RODRIGO VALENCIA Q.
Bajo este título he agrupado algunos relatos que personas allegadas me han contado como testimonio, de los cuales ya he publicado los anteriores a éste.
Albergar dudas o no sobre estos extraños hechos puede ser lícito, pero quienes han sido testigos de ello aseguran su veracidad.
La casa no es un recinto viejo ni lleno de presagios miedosos externos como en los relatos corrientes de fantasmas; es una casa perteneciente a una de tantas urbanizaciones cerradas que construyen en la actualidad.
El muchacho se aprestaba a dormir en la noche, y la puerta de la habitación estaba entreabierta; no en completa oscuridad, porque la casa nunca queda totalmente a oscuras, ya que siempre se filtran luces del exterior.
En esas, cuenta el joven, un hombre se asomaba por la puerta y lo miraba intensamente. Al parecer el personaje es rubio, con la franja de los ojos muy sombreada, y vestía camisa blanca, corbata roja… y su ropa era como raída, vieja, excepto los zapatos, que parecen nuevos.
El muchacho, muy asustado, le pregunta qué quiere y le pide que deje de molestar…
En esas, la madre del joven había pasado al baño y el hijo la llamó… El muchacho dice que aunque la presencia miraba hacia donde la mamá se dirigía, él sentía que esa aparición estaba junto a él, lo cogía del brazo, y sin embargo lo seguía observando de forma malévola desde la puerta, y le susurraba cosas al oído que no entendía.
La señora me asegura que su hijo no estaba durmiendo, y dice que en esa casa siempre sienten como la presencia misteriosa de un hombre alto….
¿Qué son esas extrañas sombras que vigilan a veces a los vivos, y que sin entender por qué ni para qué, se aparecen en nuestra dimensión física, dejando incontestables preguntas entre los vapores del misterio?
RVQ
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