Al oído del gobernador Oscar Campo

GUILLERMO ALBERTO GONZÁLEZ MOSQUERA

El gobernador electo debe estar pensando por estos días en los nombres que integrarán su primer gabinete. Los 205.000 votos que obtuvo le darán cierta solvencia y tranquilidad para que la escogencia no tenga las ataduras que de otra forma hubieran podido dificultar su escogencia. Puede salir con nombres de su entera confianza, sin consulta con los directorios políticos y juzgando más bien por capacidades y merecimientos derivados de una buena experiencia y conocimiento de sus respectivos sectores.

Pero hay un asunto en el que es forzoso acertar y es en el nombre del nuevo Secretario de Educación. Tanto él, en la gobernación como el doctor César Cristian en la alcaldía, saben que con las actuales cifras de la calidad educativa en el Cauca, va a ser extremadamente difícil, por no decir que imposible, encontrar los caminos del desarrollo. Está comprobado en muchos sitios del mundo y no hay necesidad de argumentar demasiado, que si la calidad educativa es deficiente o no es pertinente, son esquivas las fórmulas para combatir la pobreza, la desocupación y la inclusión social.

Este diario trajo el domingo pasado, una importante crónica sobre los resultados de las pruebas Saber 11, según datos dados a conocer por el Ministerio de Educación y el Icfes. Por regiones, el Cauca aparece entre los 5 peores departamentos de Colombia, compartiendo su vergonzosa localización con Chocó, Magdalena, Bolívar y Amazonas. La muestra es reciente pues fue tomada en agosto pasado y si se compara con la resultante de los últimos años, hay estancamiento y no existe mejoría. Nuestro departamento se ubica en el puesto 28 entre 32 y ello es sencillamente lamentable.

Si bien Popayán, ha venido mejorando y el 49.68% de sus estudiantes se posiciona en los primeros lugares de las pruebas, lo cierto es que este resultado es igual al del año anterior y mostraría estancamiento. El secretario de Educación Municipal, doctor Céspedes dice que ha tenido un crecimiento sostenido desde el 2006 y que Popayán se ubica en el puesto 14 entre las ciudades capitales. Eso podría ser alentador, pero el problema sobreviene con los altos índices migratorios y de desplazamiento que afectan indudablemente a los planteles que reciben esta población. Las medidas, pues, que deben tomarse serán compartidas con el Departamento si se quiere impactar positivamente a la capital.

No tenemos información sobre la forma en que nuestras universidades y especialmente la del Cauca, estén comprometidas en ayudar a solucionar esta triste situación. Esperemos que sí y que respondan no solo porque su función está en mejorar el entorno, sino porque reciben directamente el impacto de lo que está sucediendo en la región.