Por: Francisco Calderón
El gesto de reconcialización entre el diputado caucano de la Alianza Social Indígena Independiente, ASI, Richard Romero; y el líder de las Farc Francisco González, conocido popularmente como ‘Pacho Chino’, generó una ola de interés que finalmente terminó como una noticia positiva que impactó en el sur occidente del país.
Todo se generó en medio de un conversatorio adelantado por la asamblea del Cauca sobre la labor que adelanta el mecanismo regional de monitoreo y verificación en las dos zonas veredales y el punto transitorio ubicados en el Departamento. La actividad inició en medio de los conocidos reparos por la demora en la edificación de las estructuras que debían alojar a los integrantes de las Farc que buscan transitar de la guerra a la lucha política colombiana, cuando el diputado Romero robó la atención por su intervención, muy salida de esas críticas.
“Hay muchos obstáculos de un proceso que deseo culmine con éxito, porque sería un beneficio para el Cauca y el país. Esto lo dijo con conocimiento de causa, soy víctima de las Farc, al igual que mi familia y mi movimiento político. Entre el año 2000 y 2003 en el Macizo Colombiano, en especial en Almaguer, la guerra fue muy intensa, al punto que dicha organización insurgente acribilló a unos líderes de la zona, uno de ellos era parte de mi familia. Además, tristemente, se registró la privación de mi libertad en medio de ese conflicto… todo esto pasó, pero hoy, en este presente, soy un defensor del actual proceso de paz, claro está, perdonando de corazón a las Farc para seguir adelante en este propósito nacional… sencillamente porque quiero una Colombia tranquila para mis hijos y nietos”, explicó el asambleísta en su exposición.
Las intervenciones de los demás diputados continuaron, todas relacionadas por los debates que se han suscitado entorno a la concentración de insurgentes en las zonas veredales, el proceso de dejación de armas y la justicia especial para la paz. Sin embargo, las palabras de Romero robaron la atención de ‘Pacho Chino’, al punto que empezó a tomar nota en un cuaderno escolar que portaba. Las camaradas que lo acompañaban se acercaron para cuchichearle unas palabras al oído.
Entonces se registró la presentación de los integrantes del Mecanismo de Verificación, quienes se presentaron ante los corporados que convocaron a este conversatorio, el cual inició con poco público así como con escasa presencia de medios de comunicación. El turno llegó para Francisco González.
El acto de perdón
El veterano líder comunista se ubicó ante el atril para luego hablar de forma pausada precisamente sobre la férrea voluntad de las Farc de terminar la guerra, dejando a un lado los fusiles como herramienta de lucha política.
Ya al final de su presentación, el líder guerrillero hizo una pausa para pedir unos minutos de más, quería hablar algo que estaba anotado en su cuaderno. Fijó su mirada en sus apuntes, los cuales estaban sobre el atril, luego leyó: “No quiero terminar sin responderle al señor diputado que habló de la crueldad de la guerra en Almaguer, las Farc tiene muy presente que este proceso de paz está basado en las víctimas, nosotros, como uno de los actores del conflicto, estamos ya dándole la cara a ellas, pidiéndoles perdón, reconociendo nuestra responsabilidad en esos hechos… señor Richard Romero, como representante de la Farc-EP pido que nos perdone, que entienda que directa o indirectamente nuestras acciones afectaron a la población civil, como en su caso y se lo decimos de frente, como nuestro primer paso hacia la reconcialización nacional…”.
Francisco González terminaba de leer lo que había escrito en el cuaderno, cuando el representante de la ASI se paró de la mesa para acercarse hacia el líder guerrillero, obligándolo a interrumpir sus palabras.
El silencio se apoderó por un momento del recinto. Ambos colombianos se abrazaron, luego se dieron la mano. Los demás asistentes acompañaron este gesto con un aplauso. “Esperamos que todo sea por el bien de Colombia”, dijo Romero a Francisco González; este último contestó: “claro que si amigo”. El único camarógrafo que estaba el recinto corrió hacia donde se registraba el apretón de manos para filmar el momento, mientras su colega contaba, con asombro, de lo sucedido a otros colegas, a través de las redes sociales.
Lego de esto, las preguntas sobre los avances de la dejación de armas continuaron, las cuales fueron resueltas por los integrantes del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, intervención que ocuparon toda la mañana. Ya al final, y cuando salía Francisco González y Richard Romero del recinto, eran esperados por un nutrido grupo de periodistas medios nacionales y locales, quienes invitaron a los protagonistas de este inusual gesto de reconciliación a opinar sobre lo sucedido.
De nuevo, el presentante de la Farc y el diputado estrecharon sus manos para intercambiar mensajes de perdón y de continuar trabajando por la culminación de la implementación de los acuerdos de paz de La Habana, Cuba.
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