener acuerdos con otras organizaciones, incluidos gobiernos o aumentos de recursos de fuentes externas, deben hacerlo dentro de términos que aseguren control democrático por parte de sus asociados y preservación de la autonomía.
En este sistema que se desarrolla bajo condiciones empresariales solidarias se debe proveer educación y capacitación a todos sus asociados, ocupen o no cargos en dicha organización, y por lógica a todo aquel que tenga la oportunidad de ser gerente.
Es un sistema económico organizado, en el que siempre haya cooperación entre todas sus empresas solidarias para servir más efectivamente a sus asociados y fortalecer el sistema económico solidario, trabajando unidas tales empresas, a través de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
Otro principio fundamental del sistema de economía solidaria es su interés por la comunidad y debido a ello, la economía solidaria trabaja por un desarrollo sostenible de sus comunidades a través de políticas aprobadas por los asociados.
Una necesidad crucial en la organización económica, frente al Corona virus es la de que haya un servicio médico eficiente en Colombia, con un sistema hospitalario preparado para atender el inmenso número de enfermos que se viene. Por el contrario, en Popayán, el sistema hospitalario es una vergüenza en donde fácilmente hay momentos en los que se encuentran hacinados en corredores, tirados en el suelo incluso, enfermos en estado grave.
Si el concepto económico del país fuese de solidaridad no se tendría tanta población muriéndose por las calles de hambre.
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