Unidos somos más

ÁLVARO JESÚS URBANO ROJAS

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Fueron veintiséis días de taponamiento por parte de la minga organizada por el Consejo Regional Indígena del Cauca “Cric”, la Organización Nacional Indígena de Colombia “Onic” y demás organizaciones sociales, desbarajuste social que nos dejó una experiencia irrepetible, donde todos perdimos y quedó en evidencia que somos una sociedad contrahecha, amorfa, timorata y con alta dosis de insensibilidad social, con apremiante agresividad e intolerancia, donde afloraron ruindades de odio y mezquindad propias del cansancio, la impotencia y la desesperanza, con ambientes propicios para el hostigamiento y la animadversión, con una hipótesis irrefutable de ser una sociedad inviable ante la falta de cohesión social y capacidad negocial para afrontar nuestros conflictos.

Las grandes triunfadoras fueron la indiferencia y la exclusión social, denotando la fragilidad de unos gremios inermes, desmotivados, asfixiados tributariamente, dispuestos a cerrar negocios abandonando la ciudad, golpeados por el atropello y la indolencia por causa de nuestras propias adversidades; un gobierno central inflexible ante la exigencia de unos mingueros arrogantes, permeados por la izquierda radical, la guerrilla, el narcotráfico y anarquista de la peor calaña, que afectaron la infraestructura vial y atentaron con perfidia contra la vida humana, la salud pública, la seguridad alimentaria, el medio ambiente y el derecho al trabajo de todo el occidente colombiano; un gobernador y unos alcaldes invisibles, opacado por el poder central, sin voz y sin voto, de espaldas a los intereses de la región; una clase política incapaz, oportunista, ajena a los intereses colectivos del Cauca; un Popayán sitiado, amorfo, sin rumbo, al vaivén de nuestros equívocos, donde impera la ley del silencio, del más fuerte, de la corrupción, donde todo vale y todo se puede.

Los caucanos unidos somos más fuertes para negociar con el gobierno del Presidente IVÁN DUQUE MÁRQUEZ, si logramos consolidar la unidad desde la diferencia para reclamar con la vehemencia los derechos que nos corresponde como pago de la deuda histórica que tiene el país entero con el Cauca, como baluarte de la independencia y por ser el principal proveedor de agua y aire puro del territorio colombiano.

En el TALLER REGIONAL CONSTRUYENDO PAÍS, debemos tener capacidad negocial para llegar a un “Acuerdo sobre lo fundamental”, consolidando un proyecto región con soluciones concretas y un sistema de seguimiento a los compromisos que se suscriban, acordando mecanismos y veedurías ciudadana contra la corrupción. Proyecto de región que además de reivindicar el derecho de los mingueros, nos permita ejecutar un plan de acción para erradicar la pobreza, el hambre y el desempleo de las comunidades marginales y condenar los abusos contra los más débiles, haciendo del dialogo y el entendimiento los principios rectores de la convivencia pacífica.

En el Cauca taponar paga, las comunidades Indígenas invirtieron cerca de 450 millones de pesos, en los 26 días de taponamiento, mientras obtuvieron del gobierno asignaciones presupuestales por 823 mil millones de pesos para el próximo cuatrienio, en materia de vivienda, educación, salud, agua potable, saneamiento básico, proyectos productivos y emprendimientos entre otros sectores; mientras los contribuyente del sector productivos perdieron más de 170 mil millones de pesos, lo que refleja una total iniquidad y desequilibrio en las relaciones socioeconómicas.

Los caucanos debemos aprovechar la coyuntura para fortalecer los lazos de unidad regional, reconciliarnos y recomponer la hermandad, apoyar y fomentar la inversión privada, el desarrollo de la economía naranja con las industrias creativas en temas de emprendimiento, turismo, cultura, deporte, arte, música, medio ambiente y tecnología, así como obtener del Gobierno Nacional la culminación de obras de infraestructura como: la doble calzada Popayán-Ipiales, el corredor vial del Libertador, el nuevo aeropuerto, el ferrocarril del Pacifico, la represas de Patía, Brazo Seco, Micay y Julumito, la terminación de la troncal de oriente San José Isnos Paletará, la variante Timbío el Estanquillo, la refinanciación del Sistema Estratégico de Transporte público de Popayán, la reparación, ampliación y pavimentación de la vía alterna Suarez-Morales, que sirvió como corredor humanitario por donde ingresaron insumos y transitaron pasajeros, en medio de condiciones adversas.

Mientras no nos unamos para forjar liderazgos, renovar la clase política y concertar nuevas vías de negociación con el Estado, continuarán los taponamientos como mecanismo de recaudo de la deuda social con miras a lograr por vías de hecho la redistribución del ingreso y la consecución de recursos de fuente nacional por parte de las comunidades involucradas en la protesta social.