- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Al estrado
- Clasificados
- Especiales
1- Ya se ha dicho que el mundo se encamina hacia las energías renovables y Colombia no escapa a este destino, pero entre tanto y mientras las energías producidas por el sol, el viento y la biomasa entran con todo su vigor, tenemos que continuar explorando nuestro petróleo y encontrando nuevas formas de extracción. Hay una que ya ha dado resultados en otros Países como EEUU y Canadá y es el Fracking, que consiste en extraer gas y petróleo de las profundidades de las rocas fracturándolas con sistemas hidráulicos.
Tenemos reservas de Petróleo para 6 años, con el Fracking extenderíamos ese abastecimiento a 15 años, en materia de gas nuestras reservas están en 10 años, con el Fracking las extenderíamos a 30 años.
El Gobierno creó una Comisión de expertos que ya hizo el primer análisis y recomendó iniciar un piloto para conocer más a fondo resultados e inconvenientes que servirán de prueba para la decisión final.
Hay que mitigar todos los riesgos para salvar los humedales, evitar la contaminación, proteger los acuíferos y defender la estabilidad de los terrenos. Si todas las recomendaciones se ejecutan con la técnica y seguridad indispensables, se podría hacer Fracking, simultáneamente con las exploraciones tradicionales de petróleo y gas y con la contratación de las nuevas fuentes de energías no convencionales renovables, lo que nos daría avances en tecnología, mejores ingresos, desarrollo de territorios, aumento de regalías, autosuficiencia energética y reducción de la pobreza.
2- Puerto de Tribugá en el Pacífico. Algunos lo consideran necesario por su cobertura y sus aguas profundas que permitirá la navegación de barcos de gran calado y otros creen que basta con mejorar el Puerto de Buenaventura y llevar más desarrollo al Chocó. Los ambientalistas también se oponen por diversas razones de defensa natural y de pesca artesanal.
Creo que este Puerto podría construirse pero bajo estrictos parámetros de defensa del ambiente, de la ecología y la cultura de las poblaciones, respetando las actuales áreas protegidas y sus territorios colectivos. La licencia ambiental debe contemplar estos aspectos. Si logra superar todos los requisitos, la obra puede hacerse y traería grandes beneficios en trabajo, ingreso y mejoramiento del nivel de vida de las comunidades, que deberían participar asociándose al proyecto y disfrutando de sus utilidades.
3-Aspersión aérea con Glifosato. La Corte Constitucional colocó unos requisitos y si el Gobierno los cumple se puede hacer erradicación aérea en zonas precisas de difícil acceso y peligrosas para los erradicadores terrestres. Creo que eliminando estos cultivos naceremos a una nueva cultura de la legalidad y se evitarán infinidad de violencias generadas por el narcotráfico y el consumo. Ya por lo menos EEUU acaba de reconocer que el Gobierno Duque frenó el crecimiento del cultivo y está enfocado en su destrucción, con buenas posibilidades de éxito. La aspersión reglada y vigilada será una gran ayuda, en este que debe ser un propósito nacional, pero con alternativas de sustitución para los campesinos.
Las cosas que debemos hacer para nuestro progreso hagámoslas con todo el cuidado y observando las reglamentaciones respectivas. No nos paralicemos por visiones extremas. Esencial es que la corrupción no asome sus fauces y que las nuevas realidades de ingresos vayan a combatir la pobreza, la marginalidad y la miseria. Un País con predios, cercanos en valor a los 1.400 Billones de pesos, no puede ostentar la deshonra de tener 1700 poblaciones aún alumbrándose con velas. Debemos derribar mitos relativos a no permitir obras por salvar posturas ideológicas, porque la luz de las velas se está agotando ya, entre la impaciencia, la desesperación y la perplejidad.
Comentarios recientes