Una política pública universitaria para la paz

ROBERTO RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ

Decano Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales Universidad del Cauca.

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Durante el 2016 y lo que va corrido del 2017 nos hemos reunido 16 universidades públicas y privadas, convocadas por la Universidad Nacional de Colombia, para pensar en una política pública que tenga como vector central la educación superior al servicio de la paz en Colombia, y además para conformar una red de instituciones de educación superior que sustente y difunda nuestras iniciativas de paz.

Inicialmente se convocó a las universidades de las regiones durante una semana, y posteriormente se amplió la participación con universidades regionales de mayor poder económico, en lo que hemos llamado “una construcción democrática de política pública”, a partir del alma de las regiones azotadas por el conflicto político armado, trabajos de los cuales tenemos ya seleccionadas unas “líneas generales de una política pública para todas las Universidades” que aquí comentaremos.

La educación superior que construya paz debe contener –al menos- siete elementos, a desarrollar en cada región y por cada institución:

1. Debemos aprobar una Agenda, referida a la definición y desarrollo de nuestro verdadero compromiso con la paz; a la creación de equipos multidisciplinarios para la paz; a la destinación de recursos concretos; a ajustar las demandas educativas a las necesidades regionales y locales; a la creación de redes de colaboración entre Universidades y con otras instituciones; a la incorporación de enfoques diferenciados, de género, etnias, culturales, que construyan identidades sobre la base del respeto a las diferencias.
2. Trabajaremos en el estudio del conflicto armado y su solución dialogada, concretamente centrándose en la construcción de una cátedra de paz, urgente y necesaria para cada programa universitario, que encuentre desarrollos en todos los micro-currículos; y, además, trabajando “un nuevo humanismo”, ciudadano y participativo, que profundice la democracia.
3. Tendremos estrategias de acompañamiento y asesoría universitaria a instituciones y organizaciones regionales y locales, sobre todo proponiendo soluciones a los problemas sociales y comunitarios más relevantes.
4. Acompañaremos la implementación de los acuerdos de paz, es decir, asumiendo un liderazgo en torno a la comprensión, reglamentación y desarrollo de los acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y los Movimientos Insurgentes, pero, sobre todo, fortaleciendo “un plan especial de educación rural”, verdaderamente al alcance de nuestros campesinos, con puntos como: Fortalecimiento de las investigaciones científicas y sociales que construyan desarrollo humano; Incremento de los cupos universitarios en programas construidos con tratamientos especiales; Trabajando a fondo los temas de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario; Trabajando las reincorporaciones, los tratamientos a las víctimas, la construcción de convivencias y tolerancias; Promocionando la participación ciudadana y variadas formas de control político, ante todo con las corrupciones.
5. Debemos sensibilizar y difundir las acciones, planes y proyectos que construyan paz, impulsando la convivencia en las regiones, tanto a nivel comunitario como individual.
6. Realizaremos alianzas con actores sociales claves y con las autoridades locales y departamentales, a partir de relaciones de colaboración entre organizaciones, y del impulso a convenios y acuerdos que estrechen vínculos por la paz.
7. Hay que apoyar el crecimiento y consolidación de redes de instituciones de educación superior, nacionales e internacionales, que constituyan espacios de reflexión, diseño e intercambio de acciones conjuntas, sobre todo a partir de nuestras investigaciones sobre muchos aspectos del conflicto armado y la construcción de la paz.

Cada uno de estos factores, decimos las Universidades Regionales, debe desarrollar de acuerdo a las características propias de cada grupo humano específico, conservando los rasgos comunes contenidos en los trabajos de paz que todos hemos adelantado.