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    Artesanas de El Tambo exportan sus productos a Miami y España

    Pulseras hechas con fibra de seda, hiladas por 17 mujeres de la zona rural del municipio de El Tambo, llegaron al mercado extranjero gracias a una iniciativa de dos empresarias que decidieron darle un cambio a su vida y emprender. ‘Bless ladies’, como se llama la empresa, comercializa sus productos bajo la marca ‘Kina Dona’, expresión en catalán que significa ‘qué gran mujer’.

    Por: Olga Portilla Dorado

    @olguitapd

    Una manilla puede costar entre 20 y 25 dólares, las empresarias han decidido que un valor diferencial del precio esté destinado a la labor social, en este caso: ayudar con la dotación de la escuela de la vereda la Muyunga de Piagua, El Tambo. Justamente, el pasado lunes, entregaron los primeros pupitres. /Fotografías: Olga Portilla

    ‘Angélica’, ‘Amalfi’ y ‘Benhur’ son los nombres de las tres pulseras que desde diciembre del año pasado se comercializan en Miami y Barcelona, accesorios realizados por un grupo de 17 mujeres que hilan la seda, le dan color a las fibras y convierten los diseños realizados por Gemma Fernándiz, en hermosas manillas que no solo dan cuenta de la calidad y originalidad de la idea, sino de sus historias de vida.

    “Cada manilla tiene el nombre y la historia de la persona que la está tejiendo. Mi pulsera representa un sueño hecho realidad, porque muchas niñas quedan en embarazo y se convierten en madres solteras y les toca lidiar con eso, para ellas es muy complejo trabajar en la ciudad, entonces no sabemos qué hacer; pero gracias a Bless Ladies tenemos la oportunidad de tener ingresos y estar con la familia”, describe Angélica Guata, una de las artesanas.

    Ella es una de las tres mujeres que, inicialmente, decidieron participar de este proyecto, por eso recibieron ese “premio” de que las pulseras tengan su nombre. La otra mujer es Amalfi, lideresa de las artesanas y quien desde hace más de 15 años creó una asociación llamada Agroarte, donde se dedica a encubar, cultivar y criar el gusano de seda para luego sacar la fibra y los hilos con los que hace grandiosas telas para transformar en chales, ruanas, bufandas o lencería para la cocina.

    “La artesanía que hacemos nosotras es a nivel local y nacional, ahora es la primera oportunidad de que un producto nuestro salga de una vez al extranjero. La gran recompensa es que va a trascender a lo internacional y allá van a valorar el arte que hacemos en El Tambo”, Amalfi.

    Amalfi vive en la Muyunga, vereda que pertenece al corregimiento de Piagua (ubicado al oriente de la cabecera municipal de El Tambo), su casa está rodeada por la morera, planta consumida por el gusano de seda que suministra la materia prima para elaborar sus productos. En el municipio de El Tambo ella es muy conocida gracias al arte que hace con sus manos y a los proyectos que ha liderado, entre ellos, el capacitar a las mujeres en la sericultura.

    Así son las manillas que elaboran las mujeres de la zona rural de El Tambo, y que son vendidas en Miami y Barcelona.

    En su experiencia como artesana ha presentado varias convocatorias de entidades como Usaid y Sena para fortalecer y consolidar su emprendimiento; precisamente allí conocería a Oriana Mendoza, quien por muchos años fue directora de la Cámara de Comercio del Cauca, y un día decidió renunciar para crear su empresa.

    Este encuentro marcaría lo que hoy es ‘Bless Ladies’ y ‘Kina Dona’, la empresa y la marca comercial de un proyecto que se dedica a vender pulseras –y bolsos hechos en fique- elaborados por mujeres campesinas, afros e indígenas de la zona rural de El Tambo y Silvia.

    “Ella me ayudó a realizar el plan de negocios para mi empresa, ahí la conocí, después me llamó y me dijo que si podía hacer unas muestras entre seda y fique para unas pulseras, entonces yo me dediqué a buscar en el sector fiquero cómo hacer esa mezcla, pero no la encontré; y me puse a investigar, hice un proceso experimental y les presenté la propuesta, manejando el eslabón de la seda sacamos la fibra que les gustó a las socias de la empresa, y así empezamos a hacer el prototipo, luego ellas vinieron a enseñarnos a cuatro mujeres, y en el proceso de réplica ya somos 17 en este proyecto”, comenta Amalfi Guata Campo, artesana del municipio de El Tambo y líder de Agroarte.

    Para Oriana Mendoza, su vida ha sido llena de bendiciones por eso decidió ponerle así a la empresa: ‘Bless Ladies’ (mujeres bendecidas), y también considera una bendición el haber encontrado a cada una de las mujeres que hacen parte del proyecto; primero porque cuando renunció a su trabajo en el que se desempeñó por más de nueve años, encontró una oportunidad con su socia y amiga española Gloria Ferrer, quien estaba en su misma situación: querer darle un cambio a su vida y dedicarle más tiempo a sus hijos y a su familia.

    “Tomé la decisión de renunciar para tener más tiempo para ser mamá. Soy emprendedora, vengo de una familia de empresarios y esa es la sangre que corre por mis venas. Después de un año y medio estoy haciendo realidad mis sueños, cambiando de vida, sirviendo a la comunidad y apoyando a mujeres en mi misma condición, que quieren tener más tiempo para sus hijos, para fomentar y sembrar valores en sus familias, tener mucho más tiempo para la crianza de estas nuevas generaciones, pero sin dejar de lado la generación de ingresos y nuestro empoderamiento económico como mujeres”, indica Mendoza.

    Para 2019 los planes de esta empresa son: producir el combo de pulseras para parejas, hacer una gran campaña para el día de la madre, sacar el bolso de fique con artesanas de Silvia, preparar las campañas para amor y amistad y diciembre. A mitad de año se tomaría la decisión de abrir un punto de venta en Cartagena.

    Así mismo, señala que a pesar de no ser fácil, de haber tenido que superar las etapas de “prueba – error”, de ensayar diferentes fibras, colores, modelos, tintas para pintar las fibras, diferentes broches, cumplir la medida y la ficha técnica enviada por la diseñadora que vive en Barcelona; a finales del año pasado lograron tener los primeros tres modelos que comercializaron con éxito en Estados Unidos durante diciembre.

    “La aceptación ha sido muy buena, mi socia ha estado muy contenta, tenemos pulseras para todo tipo de mujeres, una orientada a las jóvenes, otros dos estilos más para el segmento de las ejecutivas, y en variedad de cuatro colores. Que estén hechas en seda les ha gustado mucho, seguimos mejorando. Sacaremos pronto un combo para parejas”, agrega Oriana Mendoza.

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    Para las mujeres de esta zona rural de El Tambo, el proyecto les ha cambiado la vida, así como a Oriana, ya que pueden dedicarse a labores del hogar, trabajan desde la casa, no solo en la agricultura sino en la creación de artesanías, labor que les representa unos ingresos económicos para contribuir al sostén de su familia.

    “Somos personas que vivimos del día a día, de los cultivos, pero los productos del campo se demoran su tiempo en salir al comercio, se pueden tardar hasta tres meses para cultivarlos y sacarlos a la venta; y mientras uno espera, lo más urgente es buscar para comprar la comida, por eso algunos se van a la ciudad, pero uno con hijos no puede, entonces gracias a esta propuesta no tenemos que preocuparnos por la comercialización, y podemos compartir con nuestra familia y generamos nuestros ingresos”, destaca Angélica.

    Para doña Amalfi, el valor agregado de este proyecto es el apoyo y la importancia que se les da a las mujeres rurales, a las campesinas que tienen muchas habilidades, a quienes desean rescatar la tradición de tejer y coser, y la posibilidad de tener unos ingresos dignos para ellas.

    Finalmente, Oriana destaca que lo más importante es la historia de vida que lleva cada pulsera, además de la calidad de material y la elaboración, “es ver cómo mujeres como Gloria, Amalfi, Angélica, María Jacinta y como yo, queremos cambiar las condiciones de vida de nosotras y de nuestra familia. Es una invitación a soñar, y decir, los sueños sí se hacen realidad”.