La importancia del servicio a la comunidad y a la sociedad en épocas en que todas las actividades están mediadas, más en nuestra región.
Nota de Redacción. Esta sesión tiene el propósito de presentar, semanalmente, una conversación del director del periódico, Danilo Reinaldo Vivas Ramos, con diferentes actores sociales, económicos, políticos, artísticos, culturales de Popayán y del Cauca para hacer conocer, de boca de ellos mismos, sus realizaciones y perspectivas en las actividades que adelantan, con el fin de saber cómo estas generan impactos para el desarrollo colectivo e individual. Así mismo, brindar un espacio para compartir, con nuestros lectores, sus puntos de vista sobre el acontecer local y/o regional.
Nuestra conversación hoy con Luis Felipe Rebolledo Manzano, versará sobre la importancia del servicio a la comunidad y a la sociedad en su conjunto en épocas en que todas las actividades están mediadas, más en nuestra región, por intereses particulares, en un territorio con tantas potencialidades, como lo es el Cauca, pero con muchas dificultades; que mejor que conversar con un joven profesional payanés que ha podido desempeñarse en el sector público y privado, para conocer sus puntos de vista con respecto al presente y futuro del Departamento y de su ciudad capital.
DANILO REINALDO VIVAS RAMOS: Grato tenerlo a usted hoy en este espacio, le agradecería mucho nos diga ¿quién es Luis Felipe Rebolledo Manzano?
LUIS FELIPE REBOLLEDO MANZANO: Soy un caucano, nacido en Popayán, vengo de una familia de grandes principios y valores que me han servido de ejemplo en la forma de concebir la vida y de que sea coherente con la forma de actuar. Soy un convencido de que esta sociedad necesita transformaciones profundas que vienen desde el entorno familiar y fundamentadas en la educación que se imparta en los primeros años de vida. Esto sumado a la preparación, al esfuerzo y al compromiso que se tenga en cada reto que la vida le vaya colocando a uno. Me gradué como abogado de la Universidad del Cauca y tuve una primera experiencia laboral como personero municipal de Almaguer, lo que me permitió un contacto con la gente más humilde y el conocer de primera mano las necesidades de estas poblaciones en las que el estado poco aparece. Posteriormente, continúe mis estudios de posgrado en la Universidad el Externado y unos años después estudie en Madrid España.
DRVR: Usted es una persona raizal, nacido en Popayán, viene de un hogar fuertemente asido a nuestras tradiciones, con profundos valores éticos y morales, lo que le ha permitido que la mayor parte de su vida haya estado en esta ciudad, cuando ha tenido, como muchos de nuestros jóvenes, la oportunidad de emigrar a otras ciudades a nivel nacional o internacional, a buscar futuro, ¿qué lo llevó a quedarse aquí?
LFRM: En el año 2004 regrese a Popayán con el ánimo de aportar todo mi conocimiento y experiencia en los diferentes espacios en que he tenido la posibilidad de desarrollarme como profesional. La decisión no fue fácil porque tenía aspiraciones personales y profesionales que seguramente me llevaban a inclinarme por seguir en Bogotá, que es una ciudad con inmensas posibilidades. Sin embargo, ya llevando más de 5 años por fuera me dio un cierto sentimiento de nostalgia por la familia, los amigos, la gente y además las ganas de prestar el mejor servicio posible a los caucanos en cualquier posición en lo que pudiera estar. El proyecto de vida que me fije estaba fuertemente ligado al Cauca.
DRVR: ¿Porque cree que nuestros jóvenes payaneses no más terminan su bachillerato, a pesar de tener una de las mejores universidades del país aquí, prefieren irse a estudiar a otras ciudades, en universidades privadas?
LFRM: Definitivamente es la falta de oportunidades tanto en el acceso a la educación como también en conseguir un empleo digno. Vemos como muchos de los jóvenes no acceden a la universidad pública y sus padres con capacidad económica deciden enviarlos a otras ciudades a estudiar. Hay una concepción general de que irse de Popayán es un mejor futuro para esos jóvenes. También podemos analizarlo en el caso del profesional que termina su carrera en Popayán y apenas sale de la Universidad no se engancha laboralmente y decide probar suerte en otras ciudades o en otros países y allá generalmente les va bien y desarrollan su proyecto de vida por fuera de nuestra región. Lo triste de todo esto, es que son jóvenes talentosos que no terminan desarrollando su potencial para beneficio de nuestro departamento. Estamos hablando de un número grande de talentos fugados.
DRVR: Usted, como otros tantos jóvenes de Popayán, decidió quedarse en nuestra Alma Mater y estudiar Derecho, como su padre, ¿qué recuerda de esa época?
LFRM: Recuerdo que estaba indeciso entre estudiar derecho o comunicación social, carrera que siempre me gustó. En Popayán no había en ese entonces comunicación social y tenía pensado estudiar en Manizales, ciudad que me agradaba por la calidez de su gente. Al final precisamente en una conversación con mi padre me decía que como abogado tenía más campo de acción que como periodista y seguramente más oportunidades. Afortunadamente soy bueno para escuchar y seguir consejos y eso me llevo a estudiar derecho. Ahora la miro como la decisión correcta. En cuanto a mi paso por la Universidad del Cauca, fue una excelente época con grandes compañeros y amigos, tuvimos docentes de enormes calidades humanas y profesionales y también comencé a sentir un gran afecto por la Universidad. Siempre la he sentido como mi casa.
DRVR: Tuve la oportunidad de conocerlo profesionalmente como Jefe de la Oficina Jurídica de la Universidad del Cauca, cuando yo era rector, ¿qué experiencias le dejó a usted el paso por la Alma Mater como administrativo?
LFRM: Doctor Danilo, gracias a su confianza pude llegar a esa honrosa posición. Yo diría que como experiencia laboral es la que más me ha marcado, primero por el aprendizaje, ya que era mi primer cargo como Jefe y eso genera una enorme responsabilidad. Además, ser Jefe de una Oficina Jurídica es todos los días lidiar con problemas. No hay día que uno no tenga que darle solución a algún problema. Debo decir que esos 4 años y medio me dejaron una experiencia enriquecedora porque es darse cuenta que uno es capaz de asumir cargos de esa naturaleza, le aumenta la confianza y más cuando se hace una buena labor, rodeado de un muy buen equipo de trabajo con el cual siempre conté. Tuvimos porcentajes superiores al 90 % en procesos judiciales a favor, en la parte contractual o administrativa no tuvimos ningún proceso, ni siquiera una investigación en órganos de control del estado, la asesoría jurídica que dimos a las dependencias universitarias siempre fue de calidad y credibilidad y eso es definitivo para el éxito de una oficina jurídica.
DRVR: Para cerrar este capítulo de su paso por la Universidad, usted en dos periodos ha sido elegido como miembro del Honorable Consejo Superior de la Universidad del Cauca, como representante de los exalumnos, ¿qué ha significado para usted esta importante experiencia y cómo ve la universidad hoy?
LFRM: Una cosa nos lleva a la otra. Cuando yo terminé mi ciclo como jefe jurídico de la Universidad al darse el cambio de Rector, lo cual es normal en este tipo de cargos, siempre pensé que debía volver a la Universidad porque la siento como mi casa. Pero para ser honesto debo decir que sabía que volvería, pero no sabía en qué lugar de la Institución. Sólo unos años después entendería que la vida lo pone a uno en el lugar que corresponde y era en la alta dirección de la Universidad. Realmente un orgullo estar en el Consejo Superior y lo que es mejor, no elegido a dedo, sino de manera democrática y con la participación de un número muy representativo de egresados, que confiaron en mi nombre para los dos procesos de elección. Ahora, en cuanto a cómo veo a la Universidad hoy, debo decir que, en proceso de maduración, impulsada por unos estudiantes hoy mucho más críticos que hace años. Una universidad que ha avanzado en procesos como la acreditación de alta calidad y también el aumento de estudiantes y el fortalecimiento de la sede de Santander de Quilichao. Creo también que se ha avanzado en la investigación y eso va muy ligado con proyectos que se han presentado a diferentes fuentes de financiación y en los cuales se ha adquirido una importante experiencia, que debemos aprovechar.
DRVR: Después de trabajar en la Universidad usted se vinculó a la Defensoría del Pueblo como Defensor Público. Cuéntenos su experiencia en tan importante actividad al servicio de la comunidad
LFRM: Fueron cerca de 6 años como defensor público en una entidad que tiene como misión la defensa de los derechos fundamentales sobre todo de los grupos con un mayor grado de vulnerabilidad. Nuestros principales usuarios fueron las víctimas del conflicto, tal vez en porcentaje de atención, un 70 % correspondía a este grupo y eso lo llena a uno de sensibilidad social, pues la tragedia de estas personas fue lamentable. Atendía diariamente víctimas del conflicto por homicidio de un familiar cercano, por secuestro, por desplazamiento forzado, por desaparición, por violaciones y abuso sexual. Uno en la defensoría no solo era el abogado que asumía la defensa de sus derechos, sino que se convertía en el confidente y psicólogo de las víctimas con tragedias desgarradoras.