Templo de Nuestra Señora de las Mercedes de San Camilo
Por: José Dueñas
Una obra arquitectónica magistral, “donde su Cliente tampoco tenía prisa”, era la Capilla Neogótica del Templo de Nuestra Señora de las Mercedes de San Camilo, templo que renace de las cenizas, como el ave Fénix, en el corazón del Barrio San Camilo, que es portador de una memoria histórica de generaciones para su reminiscencia.
Ésta afirmación expreso el célebre Arquitecto Antoni Gaudí, al recibir la provocadora pregunta sobre la demora en la imponente obra del Templo la Sagrada Familia. Y es que la Basílica Católica de Barcelona la Sagrada Familia no es la última de las Catedrales, era la primera de una nueva serie, como expresaba el propio Gaudí!
Y es que en pleno sector histórico de Popayán, una obra arquitectónica magistral, “donde su Cliente tampoco tenía prisa”, era la Capilla Neogótica del Templo de Nuestra Señora de las Mercedes de San Camilo, templo que renace de las cenizas, como el ave Fénix, en el corazón del Barrio San Camilo, que es portador de una memoria histórica de generaciones para su reminiscencia.
Historia
Los Padres Camilos de la Buena Muerte, fueron una Orden Hospitalaria, fundada en 1582 por San Camilo de Lelis, la creación de la Orden fue confirmada en 1591 por el Papa Sixto V, e inicia sus labores en Italia, España, Portugal y Francia. Su “casa matriz” estuvo en la principal isla italiana y la mayor del mar Mediterráneo Sicilia, y de Italia llegarían a América. Sus miembros, tenían el deber de ayudar espiritual y materialmente a los fieles agonizantes; su “misión”, era socorrer el tránsito hacia la otra vida, ayudar al “bien morir”, especialmente a los enfermos, tanto en hospicios, hospitales y domicilios.
El nivel más alto de la nave de la basílica neogótica, se destaca la gran belleza y esplendor de la serie de 36 fastuosos Vitrales de origen francés y en éste instante recuerdo una frase de Antoni Gaudí.
Los Padres Camilos arribaron primero a la Lima Virreinal en año 1709, y a la ciudad de Popayán llegan invitados por el Obispado en el año 1766, donde fundan el Colegio del Señor de San José de la Buena Muerte en 1766 en el sitio llamado El Achiral, de la ciudad de Popayán, en dos solares adquiridos por el Presbítero doctor José Beltrán De Caicedo, donde se construyó un Convento para alojamiento, construyen también un hospital y una Capilla Colonial; éstos sacerdotes y legos celebraban la misa en la Capilla y posteriormente visitaban los enfermos de gravedad y con sus conocimientos paramédicos aliviaban a los enfermos de la época, utilizando plantas medicinales.
La comunidad religiosa los Padres Camilos, permanecieron 42 años, en la ciudad de Popayán, donde se dedicaron a la caridad cristiana, especialmente asistiendo a los moribundos bajo la concepción de la muerte como un segundo nacimiento, para su buen morir. Los Camilos tenían un detallado libro de estadística (el libro se conserva en el Archivo Histórico de la Universidad del Cauca), con el nombre de los enfermos y con un posible diagnóstico de la enfermedad y de la hora del fallecimiento, en este último caso le daban cristiana sepultura.
En 1821 Los Camilos fueron expulsados de la Nueva Granada por haberse declarado abiertamente realistas y el Congreso Político de la Gran Colombia le adjudicó al Fisco todos los bienes y rentas de la comunidad religiosa por lo cual se disolvió el Colegio del Señor San José de la Buena Muerte y el Complejo Arquitectónico paso a ser del Gobierno Republicano, conservándose algunas áreas del mismo para enfermería. En 1827 suspendida la atención sanitaria, la edificación fue cedida a la naciente Universidad del Tercer Distrito, Universidad del Cauca, mediante un Decreto Ejecutivo firmado por el Presidente de la Gran Colombia, el Libertador Simón Bolívar. Ese mismo año la citada Universidad del Tercer Distrito a petición del Obispo de Popayán Salvador Jiménez de Enciso y Cobos Padilla, cede el inmueble a la Diócesis para establecer allí el Seminario Conciliar pro témpore, debido a que el Real Colegio Seminario resultó afectado por un terremoto y en 1829 regresan los Seminaristas Diocesanos al Real Colegio Seminario ubicado en la calle 5ª, dejando el inmueble de San Camilo y éste pasa a ser utilizado como residencia para sacerdotes, enfermos y ancianos.
En 1912, la Arquidiócesis de Popayán vende el edificio a la Congregación de los Hermanos Maristas llegaron a Popayán procedentes de Francia, los Hermanos Maristas, extendiendo la tarea educativa en ésta institución, razón por la cual en una época, recibe el nombre de Villa Marista. Posteriormente los Hermanos Maristas, en 1928, emprenden la construcción de su nueva Capilla Neogótica, que reemplazaría definitivamente a la Capilla de origen Colonial.
El hermano Théodore- Joseph, trazó los planos del nuevo templo, inspirados en la planta de la iglesia parroquial (gótica) de la-Valla-en-Gier (Loira, Francia), población en la que San Marcelino Champagnat fundó el 2 de enero de 1827 dicha congregación católica.
El 29 De Octubre de 1976 el Complejo Arquitectónico de Villa Marista, fue vendido por los Hermanos Maristas al Ministerio del Trabajo, subdividiéndose posteriormente el inmueble en dos: el área que alberga la Capilla Neogótica fue habilitada como sede del Instituto de Seguros Sociales y la otra parte de la edificación la adquirió en compraventa parcial Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia.
El Templo de Nuestra Señora de las Mercedes de San Camilo, se vio afectado severamente en su conservación por el abandono total del Estado Colombiano. Habitantes payaneses impulsaron la defensa del patrimonio cultural, material e inmaterial del Sector Histórico y particularmente del inmueble de Villa Marista, con el fin de obtener la protección de la Capilla Neogótica y evitar una enajenación, su alteración, modificación, destrucción o reforma de su arquitectura; o se le cambie el uso del suelo, ya que constituye un valioso patrimonio arquitectónico, artístico y cultural.
Desde la inauguración de la Capilla del Claustro de San Camilo, por parte del francés Hermano Teodoro Joseph, el 15 de Agosto de 1930, es dedicada a la Virgen Nuestra Señora de las Merced. Luego de las Guerras de la Independencia, los Hermanos Maristas lideran la construcción en cemento y hormigón armado, de una espectacular y bella Capilla de estilo neogótico. Es el hermano Teodoro Joseph, quien diseña los planos de la Capilla, inspirado en la Iglesia neogótica que data de 1840, de de la Casa General de su Congregación en la ciudad de Saint Genis Laval en el sur oriente de Francia.
La distribución arquitectónica del Templo de Nuestra Señora de las Mercedes de San Camilo está constituida por una planta en cruz latina, con tres naves sin crucero, la nave central tiene una bóveda de adorno de gran altura y dos niveles.
La Obra se inició en 1928 con la revisión de los planos del arquitecto e ingeniero español, José Sacasas, concluyendo en el año 1930. Entre los años 1930 y 1970, en el Templo se realizaron grandiosos conciertos de música de cámara, acompañados de los incomparables sonidos de su órgano.
La distribución arquitectónica del Templo de Nuestra Señora de las Mercedes de San Camilo está constituida por una planta en cruz latina, con tres naves sin crucero, la nave central tiene una bóveda de adorno de gran altura y dos niveles; la arcada es de arcos ojivales y los pilares son de capiteles corintios.
El nivel más alto de la nave de la basílica neogótica, se destaca la gran belleza y esplendor de la serie de 36 fastuosos Vitrales de origen francés y en éste instante recuerdo una frase de Antoni Gaudí: “La Gloria es la luz, la luz da gozo y el gozo es la alegría del espíritu.”, éstos Vitrales representan sublimes pasajes religiosos que van desde la Virgen María, pasando por Jesús Carpintero, El Señor y los Apóstoles, Jesús Educador, asistencia de los Hermanos Camilos y otros de la Vida y Pasión de Cristo. Cuatro patios donde se hallan tres obras de estatuaria: el Ángel Custodio, ubicado en el patio lateral derecho de la Capilla, San Joséy San Marcelino Champagnat, quien fuera el fundador de la Comunidad Marista.
El espectacular retablo de estilo gótico del Altar Mayor, es la creación del maestro Pascual Bergallo, como también las puertas talladas, las ventanas y los armazones en madera de los Vitrales. En el hueco semiesférico efectuado en la calle central estaba la imagen titular del Templo, la Virgen de la Merced. Mientras los dos nichos laterales albergan a San José y San Luis Gonzaga. La Capilla también cuenta con un coro a los pies del templo.
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