Olga Portilla Dorado
“Mi madre es una persona que siempre se ha preocupado por quienes tienen alguna discapacidad, por las personas que necesitan ayuda. Es una mujer que a veces deja de comer por darle alimento a los demás, ella pasa muchas preocupaciones por ayudarle a otras personas. Ella siempre está con la cara en alto a pesar de los problemas por los que esté pasando”, así con orgullo, describe Samuel Ocampo Zape a Carmen Liliana, su madre, la mujer Cafam Cauca 2015-2016.
Carmen Zape Paja, hija de un afro y una indígena nació hace 35 años en Caloto, Cauca. A los 3 años, junto a sus padres y sus hermanos se fueron hacia una finca en Naranjal, Valle. Dos años más tarde, salieron de ahí, desplazados y con el dolor de haber perdido a su padre. Sin nada en los bolsillos llegaron a Cali, ahí cuando tenía 10 años, Carmen empezó a trabajar en casas de familia, en restaurantes, rebuscándose para ayudar a su madre y a sus hermanos pequeños. A los 16 años se enamoró y quedó embarazada de su primer hijo: Juan José, quien 10 años más tarde se convertiría en el ángel de su hogar, por quien iniciaría un camino a favor de los más necesitados.
Olga Portilla Dorado: ¿Cómo Carmen Zape inicia su trabajo social en el municipio de Caloto?
Carmen Zape Paja: Cuando tenía 16 años nació Juan José, a los dos meses me di cuenta que tenía discapacidad cognitiva, me salí de estudiar y me dedique a trabajar para llevar a mi hijo al médico y le hicieran terapias. Hace 10 años decidimos regresar a Caloto y cuando llegamos a este municipio vi que no habían sitios para que atendieran a Juan José, entonces surgió esa pregunta de si en Caloto había o no población con discapacidad, y claro sí habían, pero lo que pasaba era que la gente no utilizaba los servicios, no los pedía, no era una demanda para el hospital tener estos especialistas. A raíz de esta situación decidimos con más papitos organizarnos y constituirnos como Fundación, y empezar a buscar apoyo para que se nos respetara los derechos de la población con discapacidad.
OPD: Nace la Fundación Triunfemos, ya son 6 años de haberse constituido, ¿Quién la ha apoyado para que este lugar funcione y apoye a los discapacitados y sus familias?
OPD: A pesar de que no reciben apoyo económico de ninguna entidad, han logrado varios avances con los discapacitados y sus familias, ¿Cuáles han sido estos logros?
CZP: Hemos podido llevar a cabo que el Comité Municipal de Discapacidad opere, por ejemplo en la campaña de hace 4 años los candidatos tuvieron en cuenta el tema de discapacidad, y el actual alcalde Jorge Arias lo incluyó dentro de su plan de gobierno, así que con esta administración se logró llevar a cabo el registro, localización y caracterización de la población con discapacidad. Así que esta es una gran herramienta para que con la nueva administración podamos seguir mejorando la calidad de vida de las personas con discapacidad y su núcleo familiar, porque la discapacidad no es solo del individuo sino que afecta a toda su familia.
OPD: ¿Dónde está ubicada la sede de la Fundación?
CZP: La comunidad La Selva del resguardo indígena de Huellas nos cedió la casa comunitaria, que es el lugar donde nos reunimos, pero también nos adjudicó un lote para que llevemos a cabo la construcción de la sede, cosa que no hemos podido empezar por la falta de recursos económicos.
OPD: ¿Cuántas personas hacen parte de la Fundación, cuántos son los beneficiarios?
CZP: En total somos 84 asociados y se ha logrado atender a una población más o menos de 220 personas. Hay 15 niños desde la edad de un año y medio hasta los 12 años, también tenemos otro grupo de adultos entre los 40 años, pero que psicológicamente están pasando por la edad de 6, 7 años.
OPD: ¿En qué otros aspectos ayuda la Fundación Triunfemos a esta población del municipio de Caloto?
CZP: Nosotros apoyamos dando a conocer la ruta de atención en salud, en educación, en trabajo, que las personas conozcan su normatividad para que la exijan, entonces cuando se les niega algún servicio ellos ya tienen conocimiento de la ley. A muchos papitos se les ha ayudado para que a los niños les llegue los pañales desechables, la leche, muletas, caminadores, sillas de ruedas y audífonos.
En el tema educativo se ha logrado sensibilizar a docentes y a la comunidad para que acepten a estos niños en las aulas, ha sido muy gratificante ver cómo las mamitas ya llevan a sus hijos a la escuela, uno, dos días hasta que ya se acostumbran y los dejan toda la semana.
OPD: ¿Este apoyo tiene algún costo?
CZP: No, es totalmente gratuito. Sabe cuál es el aporte que dan los asociados, es mil pesos mensuales, y más de uno estamos colgados con esa cuota.
OPD: ¿Usted se dedica a alguna otra labor, tiene alguna profesión?
CZP: No, yo solo me dedico al trabajo con la Fundación, yo terminé mi bachillerato y lo que sé es por la experiencia con mi hijo Juan José, lo que he aprendido en cada visita que hacemos, lo que he podido aprender en los talleres que me invitan, todo es a base de la experiencia y del amor que siento por ayudar a los demás.
OPD: Usted acaba de recibir el premio a la mujer Cafam Cauca, ¿Qué significa para usted este premio?
CZP: Yo estaba en Bogotá y venía viajando, estaba en Jamundí cuando recibí la noticia. Yo no podía creer, lloré de la felicidad y empecé a llamar a las mamitas a decirle que era un triunfo de todas, porque han estado aquí conmigo en las buenas y en las malas. La mayoría somos indígenas y nos toca muy duro trabajar, conseguir el alimento, tenemos deudas; entonces además de que fue un alivio porque con el dinero que me dieron pude pagar algunas deudas, para mí es algo muy gratificante saber que Dios es muy grande y no nos desampara, y más cuando uno hace un trabajo desinteresadamente, por eso sé que vienen cosas grandes para mi fundación, para el municipio, y para el Cauca.
OPD: ¿Con qué sueña Carmen Liliana?
CZP: Como asociada de la fundación sueño con poder tener una sede, un espacio cómodo, accesible, donde haya baños amplios. Queremos una sede donde se brinde la atención integral, donde ellos puedan encontrar los especialistas, que tengan el área de fonoaudiología, terapia ocupacional, fisiatría, que no tengan que desplazarse a Popayán o Cali sino que ahí mismo en el municipio encuentren la atención y que sea con todo el respeto.
También sueño con tener unas aulas escolares, para los chicos que viven en veredas lejanas, poderlos tener en el pueblo enseñarles y que el fin de semana vuelvan a donde sus familias, como un semi-internado donde pueda hacer trabajos artísticos con ellos, usar una metodología diferente y poder estimularlos. Así es mi sueño, bastante grande y ambicioso.
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