LUIS GUILLERMO SALAZAR SALAZAR
Nos encontramos muy próximos a cumplir un mes de haberse iniciado la protesta ciudadana que, sin ser su objetivo, ha permitido violar los Derechos Humanos de todos nosotros.
Se trata de unas justas reclamaciones, toda la Comunidad Colombiana las reconocemos como propias, pero no justificamos los actos apátridas cometidos por los vándalos
En todos los medios de comunicación y muy especialmente en las redes sociales hemos tenido la oportunidad de: escuchar, de ver imágenes, videos o afiches que comentan, acusan, auguran o profetizan días nefastos para el pueblo colombiano.
Es obligación para quienes creemos en La Divina Providencia exigirle al Estado Colombiano que les permita a todos y cada uno de sus habitantes el poder disfrutar de: salud, educación, trabajo, recreación y vivienda, dignos de un ser humano.
Necesitamos generar empleos de emergencia para las comunidades indígenas y campesinas que habitan en las partes altas de las cuencas hidrográficas de todos los ríos del país empezando por: El Cauca, Magdalena, Patía, Caquetá ,Mira, Iscuandé, San Juán, Yurumanguí, Baudó, Atrato, Sinú, San Jorge, Fundación, Manzanares, Rancherias, Chucurí, Suárez, Chicamocha, Lebrija , Sarare, Arauca, Meta y Guaviare .
Las Corporaciones Regionales tienen la información suficiente para emprender de manera inmediata la ejecución de los programas dirigidos a repoblar, conservar y proteger los bosques nativos de la zona andina y los manglares de nuestras dos costas, utilizando la mano de obra que existe en las diferentes áreas del proyecto, estimulándolos económicamente de tal manera que se sientan dueños de sus nuevos cultivos.
El Estado Colombiano debe hacer presencia física en todas las regiones donde sea necesario mejorar las carreteras veredales, para comunicar los centros poblados que se encuentren dentro de la zona con poblaciones de mayor tamaño pero, utilizando placas de concreto rígido permitiendo así darle ocupación a la mano de obra local.
Con el establecimiento de Cooperativas Agroindustriales se estimulan las actividades propias del cultivo, la conservación y el mercadeo de aquellos productos que necesitamos para nuestra propia alimentación y además convertirnos en exportadores de los excedentes al mundo entero.
Todo lo anterior para generarle a nuestras juventudes y profesionales de todas las etnias la posibilidad de ver cumplidos sus sueños de progreso dentro del territorio colombiano y que puedan desarrollar todo su potencial intelectual en beneficio de la Humanidad. Que hermosa es nuestra patria, unámonos todos para gritar VIVA COLOMBIA.