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CARLOS E. CAÑAR SARRIA
Por Decreto del 24 de abril de 1827 dictado por el Presidente de la República General Francisco de Paula Santander y en desarrollo de la Ley del 18 de mayo de 1826, instalada el 11 de noviembre de 1827 se crea la gloriosa Universidad del Cauca.
La visión, la misión, los objetivos generales y los principios de Unicauca, de manera coherente estàn encaminados al desarrollo integral de las potencialidades humanas que permitan la consecución de una Universidad para la paz. Se trata de una educación crítica, responsable y creativa. Una Universidad encaminada a formar personas con integridad ética, pertinencia e idoneidad profesional; demócrata comprometida con el bienestar de la sociedad en armonía con el entorno, donde sean posibles la investigación y la proyección social. Una Universidad centrada a formar personas fundamentadas en valores democráticos y participativos. Valores que no pueden ser otros que la solidaridad, la equidad, la justicia, la tolerancia, el respeto por las diferencias, apología de los derechos individuales y colectivos, en fin, principios acordes a un verdadero Estado Social de Derecho.
Mediante sus diferentes programas, sólidos y competentes, la Universidad del Cauca mantiene vigente su compromiso en la solución de los problemas y necesidades màs apremiantes del país, lo cual da sentido al conocido lema de “una Universidad de todos, para todos y…todos los días”.
Podemos afirmar con toda contundencia, que no existe ningún rincón de Colombia- por lejano que sea- donde no esté o haya estado la presencia de Unicauca a través de sus egresados. Todos desde el desempeño de sus respectivas profesiones aportan constantemente en la construcción de un país más justo, pacífico, solidario y menos desigual.
La Universidad del Cauca avanza hacia la construcción de modernidad en Colombia. Por eso es escenario donde confluyen una serie de saberes y experiencias que dinamizan permanentemente el arte de enseñar y de aprender. Una universidad moderna se convierte en garante del desarrollo conjunto de la sociedad. En oportunidad y posibilidad de formar a las personas para la convivencia pacífica. Directivas, profesores, estudiantes, ex alumnos y otros actores en torno a un proyecto educativo institucional, comprometidos en trabajar con tesón en la construcción y consolidación de una nueva sociedad. Una sociedad más amable, capaz de reducir los diferentes tipos de violencias y en minimizar las condiciones de miseria. Una universidad comprometida en la investigación, análisis, discusión y solución de problemas locales, regionales, nacionales e internacionales, toda vez que el saber y el conocimiento son universales.
Como toda empresa de importancia, Unicauca ha tenido y es posible que siga teniendo sus enemigos y detractores, mas no podemos desconocer que al igual que cualquier institución, no le faltan momentos de crisis, dificultades que viene sorteando con responsabilidad, lo cual se traduce en el proceso de acreditación de sus programas, en la investigación, en la descentralización, en la proyección social y en las múltiples expresiones del arte y la cultura. Es consciente que le falta mucho por hacer tras la búsqueda permanente de la excelencia y de cara al postconflicto.
La Universidad del Cauca ha hecho presencia en toda nuestra historia republicana, es así como cuenta entre sus hijos ilustres, a jefes de Estado que han pasado por sus claustros : Joaquín Mosquera y Arboleda, General Tomàs Cipriano de Mosquera, General José María Obando, General José Hilario López, Froilán Largacha, Manuel Antonio Sanclemente, Manuel María Mallarino, Rufino Cuervo, Julio Arboleda, Eliseo Payàn, Ezequiel Hurtado, Andrés Ceròn, Joaquín Mosquera, Euclides Angulo, Guillermo León Valencia, Víctor Mosquera Chaùx y Carlos Lemos Simmonds.
La Universidad del Cauca al igual que las demás universidades públicas del país, hoy se encuentra en paro; directivas, estudiantes, profesores y demás estamentos universitarios somos conscientes de la grave crisis de financiamiento de las universidades públicas, de ahí el cese de actividades y las legítimas y contundentes marchas como mecanismo de presión social. Esperamos que el gobierno nacional y los legisladores, por fin entiendan que la educación es un baluarte contra el atraso y el subdesarrollo espiritual y material en toda sociedad democrática.
Quienes hemos tenido la fortuna de recibir los títulos de profesional, de Especialista y de Magíster, de participar como catedráticos y de educar a nuestros hijos en la Universidad del Cauca, nos sentimos orgullosos, inmensa y eternamente agradecidos. La Universidad del Cauca brilla con luz propia, es un baluarte del saber y la cultura que no podemos pasar por alto jamás y mucho menos en la conmemoración de sus 191 años.
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