- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Clasificados
- Especiales
Caldono y Miranda en el Cauca son los municipios beneficiarios de esta iniciativa que inicia su segunda fase con el objetivo de llevar servicios bibliotecarios itinerantes al campo colombiano.
Redacción fin de semana
@elnuevoliberal
Visitar 220 veredas en municipios afectados por la violencia es el objetivo de la segunda fase del proyecto ‘Bibliotecas públicas por las veredas y los caminos de la paz’ que lidera el Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional de Colombia y el Fondo Nacional del Ahorro.
En el Cauca, Miranda y Caldono, con 11 veredas cada uno, son los territorios beneficiados.
Cabe recordar, que en el marco del proyecto de las 20 bibliotecas públicas móviles instaladas en 2017 por el Ministerio de Cultura en las zonas donde se instalaron las Zonas Veredales (hoy Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación), este año se dio inicio a un proyecto que beneficiara a las zonas aledañas donde se instaló esa biblioteca, con servicios de extensión como talleres de lectura, escritura, cineforos, entre otras actividades.
De acuerdo al balance que presenta la Biblioteca Nacional, de esa primera fase que se ejecutó durante el primer semestre, los bibliotecarios itinerantes llevaron a las veredas 648 talleres de lectura y escritura, de creación de contenidos, de apropiación de tecnologías y cineforos, que fomentaron el encuentro comunitario y propiciaron el desarrollo de habilidades.
Se cuenta que fueron más de 17 mil asistentes en los 13 departamentos del país donde estuvo presente el primer momento de ese proyecto, un impacto importante para los creadores de esta iniciativa, que destacan una vez más la importancia de ofrecer servicios bibliotecarios en las comunidades rurales del país.
“Uno de los principales retos que tenemos con la Red Nacional de Bibliotecas Públicas es llevar los servicios bibliotecarios a las comunidades rurales de nuestro país. En este camino, hemos encontrado en el Fondo Nacional del Ahorro a un valioso aliado que nos ha acompañado desde este año de manera decidida en la misión de llevar la lectura, los libros y la tecnología a territorios apartados”, destaca Consuelo Gaitán, directora de la Biblioteca Nacional de Colombia.
Así mismo, cuenta que para esta segunda fase, que para el caso del Cauca recorrerán 11 veredas del municipio de Caldono y 11 de Miranda, el objetivo en los 11 departamentos es lograr más de 500 talleres de lectura y escritura, uso y apropiación de tecnologías, creación de contenidos locales y cineforos; actividades que buscan beneficiar 220 veredas, y donde 11 bibliotecarios públicos serán los encargados de ofrecer servicios itinerantes y de fortalecer los lazos comunitarios a partir de la cultura y la lectura.
Además, el proyecto formará a 40 lectores voluntarios, quienes aportarán al desarrollo de esta iniciativa cultural por medio de la promoción de la lectura; también contribuirán al diseño y la ejecución de nuevos servicios en las bibliotecas, a la realización de las actividades de extensión bibliotecaria, y a la movilización de las maletas viajeras y de los libros en estos territorios.
En diálogo con algunos beneficiarios de estos proyectos, señalan que además de aprender, de que los niños tengan más materiales con los cuales interactuar y hacer volar su imaginación, y con los que los adultos han logrado conocer un poco más de estas herramientas y de los libros; también se ha sembrado una semilla de esperanza en estos territorios, que en su mayoría están ubicados en lo más recóndito del territorio nacional.
Entre las anécdotas que narran los bibliotecarios, nos encontramos con que en estas zonas que antes fueron escenario para el conflicto entre distintos actores armados, hoy la labor de la Policía o del Ejército es ayudar a cargar los libros y movilizarlos entre vereda y vereda. También hay zonas donde no entra carro, entonces en moto o a lomo de caballo los bibliotecarios con su “maleta viajera” llegan hasta esos lugares, pareciera que nada impide que la educación y la tecnología se expanda por los territorios.
“Con este proyecto se pretende llegar a veredas donde muy escasamente si tienen una escuela no tienen más acceso a otras cosas, incluso no tienen ni restaurante escolar, entonces llegar a estos lugares con cuentos, con cine, con desarrollo de tecnologías, eso hace que nuestros niños se sientan muy felices, en algunas zonas han llegado familias y han visto la importancia que tiene el acceder a los libros”, comenta Luceli Narváez López, bibliotecaria de la paz en Caldono.
Así mismo destaca que a pesar de que son territorios complejos, en la vereda Andalucía han contado con apoyo de la Policía, quienes ayudan a transportar las maletas a las demás veredas, mientras ella se traslada en moto con otros materiales, una alianza que garantiza la llegada del material en estos territorios.
Por último, Luceli concluye que una biblioteca trae armonía, y hace que los niños se alejen de otros factores que pueda haber dentro de su comunidad, igualmente afirma que hay que educar a la gente, formarlos en todos los aspectos, porque “un pueblo educado, con mejores niveles de educación transforma muchas vidas y eso es construir paz, porque es esa semilla desde donde nace el yo querer ser alguien en la vida”.
Comentarios recientes