Andenes y aleros

LUIS ARÉVALO CERÓN

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En los sectores antiguos o históricos de ciudades y poblaciones existen las aceras que son la parte de la calle por donde transitan los peatones; esa franja lateral a las vías de circulación, generalmente pavimentada, situada a un nivel superior a la calle, constituye la parte de seguridad para el ciudadano de a pie; debe ser respetada por vehículos de cualquier índole y permanecer despejada para cumplir su objetivo; es necesario que esté en buenas condiciones con el fin de facilitar el tránsito de la gente; especialmente las personas de la edad dorada, los niños y los discapacitados requieren de estas condiciones que garanticen su calidad de vida; lamentablemente esta definición no se cumple; en Popayán, por ejemplo, estas franjas paralelas a las calzadas por lo general permanecen en mal estado o casi destruidas; en lugar de sitios seguros, son unas verdaderas trampas; el problema aumenta cuando están ocupados por carros o motocicletas que se parquean sobre las aceras obligando al peatón a bajarse a la calle exponiéndose a ser atropellado; por ventas de toda clase que impiden la normal circulación de los ciudadanos; por corrillos que se olvidan de sus semejantes que necesitan transitar y les impiden el paso; por el excremento de los perros, llamados mascotas, cuyos dueños no recogen durante el paseo mañanero o vespertino; es necesario tener en cuenta estas advertencias en procura de defender el buen vividero que es la Villa de la Asunción.

La parte inferior y sobresaliente del tejado constituye otra característica de las viviendas antiguas; da la impresión que a los antepasados les preocupaba defenderse del sol o de la lluvia; ese voladizo de la pared proporciona refrescante sombra en los días soleados o sirve para no mojarse cuando llueve; fenómenos climáticos de los cuales nadie se salva si transita por un sector moderno, cuyas construcciones de dos o más niveles carecen de esa protección; en Popayán, esta parte de los techos, también presentan indicios de abandono en varios sectores; constituyen un peligro latente, porque en cualquier momento pueden desplomarse; caso concreto se observa en la calle 7 entre carreras 9ª y 10ª donde la fachada disimula un lote abandonado; en otros sitios son reparados como a media cuadra de la Torre del Reloj por la calle 5ª; después del terremoto de 1983 se reconstruyeron la mayor parte del sector histórico, pero después de tres décadas requieren de una revisión en aras de la seguridad de los transeúntes, quienes acostumbran a pasar desprevenidos.

Ante estas anomalías se requiere la acción de los ciudadanos; es de resaltar la Veeduría Ciudadana del Patrimonio Histórico y Natural de Popayán; hace algún tiempo envió un Derecho de Petición al alcalde actual en los siguientes términos: “Al transitar por el sector de la carrera 6ª entre el Puente del Humilladero y el Hospital San José, pueden observarse una serie de anomalías, algunas de las cuales nos permitimos citar a continuación, sobre las que vale la pena que su administración adopte los correctivos y medidas de urgencia, ya que se trata de una zona situada prácticamente en el centro de la ciudad, por la que deben pasar de manera casi obligada y a diario tanto propios como visitantes; esta situación ha venido incrementándose en los últimos años, sin que se note la presencia de la autoridad y, por el contrario, hacen que el sector se haya convertido en una verdadera vergüenza: los andenes son aprovechados por los comerciantes para invadirlos con sus productos ocupando el espacio público peatonal; existe un mini-terminal de transporte donde parquean buses que cubren la ruta Popayán-Piendamó-Morales; es imposible para el peatón transitar por las aceras de la galería del Barrio Bolívar ante la invasión de puestos de venta de mercancías; la carrera sexta frente a la galería es invadida por carretas, carretillas y toda clase de automotores lo que convierte en caótica la situación, especialmente durante los días de mercado; los camiones y transportes de productos e insumos para los almacenes se estacionan de cualquier manera; hay también negocios de baja categoría que hacen muy inseguro el sector; existe gran desorden y ausencia de autoridad en el semáforo de la sexta con avenida Vásquez Cobo; todo lo anterior contribuye a la pésima presentación de la zona donde también se observan basureros y lodazales”; estas denuncias ratifican la problemática de los andenes y aleros.