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Jazmín Muñoz Yela
Mencionar cuantos hijos tuvieron nuestros abuelos a veces es causa de comentarios jocosos al ver el gran número que llegaron a tener. Muchos dicen “es que no tenían televisión”, pero más allá del comentario, la verdad es que años atrás, ser padre tenía otro significado y un valor tan grande, que el amor alcanzaba para sacar adelante 10, 14 o 18 hijos y por fortuna en muchas de esas numerosas familias, a los hijos los criaron con valores para convertirlo hombres y mujeres ejemplares.
Jaime Homero Galvis Torres, es el orgulloso padre de doce hijos, ocho mujeres y cuatro hombres y un hogar basado en el amor, el respeto y la lucha por salir adelante.
“Llevamos 47 años de casados. A ella la conocí cuando iba a ver futbol, ahí empezó todo, Eva se convirtió en mi esposa y la madre de mis doce hijos, sin ella no había podido construir lo que tenemos hoy”, dice Galvis Torres, un hombre lleno de carisma, que mira con los mismos ojos de enamorado a su esposa, como cuando eran jóvenes.
Para esta fecha ya no son 12 hijos junto a sus padres, ahora ya hay 18 nietos que han llegado a alegrarles la vida. Una reunión familiar en la familia Galvis Gallego es bastante concurrida, y siempre hay motivos para celebrar, cada cumpleaños, día del padre, de la madre y más fechas especiales incluyendo algunas de tradición familiar.
“Nosotros salimos a alumbrar el 1 de mayo, esta es una tradición que empecé con mi hijo mayor, poco a poco fuimos llevando a los otros y ahora ya vamos con los nietos, es de las cosas que hemos pasado de padres a hijos”, narró Galvis Torres.
Jaime, lleno de orgullo, dice que les dio estudio a todos sus hijos y que les enseñó valores y principios, que hoy por hoy cada uno de ellos tiene un empleo, una familia, una profesión u oficio, gracias a la labor conjunta de Jaime como cerrajero y Eva del Socorro como modista.
Para este hombre ser papá no es solo poner dinero, para él es dar amor y acompañar a sus hijos en cada etapa de su vida y todo ello dando ejemplo.
“A ellos hay que enseñarles a ser honrados, trabajadores, amorosos y dados a la gente, todo eso lo aprendieron al ver una relación de pareja estable, donde hay confianza, trabajo en equipo y mucho amor. Me siento muy feliz con la familia que tengo, mis hijos me han llenado de orgullo. Ahora que ellos están grandes, Eva y yo seguimos haciendo lo que nos gusta, bailar, somos los abuelos pachangueros del barrio”, agregó Jaime, quien irradia felicidad cada vez que habla de su esposa, hijos o nietos.
Jaime es la muestra de un ideal de padre, de amigo, de hermano y de buen amigo, quien invita a los hombres a hacerse responsable de sus hijos, llenándolos de valores y dándoles mucho amor.
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