Velasco, el payanés que va por la Presidencia del país
Por: Gabriela Guerrero Riaño
@GabyRiaoG
El Senador de la República, Luis Fernando Velasco es un caucano que busca aportarle a la paz y a la construcción del país. Velasco, es un joven educado en el colegio Champagnat y la Universidad del Cauca, proviene de una familia de línea liberal con valores que defienden las causas sociales.
Abogado, de la Universidad del Cauca, con posgrado en Alta Gerencia en la Universidad Icesi, maestría en Gobierno y Administración Pública en el Instituto Ortega y Gasset adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.
Ha sido concejal de su Popayán, en dos periodos, fue líder del grupo de la sociedad civil de “Caucanos por la Paz”, organización que impulsó el proceso de paz con el movimiento guerrillero M19 y posteriormente con el Quintín Lame. Fue Secretario de Gobierno del Cauca, Presidente del Congreso de la República, Director para la Prevención y Atención de Desastres, Gerente de la Corporación para el Desarrollo de la Microempresa y Consejero de la Presidencia para el Plan Sur.
En entrevista para este diario habló de sus propuestas para Colombia y la región caucana, mostrando su capacidad de trabajo en equipo y enfoque conciliador.
Gabriela Guerrero Riaño: Senador Luis Fernando Velasco, hemos visto que un amplio sector de comerciantes, mujeres, víctimas e indígenas, entre otros, han solicitado su precandidatura a la Presidencia de Colombia. Cuéntenos un poco sobre su carrera política.
Luis Fernando Velasco: Soy un patojo que nació en un barrio popular de Popayán que ha contado con la suerte de tener amigos solidarios. Hoy trabajo por la región, y siempre he trabajado por las causas sociales, en defensa de la ciudadanía.
En el Cauca, cuando llegué al Concejo, luché por los “chanceros” un gran sector popular en la ciudad. He defendido diversas causas para generar salidas negociadas al conflicto en mi región, que ha sido un departamento golpeado por la violencia, por eso fui presidente de ‘caucanos por la paz’; en el marco de esa presidencia pudimos servir de facilitadores del proceso de paz que el Gobierno hizo con el M-19 y luego con el Quintín Lame.
Como presidente del Senado, logré entregarle instrumentos al Presidente de la República para acabar la guerra con las Farc. Mi carrera ha sido coherente y esa coherencia me identifica en lo que he defendido de toda mi vida.
GGR: ¿Cuáles son esas gestiones, adicionales, que ha hecho por el Cauca?
LFV: Cuando fui alcalde de Popayán avanzamos en infraestructura vial, en 2 años y 7 meses, logre sacar la variante de esta ciudad, ampliar la vía Panamericana a 4 carriles, habiéndola recibido totalmente deteriorada.
Construí anillos viales en la ciudad, todos los programas de vivienda más grandes que se han hecho en Popayán llevan mi ‘firma’. Logré trabajar con los jóvenes y los ancianos de nuestra tierra. Popayán siempre ha sido una ciudad grata conmigo, me ha dado un gran reconocimiento y respaldo.
Yo valoro mucho ese apoyo, por eso me he formado toda mi vida para dar lo mejor de mí a la región, me he preparado para tener una buena comunicación con la gente y para entender los problemas que viven y ayudar a construir una propuesta que resuelva esos problemas.
GGR: Como precandidato a la Presidencia que propone para Colombia ¿Cuáles son los puntos centrales para trabajar?
LFV: No solo caucanos, amigos de todo el país que han visto mi trabajo, me han dicho que tengo la experiencia para asumir este reto; por esto y con el fin de construir paz, un elemento central de mi propuesta es acabar la polarización.
Este país tiene que reconocerle al señor expresidente Uribe lo que hizo, y este país más temprano que tarde, reconocerá que la obra más importante del presidente Santos fue acabar el conflicto con las Farc; pero Colombia es mucho más que Santos y que Uribe, Colombia tiene más problemas y necesita generar liderazgos colectivos, no individuales, para enfrentar todos los problemas.
Necesitamos dirigentes que sean capaces de construir puentes que junten a todos, no que basen su prestigio y su fuerza en construir muros que aíslen. Yo quiero jugar ese papel de juntar y construir.
El elemento central que yo plantearía en una campaña política es una revisión total al modelo de desarrollo en económico. Lo resumo de la siguiente manera: En Colombia hoy lo que produce riqueza, en los últimos 200 años, es la especulación y las buenas relaciones con el alto gobierno, es decir, la corrupción. Eso debemos acabarlo, lo que debe producir riqueza en nuestra sociedad es el trabajo.
Le cuento una anécdota, hace unos días un bogotano me dijo: “Senador no se justifica que nosotros los tenderos nos levantemos todos los días a las 4:00 de la mañana y cerremos a las 8:00 de la noche, y que cuando lleguemos a los 60 años alguna persona bien relacionada con el gobierno, con solo 2 negocios, haga una fortuna que nosotros no hemos podido hacer en 50 años de trabajo”.
Por eso en Colombia necesitamos un modelo económico que privilegie el trabajo. Que el sistema tributario no castigue el consumo para que la industria se pueda manejar en nuestro país, para que los aranceles defiendan la industria nacional, que tengamos una verdadera política integral de turismo para que nuestro país no sea solo el mar, sino también las montañas, la cultura su gente; a eso yo quiero llegar a una presidencia.
GGR: ¿Cómo daría esta pelea?
LFV: Yo quiero llegar a una presidencia y para llegar ahí debo enfrentarme a unos poderes muy grandes y estoy dispuesto a dar esa pelea. Yo no creo en los delfines. Hay un mensaje que se mueve por WhatsApp y dice: “usted no puede pedirle a las mismas familias que nos han mal gobernado durante 200 años que nos gobiernen bien ahora”.
Yo sí creo que hay debe haber un cambio, y el Partido Liberal debe darse la pela, hay que buscar. Usted no puede con la misma gente hacer algo distinto. Enfrentarse a la maquinaria no es fácil. Si yo no soy la persona, estoy dispuesto a ayudar a quien vaya por esta misma línea. No soy un caudillo, no me creo que soy el único, pero creo que puedo liderar el equipo, porque debemos defender estas ideas, porque creo en el liderazgo colectivo, no en el caudillismo.
Otro elemento es uno que yo valoro mucho, porque yo fui víctima de un fallo de la justicia. A mí me quitaron la libertad por una persecución, que aún no está aclarada, y fueron los falsos testigos los que yo pude develar con mi equipo jurídico. Por qué digo que esto es valioso, porque como he sido víctima sé que uno de los elementos centrales que necesita este país es que los ciudadanos vuelvan a creer en la justicia.
Todo lo que me ha sucedido lo he convertido en algo positivo, incluso este elemento tan complejo. Me la jugué a fondo con el proceso de paz, pero también recuerdo que en el año 2008 en Caquetá me hicieron un atentado donde estallaron 9 bombas e hirieron a mis acompañantes. Fui capaz de superar eso para ayudar a que el país acabara un conflicto, ahora lo que sigue es construir la paz.
GGR: Senador, en el tema de la paz ¿Cuáles son los retos que vienen para el país?
LFV: Un elemento del Acuerdo es que éste acabó el conflicto que existía con las Farc, es evidente que el Estado debe honrar la palabra de ese Acuerdo y el gran reto es construir la paz.
Hoy acabamos un conflicto armado, pero si nosotros no somos capaces de crear unas condiciones económicas que mejoren la vida y que les den opciones por fuera de la ilegalidad a los campesinos de este país, se vuelve a prender la guerra. Esa es la construcción de paz, tener la generosidad de recomponer el presupuesto de este país. Crear un programa masivo de pavimentación de vías terciarias es fundamental para que los campesinos no solo produzcan sino que también transporten sus productos. Con el tema de las regalías, se deben sembrar, no todo es cemento, en el Cauca hay una experiencia muy linda con el café; así como existe esa, deberían existir muchas más experiencias exitosas.
GGR: Finalmente, ¿Cómo se construye paz a través del debate?
LFV: Esa construcción de paz, insisto, parte de que en el debate político nos veamos como contradictores, no como enemigos. Este es un elemento central, yo no puedo descalificar a nadie.
Me molesta mucho el tono del debate colombiano. Aquí cuando la derecha quiere aislar a alguien socialdemócrata o alguien de la izquierda le dicen “enmermelado, guerrillero, asesino”; y cuando la izquierda entra a debatir con alguien de la derecha, a cambio de escuchar argumentos, escuchamos palabras como “paramilitares, vendidos, asesino, motosierra”. Ese no es el debate que yo quiero para Colombia, nosotros debemos ser capaces de debatir modelos de desarrollo, ideas que aporten a construir el país.
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