Una jornada de protesta estudiantil inició el fin de semana en la institución educativa Francisco Antonio de Ullloa, debido a diferentes peticiones que según los estudiantes no se han cumplido.
María Camila Muñoz Arenas, personera jornada de la mañana y estudiante del grado 11, le dijo a este diario que la protesta surge luego que la rectoría respondió un derecho de petición que fue enviado el pasado ocho de mayo “pero la respuesta no cumplía lo pedido porque solicitamos solución a los problemas que nos afectan a todos, por pupitres, infraestructura, techos, canales, tuberías, baños y ventiladores, que están en malas condiciones,”.
En el documento de respuesta enviado por la rectoría a los estudiantes se indica que desde 2013, cuando asumió el rector, Javier Jesús Pérez, “se ha hecho esfuerzo para adquirir mobiliario y se logró comprar 250 sillas con dineros de la institución y para este año ya se priorizó con el Consejo directivo una nueva compra”.
Sin embargo, la personera afirma que no ven esas sillas porque siguen deteriorados los pupitres. Agregó que hay dos baños en mal estado, uno de estos cerrado. Por eso se reúnen los personeros y contralores de ambas jornadas para hablar de la situación.
El viernes según la estudiante se reunieron con el rector y les ratificó la respuesta dada por escrito. Además del mobiliario la carta dice que sí se hace mantenimiento a canales y baños cuando lo requieren “pero el colegio se inunda cuando llueve”, comentó la personera. Por su parte, el directivo docente invitó a los alumnos a cuidar el colegio y todo su mobiliario.
Aproximadamente 450 estudiantes de la jornada de la mañana están sin recibir clases y en la tarde 500. Los escolares de 10 y 11 son quienes permanecen en el colegio, mientras que a los demás no les fue posible el ingreso.
En nuestra visita al colegio, abordamos al rector pero no quiso dar declaraciones y se limitó a decir que luego de dialogar con los estudiantes daría su versión.
La comisión que entró a hablar con los estudiantes estaba encabezada por el rector, funcionarios de la secretaría de Educación y un padre de familia.
Carlos Calero, inspector de ese despacho municipal, indicó que siempre están dispuestos al diálogo y se tiene un cronograma de cumplimiento a peticiones hechas previamente y están cumpliendo. Respecto al mobiliario, este año se han entregado 30 pupitres pero de solicitudes anteriores. “Si el rector nos hace solicitudes las tenemos en cuenta pero si no es así, no tenemos conocimiento de las necesidades y por eso se va priorizar en esta ocasión”, precisó la funcionaria encargada de mobiliario en la secretaría de Educación.
Entre tanto, Patrocinio Santos, padre de tres estudiantes y defensor de derechos humanos opinó que “es preocupante porque los más perjudicados son los alumnos con los paros, sin embargo, tienen que hacer sus exigencias. Nos preocupa más la indiferencia de rectoría y algunos profesores, deben tener más espíritu conciliable para llegar a acuerdos y reanudar las clases”.
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