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    Borges universal

    DIEGO FERNANDO SÁNCHEZ VIVAS

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    El 24 de agosto de 1899 hace 120 años, nació en Buenos Aires – Argentina, el gran escritor Jorge Luis Borges, uno de los más grandes exponentes de la literatura y el pensamiento cuyas obras tanto en el género de la narrativa, como la lírica y el ensayo, se destacaron por su conocimiento profundo de la ciencia, el arte y la cultura universal.

    Adentrarse en la obra literaria de Borges es introducirse en un universo ilimitado de ficciones y metáforas cuidadosamente entrelazadas, en las que el tiempo y el espacio se entretejen y se alimentan con elementos de culturas diversas de todas las épocas para confluir en una elaborada unidad enriquecida por la diversidad y una imaginación sin fronteras.




    Whitman, Shopenhauer, Cervantes, Quevedo y Chesterton, enriquecieron el torrente literario de quien a muy temprana edad se familiarizó con la incomparable compañía de las buenas lecturas. Era tal su afición por las letras, que llegó a concebir el paraíso como una inmensa biblioteca. Estando ya en la madurez de su producción literaria, desborda su imaginación creativa, su conocimiento de la expresión verbal y sus razonamientos filosóficos, que lo llevó a crear composiciones en todos los géneros llámese ensayos, cuentos, poemas y disertaciones filosóficas de una lucidez incuestionable. ‘Fervor de Buenos Aires’, ‘Ficciones’, ‘El Aleph’, ‘Historia universal de la infamia’, y las ‘Inquisiones’, son algunas de sus obras más representativas.

    En sus últimos años perdió definitivamente la visión, lo que le impidió que por su propia cuenta pudiera deleitarse del inefable goce de la lectura. De la mano de su inseparable compañera María Kodama, repasaba lecturas y recorría los caminos y las calles de Buenos Aires, de Londres y de Yorq, evocando recuerdos de un pasado que ya se hacía lejano.




    Tenemos un bello pasaje de Borges que hace referencia a nuestra amada ciudad de Popayán. «Pensé en mis mocedades de Popayán, y en una muchacha de Texas, clara y esbelta como Ulrica, que me había negado su amor». El anterior texto hace parte del relato literario ‘Ulrica’, el único cuento de amor de Borges, en el que ocasionalmente menciona a Popayán como ciudad natal del protagonista del relato Javier Otárola, quien junto con la noruega Ulrica se encuentran en Yorq (Inglaterra), para vivir una fugaz historia de amor. En dicho relato tiene su origen también la muy conocida frase expresada por Borges, sobre que es ser colombiano, responde «No se, es un acto de fe».

    Una triste paradoja pareció acompañar la existencia de este gran escritor. Aunque su talento y fama conoció dimensiones universales y en vida pudo evidenciar el alcance y la importancia de su monumental obra literaria, el amor le fue esquivo, lo buscó a lo largo de su vida y tal vez por esa premura de alcanzarlo, nunca lo logró. Volvemos entonces a la expresión inicial del relato, de sus evocaciones de Popayán, de la mujer que le negó su amor, destino ingrato que el mismo Borges pareció confirmar en una frase lapidaria, «No he sido feliz», confesó algún día.