Los familiares de Luis Felipe Torres Torres, un niño de seis años, consideran que se presentaron múltiples irregularidades médicas en el hospital universitario San José, bajo lo que ellos califican como falsa sospecha de Covid-19 y que lamentablemente terminaron con la vida del pequeño.
De acuerdo con Isolina Torres Solís, madre del pequeño, todo sucedió desde el 7 de junio, cuando el niño llegó remitido urgentemente desde la unidad médica de Guapi, Cauca, luego de presentar una severa alergia tras consumir atún.
“Como en este municipio no hay cómo atender esta clase de urgencias, entonces optaron por remitirlo a un centro de mayor complejidad, es decir, el Hospital Universitario San José, acá en Popayán. Dicho trasladado se efectuó, a través de un vuelo expreso, de ahí que ingresara a este último centro asistencial, donde inmediatamente lo introdujeron a la sala Covid, tras practicarle la correspondiente prueba, a pesar de que el diagnóstico de remisión era por la intoxicación y por alergia, nada relacionado con enfermedades respiratorias, ni siquiera por rinitis”, denuncia Isolina Torres Solís, madre de Luis Felipe Torres.
A pesar de esto, y dando una valoración apresurada y sin fundamento científico sólido, según considera la familia, el niño después terminó entubado y sedado hasta que se generó una muerte cerebral; luego declararon formalmente su deceso. Después, el 16 de junio, llegaron los resultados de las pruebas, por parte del Instituto Nacional de Salud, donde establecen que Luis Felipe Torres Torres no padecía Covid-19.
“Me lo mataron, eso hicieron con mi niño, porque nunca me indicaron qué hicieron con él, me le aplicaron un tratamiento para Coronavirus, cuando mi pequeño nunca padeció ni siquiera de neumonía, como luego me dijeron esos médicos que lo atendieron cuando estaba ya en esa sala. Es que las irregularidades empezaron en el mismo ingreso, porque debió ser internado en el área de pediatría porque el diagnóstico era una alergia por el consumo de ese atún, más no por ese virus”, agrega la compungida madre, quien regresa por tierra, y luego por el mar, a Guapi con el cadáver de su pequeño.
Luego de esto, en los últimos días que permaneció en la sala Covid, los médicos no adelantaron más procedimientos con el pequeño hasta que ya fue declarada por ellos su muerte por el virus, a pesar de que ya existía la prueba que establecía todo lo contrario, que Luis Felipe Torres Torres nunca padeció dicha enfermedad. Ya en la noche del viernes 19 de junio declararon ante la mamá su deceso.
“Solicité al médico la historia clínica de mi hijo, pero se negaron hacerlo. Además de eso fui maltratada psicológicamente y verbal por algunos médicos de turno, todo porque pedía respuestas sobre lo acontecido con mi muchacho, es que ellos descuidaron a mi hijo, los últimos días, no le brindaban atención prioritaria, tampoco lo monitoreaban, algo que no se debía hacer por tratarse de un menor de edad en estado de indefensión”, agrega Isolina Torres Solís.
Tras esto, el personal de este centro asistencial entregó un certificado defunción donde establece que la causa del deceso fue por Covid, cuando ya existía el resultado de la prueba que determinaba todo lo contrario. Aún así ordenaron cremar el cadáver del niño, de ahí que la familia se opusiera a ello.
“Claro, como entregaron ese certificado, a todas luces alejado de la realidad, Medicina Legal no quiso realizar necropsia, procedimiento que nos ayudaría a establecer con mayor precisión las causas de la muerte de mi hijo, ahora entonces, denuncié este caso ante la Fiscalía porque queremos que se haga justicia en este caso y que otras personas no sean tratadas de esa forma”, acotó Isolina Torres Solis al exponer la respectiva denuncia ante el ente investigador.
Ahora, entonces, queda abierta la posibilidad de que las directivas del hospital Universitario San José entreguen su versión frente a la denuncia hecha por esta guapireña de 48 años de edad.