Voluntad, planeación y estabilidad empresarial

ORIANA MENDOZA VIDAL

“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica, esta es LA VOLUNTAD” fueron palabras de Albert Einstein. Indudablemente la voluntad está conectada con la perseverancia y ésta con la prosperidad. En el mundo empresarial se habla de esfuerzo, constancia, visión, técnica, para alcanzar el éxito y cuando se logra ¿cómo mantenerse?

A veces del afán sólo queda el cansancio y en ocasiones un gran cúmulo de errores que nos devuelven al “punto cero”, es decir, pensamos que volvemos a empezar desde cero, pero no es así, ya recorrimos un camino que nos llena de experiencias y enseñanzas sobre lo que se hace y no se hace en el plano de los negocios y relaciones personales. Así, con voluntad y perseverancia, persiguiendo un sueño empresarial y personal, las cosas van saliendo cada vez mejor.

Para lograr cierto nivel de desarrollo empresarial, es necesario recordar algunas pautas que conducen a tener unas finanzas estables. Muchas de las empresas en Colombia son familiares, por lo tanto, la primera tarea por realizar es separar las finanzas familiares de las empresariales, es decir, hacer un presupuesto sensato de los gastos familiares, determinar salarios adecuados para cada familiar y ser disciplinados en su cumplimiento; parece sencillo, pero se torna difícil si no hay voluntad para dar el giro hacia la organización de las finanzas empresariales. En consecuencia, otro presupuesto infaltable, es el de la empresa, escribir detalladamente los ingresos y los gastos de todas las actividades implicadas en la elaboración del producto o la prestación del servicio hasta que llega al cliente. Una vez se identifican tanto los ingresos como los gastos, se puede más fácilmente trazar metas de crecimiento de ingresos por unidad de negocio, al tiempo que se controlan racionalmente los gastos, logrando identificar cuáles son los productos o servicios más rentables de la empresa. Este ejercicio es clave para sanear las finanzas corporativas y lograr su sostenibilidad en el mercado.

Un aspecto que no tenemos tan presente cuando estamos poniendo en marcha una empresa es el impacto de los impuestos en nuestras finanzas, y más en Colombia donde la legislación relacionada con la tributación es poco estable. Pues bien, un análisis pormenorizado de la situación tributaria de la empresa en función de su estatus jurídico, genera claridad a la hora de visualizar los costos de producción y en esa línea la fijación de los precios de nuestros productos y servicios. Existen empresarios con muchos años en el mercado, pero aún no tienen claro sus costos de producción y por tanto determinan los precios con base en la competencia o mera intuición, lo que en algún momento los conducirá a inconvenientes financieros.

Sin embargo, cuando la empresa alcanza cierto nivel de crecimiento y reconocimiento en el mercado, su dueño y gestor tiende a quedarse en una zona de confort desde el punto de vista de los procesos y procedimientos, así como desde lo personal. Pocas veces nos han dado pautas para vivir en la prosperidad y mantenernos en ella, estamos más acostumbrados a vivir en las afujías y carencias, así que cuando se disfruta de ella, se tiende a olvidar el camino recorrido para alcanzarla, cayendo en tentaciones de gasto excesivo, poca inversión, perdiendo oportunidades de nuevos mercados o apertura de unidades de negocio. Recordemos que en épocas de vacas gordas se ahorra para las vacas flacas y se levantan los cimientos que protegerán nuestra empresa de los avatares propios de la economía y el mercado. Así las cosas, la humildad como actitud de vida personal y empresarial, se premia con abundancia, honor y vida, para disfrutar de lo verdaderamente importante: la salud, la familia y el servicio, en un ambiente duradero de prosperidad.