Boaventura de Souza y la descolonización del saber

FELIPE SOLARTE NATES

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Con gran asistencia de estudiantes de pre y posgrado de las universidades de Popayán, de profesores del Cauca y público en general, durante los días 9 y 10, de junio, en las sedes de la universidad Intercultural Indígena, el auditorio de Asoinca y en el Paraninfo de Unicauca, se realizaron conversatorios presididos por el sociólogo, profesor universitario, escritor y poeta, Boaventura de Souza Santos, autor de más 20 libros sobre investigaciones sociales realizadas en Europa, Asia, África y América.

“Defensor de la idea de que unos movimientos sociales y cívicos fuertes son esenciales para el control democrático de la sociedad y el establecimiento de formas de democracia participativa, fue inspirador y miembro fundador en 1996 de la Asociación Cívica Pro Urbe (Coimbra, Portugal) “Su trayectoria reciente está marcada por la cercanía con los movimientos organizadores y participativos del Foro Social Mundial y por su participación coordinando la elaboración de una obra colectiva de investigación denominada “Reinventar la Emancipación Social: Para Nuevos Manifiestos”. Actualmente dirige el proyecto de investigación ALICE: Leading Europe to a New Way of Sharing the World Experiences.”

Durante sus intervenciones, se refirió a temas como: la “Descolonización del saber” y la “Ecología de saberes”, integrando los conocimientos y no separándolos, criticando la visión del mundo y métodos investigativos impuestos desde Europa a los habitantes de los continentes que conquistaron desde el siglo XV, cuando calificaron de herejías los mitos y cosmovisiones y arrasaron y saquearon las construcciones, códices y obras de arte de numerosos pueblos que habitaban los continentes a los que llegaron a depredar sus riquezas y someter a los nativos con la cruz, la espada y arcabuces.

Ante el fracaso de las sociedades capitalistas neocoloniales que tienen en peligro la supervivencia de la humanidad y la vida en el planeta, el sociólogo rescató la importancia de valorar y recuperar los saberes y formas organizativas acumuladas por diversos pueblos y culturas en sus comunidades en intima ligazón con la naturaleza con la que aprendieron a convivir y respetar a lo largo de los siglos. “los pueblos indígenas no tienen la noción de ambiente que desarrollamos en los países capitalistas, porque ellos estaban integrados a la naturaleza sólo extrayendo lo necesario y sin someterla a sobreexplotación, contaminación y destrucción alentada por el afán desmesurado de obtener y acumular riquezas. La idea de recuperar el ambiente nace al interior de las sociedades capitalistas que promueven su destrucción.

La conquista y el capitalismo neocolonialista impusieron sus creencias e instituciones a los pueblos conquistados persiguiendo los saberes y lenguas nativas para aceitar el proceso de saqueo sistemático de los recursos naturales y de pueblos enteros, como los africanos esclavizados. Urge combatir conjuntamente a la sociedad patriarcal, al capitalismo y neocolonialismo cultural, difundido a través de sus universidades financiadas por las multinacionales. Urge desarrollar otros conocimientos y rescatar de pueblos de diversos continentes con sus métodos no racionalistas aprendidos después de observar y convivir con la naturaleza a lo largo de siglos. En la crisis ambiental actual, generada por la industrialización tecnológica desbordada con la avaricia sin límites del capitalismo extractivista, el estudio de los modos de vida y culturas indígenas de varios continentes ha demostrado que a lo largo de los siglos lograron convivir sabiamente con la tierra, las aguas y los bosques, sin destruirlos y propiciar el creciente calentamiento global acelerado por el uso sin control de combustibles fósiles, como acaba de hacerlo el presidente Trump al retirar a los Estados Unidos del Acuerdo de Paris, para regular su disminución en todos los países.

Sobre el proceso de paz colombiano criticó el que se haya desarrollado sin que las comunidades participaran activamente en su discusión para enriquecerlo más y garantizar su respaldo al no verlo distante, como se evidenció después del plebiscito.

La paz debe servir para que las comunidades obtengan reivindicaciones concretas en cuanto a la propiedad de la tierra, acceso ainstituciones democráticas, la salud, educación, vías, servicios públicos y disfrute controlado de los recursos naturales. La desmovilización de las Farc no debe servir para despejarle el territorio a la economía extractivista del gran capital y la economía ilegal que quieren imponer sus proyectos económicos en perjuicio de la calidad de vida de la las comunidades campesinas, afros, indígenas, de mujeres, de barriadas populares que hoy luchan divididos por sus causas. Destacó como positivos los paros de Buenaventura y Chocó. Hay que maximizar puntos de convergencia entre sectores democráticos y minimizar divergencias, para lograr la unión que les permita ganar elecciones para agenciar sus proyectos de vida en busca de sociedades con posibilidades de trabajar dignamente en convivencia con él planeta.

PD. El 16 de junio, en la Casa Caldas, a las 6:30 pm, el escritor Víctor Paz Otero, presentará su libro sobre Manuela Sáenz.