Desyerbaron pero el problema continuó

Pobladores del barrio Santa Fe parte baja denunciaron que se incrementó el expendio de alucinógenos sobre la ribera de la quebrada que pasa por el lugar.

Este punto de la quebrada fue intervenido hace pocos días, pero los sujetos que generaban este foco de inseguridad se trasladaron hacia el otro puente que hay sobre este afluente.

Pobladores del barrio Santa Fe parte baja denunciaron que desde meses atrás, la ribera de la quebrada La Monja, la cual pasa por este lugar, se convirtió en un expendio al menudeo de alucinógenos, adelantado por habitantes de calle que se instalaron en el lugar para realizar dicha actividad.

“Primero llegó uno, se ubicó debajo de unos de los puentes, luego llegó otro y otro, entonces se formó como una colonia, la cual se dedicó a la venta de marihuana y bazuco a cualquier hora del día, aprovechándose de que en la zona, el césped está muy alto, entonces aprovechan esto para este mercado ilegal de droga”, explicó una habitante del sector, quien pidió no mencionar su identidad.

A la par con este comercio al menudeo, llegaron los problemas de inseguridad porque muchos consumidores, en su afán por obtener una ‘bicha’ de bazuco o un cigarro de marihuana, no le importa arrebatarle las pertenencias a las personas que transitan sobre la transversal 20, considerado como el acceso principal a este barrio y a otros ubicados en este sector de la comuna siete de la capital del Cauca.

“Cuando la gente termina su jornada laboral, regresan caminando a sus casas, entonces deben transitar obligatoriamente por este corredor vial, de ahí que terminen en las garras de estos sujetos, quienes se apoderan de lo que sea para poder venderlo o cambiarlo por una papeleta de bazuco que los sujetos que permanecen en la ribera de la quebrada ofrecen”, sostuvo una propietaria de una tienda del sector, quien denunció este caso porque vé cómo esta situación afecta su actividad porque muchos se abstienen de acercarse a su negocio por miedo a los individuos que deambulan, como zombis, por el lugar.

Como una forma de contrarrestar esta situación, en días pasados el Ejército adelantó una poda en inmediaciones de unos de los puentes implicados en la problemática, sacando de paso a los individuos que pernoctaban en el sitio, pero al ver esto, se mudaron con su negocio al otro puente que está en el sitio, aprovechando que en este punto el césped alcanza hasta un metro de altura, como bien lo denunciaron los habitantes del sector y lo corroboró el equipo periodístico de El Nuevo Liberal.