CONSIDERACIONES SOBRE LA SEMANA SANTA

Por: Fabián Orozco Méndez

Nuestra ciudad blanca, se viste de gala en esta época, para albergar a propios y visitantes, en el seno de una tradición religiosa, cultural y turística por excelencia. Pionera en Colombia y de renombre mundial.

En estos días la fe se acrecienta y la voluntad se fortalece, para preparar cuerpo y alma, al servicio de los menesteres religiosos tradicionales, en función de la fe cristiana.

Pareciera que los Payaneses de hoy, recibieran una herencia renovada y actualizada, de una manera casi obligatoria, y solo así, poder entenderla y vivenciarla.

Es así, como en esta Semana Mayor, se vislumbran cambios sociales y de pensamiento, apoyados en recursos tecnológicos como la Televisión, las Redes Sociales, la prensa y demás medios de comunicación masiva. Por todo esto, se puede caer en un falso fervor y un notorio consumismo de la verdadera fe y del verdadero compromiso cristiano que debemos asumir.

Qué bueno sería, entonces, prepararnos durante todo el año, en el crecimiento personal, el servicio a los demás y en la difusión de principios y valores, que nos permitan vivir de una manera plena, honrada y significativa esta Semana Mayor.

Si miramos nuestras famosas procesiones de Semana Santa, catalogadas como riqueza inmaterial de la humanidad y uno de los mejores escenarios de fe del mundo cristiano, no se trata simplemente de ser síndicos de un paso, heredar un barrote como cargueros, llevar un sahumerio como sahumaduras, etc., por el simple hecho de figurar y ser vistos como protagonistas de un espectáculo afamado.

En últimas, se trata de merecer realmente este privilegio, siendo ejemplo para las nuevas generaciones, nuestros niños y jóvenes que aspiran ocupar un lugar en las procesiones venideras, y así multiplicar este sagrado privilegio de fe.

Debemos recordar, que miles de ojos nos están observando y cualificando, de tal modo que nuestro obrar, nos podrá hacer libres o esclavos, relegados o verdaderos merecedores de admiración y respeto.

Es un verdadero compromiso de identidad payanesa, mostrarle al mundo; a los miles de visitantes que nos acompañan, una verdadera realidad, pura y sincera de lo que debe ser la tradición religiosa de Popayán en esta semana santa 2023.

Por todo esto, y después de haber superado toda una pandemia, debemos retomar con todos los ánimos, nuestro papel de anfitriones y así mostrar con orgullo, la verdadera cultura payanesa, la semblanza religiosa y un auténtico culto de fe, tanto a propios como a visitantes, de tal manera que nuestra ciudad resplandezca en sus blancas paredes y a la luz de sus faroles esquineros, pueda guiar el destino de todos los que amamos esta hidalga ciudad, hacia un mañana mejor, donde la caridad, la piedad y el servicio, sean nuestra bandera y en el que una fe renovada, sea nuestro estandarte.